Algunos jerarcas de la Iglesia Católica están alineados a sectores conservadores: Sacha
La Paz, Abi
El ministro de Gobierno, Sacha Llorentin, denunció el lunes que algunos jerarcas de la Iglesia Católica están alineados a los empresarios conservadores de los medios de comunicación que rechazan la Ley Contra el Racismo y Toda Forma de Discriminación.
"Los jerarcas (de la Iglesia) estuvieron alineados por mucho tiempo con sectores de poder reaccionarios y conservadores. En este momento, hacen exactamente lo mismo, alineados a sectores del poder empresarial mediático, de algunos de los dueños de (medios) de comunicación", apuntó.
A su juicio, esos dueños de medios de comunicación no sólo instrumentalizan contra la Ley Contra el Racimos y Toda Forma de Discriminación, "sino quieren hacer creer que se está afectando a la libertad de expresión".
El Ministro Gobierno aseguró que la mayoría de los bolivianos no caen en esa trampa, es esa campaña repetitiva que pretende cuidad intereses, sin tomar en cuenta que "toda libertad viene de la mano de responsabilidades".
"El hecho de que se goce de libertad de expresión tiene que tener un límite y ese límite tiene que ser la dignidad de las personas", remarcó Llorenti.
Recordó que "hace un par de años el mismo Cardenal, Julio Terrazas, negó la existencia de servidumbre en la zona del chaco boliviano para defender los intereses de los terratenientes, a pesar de que fue un hecho verificado por los organismos internacionales".
Recordó también que durante el desarrollo de la Asamblea Constituyente, en la ciudad de Sucre, se convocó a movilizaciones en contra de la asamblea utilizando el campanario de la catedral, desde donde se llamó a marchas que derivaron en enfrentamientos.
"Entiendo que el Monseñor Pérez, Obispo de Sucre, en ese momento estaba alineado a las determinaciones de los sectores conservadores que querían promover acciones de enfrentamiento", remarcó.
Se refirió también a que la Conferencia Episcopal no "condenó oportunamente" hechos violentos y vergonzosos el 24 de mayo de 2008, cuando los campesinos e indígenas fueron, no sólo humillados sino vejados en un claro acto de racismo.
El ministro de Gobierno, Sacha Llorentin, denunció el lunes que algunos jerarcas de la Iglesia Católica están alineados a los empresarios conservadores de los medios de comunicación que rechazan la Ley Contra el Racismo y Toda Forma de Discriminación.
"Los jerarcas (de la Iglesia) estuvieron alineados por mucho tiempo con sectores de poder reaccionarios y conservadores. En este momento, hacen exactamente lo mismo, alineados a sectores del poder empresarial mediático, de algunos de los dueños de (medios) de comunicación", apuntó.
A su juicio, esos dueños de medios de comunicación no sólo instrumentalizan contra la Ley Contra el Racimos y Toda Forma de Discriminación, "sino quieren hacer creer que se está afectando a la libertad de expresión".
El Ministro Gobierno aseguró que la mayoría de los bolivianos no caen en esa trampa, es esa campaña repetitiva que pretende cuidad intereses, sin tomar en cuenta que "toda libertad viene de la mano de responsabilidades".
"El hecho de que se goce de libertad de expresión tiene que tener un límite y ese límite tiene que ser la dignidad de las personas", remarcó Llorenti.
Recordó que "hace un par de años el mismo Cardenal, Julio Terrazas, negó la existencia de servidumbre en la zona del chaco boliviano para defender los intereses de los terratenientes, a pesar de que fue un hecho verificado por los organismos internacionales".
Recordó también que durante el desarrollo de la Asamblea Constituyente, en la ciudad de Sucre, se convocó a movilizaciones en contra de la asamblea utilizando el campanario de la catedral, desde donde se llamó a marchas que derivaron en enfrentamientos.
"Entiendo que el Monseñor Pérez, Obispo de Sucre, en ese momento estaba alineado a las determinaciones de los sectores conservadores que querían promover acciones de enfrentamiento", remarcó.
Se refirió también a que la Conferencia Episcopal no "condenó oportunamente" hechos violentos y vergonzosos el 24 de mayo de 2008, cuando los campesinos e indígenas fueron, no sólo humillados sino vejados en un claro acto de racismo.