América se protege contra una enfermedad que no reconoce fronteras
Bogotá, Agencias
Varios países latinoamericanos han tomado ya medidas preventivas ante el riesgo de que la epidemia de cólera en Haití, que se propaga a una velocidad "explosiva", según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), no respete fronteras.
Hasta ahora no ha habido ningún caso fuera de Haití, pero la alarma ha sonado en Panamá donde una misionera chilena llegada el miércoles al país está hospitalizada con síntomas de cólera.
La religiosa, cuya identidad no ha sido divulgada, llegó en un vuelo procedente de República Dominicana, donde hizo escala después de permanecer varios días en Haití dedicada a tareas humanitarias.
El recuerdo de la epidemia de cólera que empezó en Perú en enero de 1991 y se extendió por toda Latinoamérica, con alrededor de un 1,5 millones de casos y 11.500 muertes, se reavivó inmediatamente.
Según las últimas cifras del ministerio de Salud haitiano, el número de fallecidos por el brote de cólera en Haití ya ha superado los 300 y los infectados son 4.772.
"Esperamos una propagación muy rápida, incluso explosiva, de este brote", dijo ayer en Washington Jon K. Andrus, de la OPS, que espera como algo inevitable que se produzcan casos de cólera en República Dominicana, situada como Haití en la isla La Española.
El Gobierno dominicano ha reforzado la seguridad en la frontera terrestre como medida de prevención y la vigilancia epidemiológica en los puertos y aeropuertos.
Asimismo, dispuso crear un cordón sanitario de prevención y colaboración con el vecino país y anunció la reactivación de la Comisión Nacional del Cólera, creada en 1991 por la epidemia originada en Perú.
En Panamá, incluso antes del caso de la misionera chilena, a la que se le han practicado ya los análisis para determinar si padece cólera, cuyos resultados se conocerán mañana, ya se habían tomado medidas preventivas.
El Ministerio panameño de Salud ha extremado las medidas de higiene en aeropuertos y puertos del país, y además ha pedido a la población reforzar en los hogares medidas de precaución como el lavado de manos, frutas, vegetales y verduras, dijo Franklin Vergara, titular de esa cartera.
La ministra de Salud de Costa Rica, María Luisa Ávila, dijo hoy a Efe que el país mantiene activados los protocolos internacionales para la detección y tratamiento del cólera, lo que implica estar muy atento a casos de personas con diarrea y otros síntomas.
Además se insiste en el protocolo del lavado de manos en la población, como ya se hiciera para prevenir la Gripe AH1N1.
Las autoridades sanitarias de Nicaragua tienen un Plan de Acción ante la Alerta Epidemiológica Internacional por Cólera desde el 25 de octubre de este año 2010, según informan fuentes oficiales.
En El Salvador, la viceministra de salud, Violeta Menjívar, dijo que se activaron medidas preventivas y se extremó la vigilancia en puertos, aeropuertos y zonas fronterizas, así como en los centros asistenciales, que están alertas ante posibles casos.
En Guatemala y Honduras no se han implementado medidas adicionales a los programas de prevención que ya existen.
Por el contrario, el Ministerio de Salud de Perú ha emitido una alerta epidemiológica a nivel nacional para prevenir que se disemine en el continente el brote de cólera que afecta a Haití.
Entre otras medidas está la obligación de notificar de manera inmediata todo caso de Enfermedad Diarreica Aguda (EDA) con síntomas sospechosos de cólera y de redoblar la vigilancia de la calidad del agua de consumo humano para identificar a las poblaciones en riesgo.
Luis Suárez Ognio, director general de Epidemiología del ministerio, recordó que Perú sufrió en 1991 la mayor epidemia de cólera en la historia del continente, con 322.562 casos notificados y cerca de 3.000 muertes por esa enfermedad solo ese año.
También el Gobierno venezolano activó esta semana "medidas de vigilancia epidemiológica". Según la ministra de Salud, Eugenia Sader, la medida incluye "el seguimiento de viajeros provenientes de Haití y la toma de muestras para descartar el virus, en el caso de vuelos humanitarios entre Caracas y la nación caribeña".
En Colombia y Ecuador, los respectivos Gobiernos tomaron medidas similares ante el riesgo de una "importación de casos", según fuentes oficiales colombianas.
En Cuba, las autoridades sanitarias no han anunciado medidas específicas, pero hoy la televisión estatal divulgó que los colaboradores médicos que trabajan en Haití han tomado precauciones como eliminar el pescado y los vegetales de su dieta, y están obligados a usar guantes para brindar sus servicios.
Según datos oficiales, al menos 900 médicos cubanos y de otros 17 países que se han graduado en la Escuela Latinoamericana de Medicina de La Habana trabajan actualmente en 125 centros sanitarios de Haití, donde brindan atención a los contagiados y realizan una labor preventiva para evitar que se propague el contagio.
La Secretaría de Salud de México, país que ha enviado a Haití 20 especialistas y material médico para ayudar a controlar la epidemia, no ha anunciado medidas especiales, como tampoco lo han hecho las autoridades de Bolivia, que simplemente han informado de que los 250 "cascos azules" bolivianos que cumplen una misión de paz en Haití están ayudando a combatir la epidemia de cólera en ese país.
En Estados Unidos, donde vive una importante comunidad haitiana, los Centros para Control de Enfermedades (CDC) no han emitido aviso alguno acerca del brote de cólera en Haití.
Tampoco lo han hecho los organismos competentes de Paraguay, Argentina, Brasil, Uruguay y Chile, aunque este último prepara una declaración sobre el tema para divulgar en las próximas horas.
