Wall Street baja el 0,21 por ciento en un día de números rojos generalizados
Nueva York, Agencias
La Bolsa de Nueva York vivió una jornada de números rojos, que no abandonó en toda la sesión, y cerró con un descenso del 0,21%, arrastrada por los descensos de las entidades financieras, mientras los inversores volvían la vista hacia materias primas como el oro y el crudo.
Finalmente, el Dow Jones de Industriales, el principal indicador de Wall Street, acabó con una bajada del 0,21%, hasta 10.835,28 puntos; el selectivo S&P 500 cayó el 0,26%, para quedar en 1.144,73 unidades, y el índice compuesto del Nasdaq retrocedió un 0,13% y terminó en 2.376,56 enteros.
Por contra, el Petróleo Intermedio de Texas (WTI), que es la referencia que se utiliza en Estados Unidos, subió con fuerza para cerrar con un avance del 2,2%, el más pronunciado desde el pasado 10 de septiembre.
El crudo registró esa subida tras conocerse que las reservas de petróleo en Estados Unidos disminuyeron la semana pasada, lo que suele traducirse en subidas, especialmente si el dólar está bajo con respecto a otras monedas (un euro se cambiaba por 1,3629 dólares), ya que la inversión en materias primas se hace más atractiva.
Lo mismo ocurrió con el oro, cuyos contratos de futuros con vencimiento en diciembre -los más negociados estos días- llegaron a negociarse a 1.314,8 dólares la onza, aunque finalmente terminaron la sesión a 1.310,3 dólares, el precio más alto de su historia.
Con una jornada huérfana de nuevos datos macroeconómicos -que suelen influir en el espíritu inversor de los participantes en el mercado de renta variable-, los inversores optaron por desviar la atención a otros mercados, así como por la venta de valores para recoger beneficios.
Los que más acusaron ese desinterés fueron hoy los bancos, que protagonizaron algunas de las caídas más pronunciadas del Dow Jones: American Express bajó un 1,56%, JPMorgan Chase un 1,39%, Bank of America un 1,21% y Travelers un 1,33%.
Igualmente, la compañía más negociada hoy en Nueva York fue Citigroup, que terminó con un avance del 0,97%, después de que el Tesoro estadounidense anunciara que ha dado los primeros pasos para deshacerse de su participación en ese banco, así como en la aseguradora AIG, que subió un 0,35%.
En cualquier caso, en la recta final de la sesión se diluyó gran parte de las pérdidas registradas en la mañana, gracias al avance registrado por compañías del sector energético, que en su conjunto avanzaron el 0,88%.
La más activa del sector fue la brasileña Petrobras, que cerró en el mercado neoyorquino con un impulso del 0,39%, mientras que en Sao Paulo fue capaz incluso de hacer que esa plaza terminara en positivo después de haber concluido la semana pasada su ambicioso y millonario plan de capitalización, con la mayor oferta pública de venta de acciones de la historia.
Las petroleras estadounidenses Exxon Mobil y Chevron, que pertenecen la Dow Jones, fueron la segunda y cuarta empresas del sector más activas de la jornada, aunque la primera de ellas cerró con una caída del 0,76%, mientras que la segunda subió el 0,49%.
Por su parte, las acciones de la británica BP que cotizan en Nueva York acabaron con un avance del 1,81% después de que sus acciones también se encontraran entre las más negociadas de la sesión.
En el sector tecnológico destacó el descenso del 9,02% registrado por las acciones de Nintendo que se negocian en Estados Unidos, después de que la firma japonesa revisara a la baja su previsión de facturación y beneficio, ante la fortaleza del yen y la percepción de que las ventas de consolas no van tan bien como se preveía.
Pese a los descensos de hoy, Wall Street va camino de cerrar mañana el mejor septiembre en décadas, ya que, a falta de una sesión para que acabe el mes, el Dow Jones acumula de momento un avance del 8,1%.
Mientas tanto, la deuda pública a 10 años bajaba de precio para ofrecer una rentabilidad, que evoluciona en sentido opuesto, del 2,5%.
