Wall Street acaba con una racha de tres semanas de descensos
Nueva York, Agencias
Wall Street encadenó hoy cuatro sesiones consecutivas de avances, algo que no lograba desde hace más de un mes, y acabó con una racha de tres semanas de descensos, al lograr un avance semanal del 2,93% en el Dow Jones de Industriales.
Concretamente, ese indicador -la principal referencia de la Bolsa de Nueva York- subió hoy el 1,24%, al avanzar 127,83 puntos y quedar en 10.447,93, al tiempo que el selectivo S&P 500 ascendió el 1,32%, ya que escaló 14,41 puntos y cerró a 1.104,51.
El índice compuesto del mercado Nasdaq ganó también el 1,53%, después de ascender 33,74 puntos y finalizar en 2.233,75 en la víspera de un largo fin de semana en los mercados estadounidenses, ya que el lunes permanecerán cerrados por celebrarse en este país el Día del Trabajo (Labor Day).
Los avances de hoy fueron posibles gracias a los datos de empleo en agosto publicados antes de la apertura del mercado, que fueron mejores de lo previsto por los analistas, pese a que reflejaron una destrucción de 54.000 empleos y un aumento de una décima en la tasa de desempleo, que quedó en el 9,6%.
Aunque parezca paradójico, esta noticia animó a los inversores a comprar más en Bolsa, cuando lo razonable hubiera sido que, como viene ocurriendo en los últimos meses, optaran por retirarse del mercado en vista de que la recuperación de la economía estadounidense tiende a estancarse.
Sin embargo, durante los días previos de esta semana, los inversores ya daban muestras de agotamiento y de ganas de volver al mercado, por muy mal que pintara el panorama económico, lo que explica que los ambiguos datos macroeconómicos publicados esta semana no se tradujera en pérdidas bursátiles.
Así, después de un descenso el lunes del 1,39% en el Dow Jones con la publicación de poco alentadores datos de gastos e ingresos personales entre los estadounidenses, el martes ya comenzaron las subidas.
Ese día, el Dow subió un tímido 0,05% que le permitió mantener la cota de los 10.000 puntos, aunque ese día se ponía fin a un mes de agosto nefasto para Wall Street -el peor en nueve años- debido al temor de que la economía estadounidense vuelva a entrar en recesión.
El miércoles, la furia compradora irrumpió ya con fuerza en Wall Street, al conocerse que el sector manufacturero en Estados Unidos creció en agosto con mayor vigor de lo que se esperaba.
Ese dato contribuyó a que se acelerara de inmediato la compra de valores en la Bolsa de Nueva York, que en cualquier caso ya había iniciado la sesión con una sólida tendencia alcista.
Al día siguiente los inversores seguían entusiasmados con la idea de dejar atrás las pérdidas y volvieron a apostar por las compras, animados por la difusión de cifras de ventas de casas, de peticiones de ayudas por desempleo y de actividad en el sector minorista.
Esos datos resultaron esperanzadores para los inversores, habituados como están a recibir noticias que suelen apuntar más bien a una ralentización de la actividad económica.
Algunos analistas temían que los datos publicados hoy rompieran esta fiebre compradora, pero finalmente no pudieron con ella, con lo que Wall Street encadenó cuatro sesiones de avances y el S&P 500, por ejemplo, logró su mayor avance semanal (3,75%) desde julio.
El Nasdaq acumuló esta semana una subida del 3,72%, en un día en que la rentabilidad de la deuda pública a diez años (que se suele considerar como una inversión segura y, por tanto, popular en los malos tiempos) bajó con fuerza de precio, con lo que su rentabilidad avanzó hasta el 2,71%.
En el ámbito empresarial, la gran noticia de la semana fue la compra de Burger King por parte de 3G Capital, un fondo de inversión respaldado por capital brasileño que está dispuesto a pagar por la segunda mayor cadena de hamburgueserías del país un total del 4.000 millones de dólares, deuda incluida.
Esta noticia hizo que los inversores se lanzaran a comprar acciones de Burger King, con la idea de que luego 3G Capital se las compre por los 24 dólares que ofrece.
Así, la cotización de esta compañía se ha disparado en Bolsa, ya que el miércoles, cuando se publicaron los primeros rumores sobre la operación, sus acciones ya subieron un 14,25%, y el jueves, cuando se anunció el acuerdo, saltaron un 25%.