Varios países latinoamericanos han tomado ya medidas preventivas ante el riesgo de que la epidemia de cólera en Haití, que se propaga a una velocidad "explosiva", según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), no respete fronteras.
Hasta ahora no ha habido ningún caso fuera de Haití, pero la alarma ha sonado en Panamá donde una misionera chilena llegada el miércoles al país está hospitalizada con síntomas de cólera.
La religiosa, cuya identidad no ha sido divulgada, llegó en un vuelo procedente de República Dominicana, donde hizo escala después de permanecer varios días en Haití dedicada a tareas humanitarias.
El recuerdo de la epidemia de cólera que empezó en Perú en enero de 1991 y se extendió por toda Latinoamérica, con alrededor de un 1,5 millones de casos y 11.500 muertes, se reavivó inmediatamente.
Según las últimas cifras del ministerio de Salud haitiano, el número de fallecidos por el brote de cólera en Haití ya ha superado los 300 y los infectados son 4.772.
"Esperamos una propagación muy rápida, incluso explosiva, de este brote", dijo ayer en Washington Jon K. Andrus, de la OPS, que espera como algo inevitable que se produzcan casos de cólera en República Dominicana, situada como Haití en la isla La Española.
El Gobierno dominicano ha reforzado la seguridad en la frontera terrestre como medida de prevención y la vigilancia epidemiológica en los puertos y aeropuertos.
Asimismo, dispuso crear un cordón sanitario de prevención y colaboración con el vecino país y anunció la reactivación de la Comisión Nacional del Cólera, creada en 1991 por la epidemia originada en Perú.
En Panamá, incluso antes del caso de la misionera chilena, a la que se le han practicado ya los análisis para determinar si padece cólera, cuyos resultados se conocerán mañana, ya se habían tomado medidas preventivas.
El Ministerio panameño de Salud ha extremado las medidas de higiene en aeropuertos y puertos del país, y además ha pedido a la población reforzar en los hogares medidas de precaución como el lavado de manos, frutas, vegetales y verduras, dijo Franklin Vergara, titular de esa cartera.
La ministra de Salud de Costa Rica, María Luisa Ávila, dijo hoy a Efe que el país mantiene activados los protocolos internacionales para la detección y tratamiento del cólera, lo que implica estar muy atento a casos de personas con diarrea y otros síntomas.
Además se insiste en el protocolo del lavado de manos en la población, como ya se hiciera para prevenir la Gripe AH1N1.
Las autoridades sanitarias de Nicaragua tienen un Plan de Acción ante la Alerta Epidemiológica Internacional por Cólera desde el 25 de octubre de este año 2010, según informan fuentes oficiales.
En El Salvador, la viceministra de salud, Violeta Menjívar, dijo que se activaron medidas preventivas y se extremó la vigilancia en puertos, aeropuertos y zonas fronterizas, así como en los centros asistenciales, que están alertas ante posibles casos.
En Guatemala y Honduras no se han implementado medidas adicionales a los programas de prevención que ya existen.
Por el contrario, el Ministerio de Salud de Perú ha emitido una alerta epidemiológica a nivel nacional para prevenir que se disemine en el continente el brote de cólera que afecta a Haití.
Entre otras medidas está la obligación de notificar de manera inmediata todo caso de Enfermedad Diarreica Aguda (EDA) con síntomas sospechosos de cólera y de redoblar la vigilancia de la calidad del agua de consumo humano para identificar a las poblaciones en riesgo.
Luis Suárez Ognio, director general de Epidemiología del ministerio, recordó que Perú sufrió en 1991 la mayor epidemia de cólera en la historia del continente, con 322.562 casos notificados y cerca de 3.000 muertes por esa enfermedad solo ese año.
También el Gobierno venezolano activó esta semana "medidas de vigilancia epidemiológica". Según la ministra de Salud, Eugenia Sader, la medida incluye "el seguimiento de viajeros provenientes de Haití y la toma de muestras para descartar el virus, en el caso de vuelos humanitarios entre Caracas y la nación caribeña".
En Colombia y Ecuador, los respectivos Gobiernos tomaron medidas similares ante el riesgo de una "importación de casos", según fuentes oficiales colombianas.
En Cuba, las autoridades sanitarias no han anunciado medidas específicas, pero hoy la televisión estatal divulgó que los colaboradores médicos que trabajan en Haití han tomado precauciones como eliminar el pescado y los vegetales de su dieta, y están obligados a usar guantes para brindar sus servicios.
Según datos oficiales, al menos 900 médicos cubanos y de otros 17 países que se han graduado en la Escuela Latinoamericana de Medicina de La Habana trabajan actualmente en 125 centros sanitarios de Haití, donde brindan atención a los contagiados y realizan una labor preventiva para evitar que se propague el contagio.
La Secretaría de Salud de México, país que ha enviado a Haití 20 especialistas y material médico para ayudar a controlar la epidemia, no ha anunciado medidas especiales, como tampoco lo han hecho las autoridades de Bolivia, que simplemente han informado de que los 250 "cascos azules" bolivianos que cumplen una misión de paz en Haití están ayudando a combatir la epidemia de cólera en ese país.
En Estados Unidos, donde vive una importante comunidad haitiana, los Centros para Control de Enfermedades (CDC) no han emitido aviso alguno acerca del brote de cólera en Haití.
Tampoco lo han hecho los organismos competentes de Paraguay, Argentina, Brasil, Uruguay y Chile, aunque este último prepara una declaración sobre el tema para divulgar en las próximas horas.