La Bolsa de Nueva York vivió una jornada de números rojos, que no abandonó en toda la sesión, y cerró con un descenso del 0,21%, arrastrada por los descensos de las entidades financieras, mientras los inversores volvían la vista hacia materias primas como el oro y el crudo.
Finalmente, el Dow Jones de Industriales, el principal indicador de Wall Street, acabó con una bajada del 0,21%, hasta 10.835,28 puntos; el selectivo S&P 500 cayó el 0,26%, para quedar en 1.144,73 unidades, y el índice compuesto del Nasdaq retrocedió un 0,13% y terminó en 2.376,56 enteros.
Por contra, el Petróleo Intermedio de Texas (WTI), que es la referencia que se utiliza en Estados Unidos, subió con fuerza para cerrar con un avance del 2,2%, el más pronunciado desde el pasado 10 de septiembre.
El crudo registró esa subida tras conocerse que las reservas de petróleo en Estados Unidos disminuyeron la semana pasada, lo que suele traducirse en subidas, especialmente si el dólar está bajo con respecto a otras monedas (un euro se cambiaba por 1,3629 dólares), ya que la inversión en materias primas se hace más atractiva.
Lo mismo ocurrió con el oro, cuyos contratos de futuros con vencimiento en diciembre -los más negociados estos días- llegaron a negociarse a 1.314,8 dólares la onza, aunque finalmente terminaron la sesión a 1.310,3 dólares, el precio más alto de su historia.
Con una jornada huérfana de nuevos datos macroeconómicos -que suelen influir en el espíritu inversor de los participantes en el mercado de renta variable-, los inversores optaron por desviar la atención a otros mercados, así como por la venta de valores para recoger beneficios.
Los que más acusaron ese desinterés fueron hoy los bancos, que protagonizaron algunas de las caídas más pronunciadas del Dow Jones: American Express bajó un 1,56%, JPMorgan Chase un 1,39%, Bank of America un 1,21% y Travelers un 1,33%.
Igualmente, la compañía más negociada hoy en Nueva York fue Citigroup, que terminó con un avance del 0,97%, después de que el Tesoro estadounidense anunciara que ha dado los primeros pasos para deshacerse de su participación en ese banco, así como en la aseguradora AIG, que subió un 0,35%.
En cualquier caso, en la recta final de la sesión se diluyó gran parte de las pérdidas registradas en la mañana, gracias al avance registrado por compañías del sector energético, que en su conjunto avanzaron el 0,88%.
La más activa del sector fue la brasileña Petrobras, que cerró en el mercado neoyorquino con un impulso del 0,39%, mientras que en Sao Paulo fue capaz incluso de hacer que esa plaza terminara en positivo después de haber concluido la semana pasada su ambicioso y millonario plan de capitalización, con la mayor oferta pública de venta de acciones de la historia.
Las petroleras estadounidenses Exxon Mobil y Chevron, que pertenecen la Dow Jones, fueron la segunda y cuarta empresas del sector más activas de la jornada, aunque la primera de ellas cerró con una caída del 0,76%, mientras que la segunda subió el 0,49%.
Por su parte, las acciones de la británica BP que cotizan en Nueva York acabaron con un avance del 1,81% después de que sus acciones también se encontraran entre las más negociadas de la sesión.
En el sector tecnológico destacó el descenso del 9,02% registrado por las acciones de Nintendo que se negocian en Estados Unidos, después de que la firma japonesa revisara a la baja su previsión de facturación y beneficio, ante la fortaleza del yen y la percepción de que las ventas de consolas no van tan bien como se preveía.
Pese a los descensos de hoy, Wall Street va camino de cerrar mañana el mejor septiembre en décadas, ya que, a falta de una sesión para que acabe el mes, el Dow Jones acumula de momento un avance del 8,1%.
Mientas tanto, la deuda pública a 10 años bajaba de precio para ofrecer una rentabilidad, que evoluciona en sentido opuesto, del 2,5%.