El avance de hoy de un mínimo 0,04% dejó las acciones en 23,6 dólares cada una, por debajo de los 24 dólares ofrecidos, lo que quiere decir que los inversores no prevén que vaya a aparecer otro fondo de inversión con una contraoferta.
Wall Street encadenó hoy cuatro sesiones consecutivas de avances, algo que no lograba desde hace más de un mes, y acabó con una racha de tres semanas de descensos, al lograr un avance semanal del 2,93% en el Dow Jones de Industriales.
Concretamente, ese indicador -la principal referencia de la Bolsa de Nueva York- subió hoy el 1,24%, al avanzar 127,83 puntos y quedar en 10.447,93, al tiempo que el selectivo S&P 500 ascendió el 1,32%, ya que escaló 14,41 puntos y cerró a 1.104,51.
El índice compuesto del mercado Nasdaq ganó también el 1,53%, después de ascender 33,74 puntos y finalizar en 2.233,75 en la víspera de un largo fin de semana en los mercados estadounidenses, ya que el lunes permanecerán cerrados por celebrarse en este país el Día del Trabajo (Labor Day).
Los avances de hoy fueron posibles gracias a los datos de empleo en agosto publicados antes de la apertura del mercado, que fueron mejores de lo previsto por los analistas, pese a que reflejaron una destrucción de 54.000 empleos y un aumento de una décima en la tasa de desempleo, que quedó en el 9,6%.
Aunque parezca paradójico, esta noticia animó a los inversores a comprar más en Bolsa, cuando lo razonable hubiera sido que, como viene ocurriendo en los últimos meses, optaran por retirarse del mercado en vista de que la recuperación de la economía estadounidense tiende a estancarse.
Sin embargo, durante los días previos de esta semana, los inversores ya daban muestras de agotamiento y de ganas de volver al mercado, por muy mal que pintara el panorama económico, lo que explica que los ambiguos datos macroeconómicos publicados esta semana no se tradujera en pérdidas bursátiles.
Así, después de un descenso el lunes del 1,39% en el Dow Jones con la publicación de poco alentadores datos de gastos e ingresos personales entre los estadounidenses, el martes ya comenzaron las subidas.
Ese día, el Dow subió un tímido 0,05% que le permitió mantener la cota de los 10.000 puntos, aunque ese día se ponía fin a un mes de agosto nefasto para Wall Street -el peor en nueve años- debido al temor de que la economía estadounidense vuelva a entrar en recesión.
El miércoles, la furia compradora irrumpió ya con fuerza en Wall Street, al conocerse que el sector manufacturero en Estados Unidos creció en agosto con mayor vigor de lo que se esperaba.
Ese dato contribuyó a que se acelerara de inmediato la compra de valores en la Bolsa de Nueva York, que en cualquier caso ya había iniciado la sesión con una sólida tendencia alcista.
Al día siguiente los inversores seguían entusiasmados con la idea de dejar atrás las pérdidas y volvieron a apostar por las compras, animados por la difusión de cifras de ventas de casas, de peticiones de ayudas por desempleo y de actividad en el sector minorista.
Esos datos resultaron esperanzadores para los inversores, habituados como están a recibir noticias que suelen apuntar más bien a una ralentización de la actividad económica.
Algunos analistas temían que los datos publicados hoy rompieran esta fiebre compradora, pero finalmente no pudieron con ella, con lo que Wall Street encadenó cuatro sesiones de avances y el S&P 500, por ejemplo, logró su mayor avance semanal (3,75%) desde julio.
El Nasdaq acumuló esta semana una subida del 3,72%, en un día en que la rentabilidad de la deuda pública a diez años (que se suele considerar como una inversión segura y, por tanto, popular en los malos tiempos) bajó con fuerza de precio, con lo que su rentabilidad avanzó hasta el 2,71%.
En el ámbito empresarial, la gran noticia de la semana fue la compra de Burger King por parte de 3G Capital, un fondo de inversión respaldado por capital brasileño que está dispuesto a pagar por la segunda mayor cadena de hamburgueserías del país un total del 4.000 millones de dólares, deuda incluida.
Esta noticia hizo que los inversores se lanzaran a comprar acciones de Burger King, con la idea de que luego 3G Capital se las compre por los 24 dólares que ofrece.
Así, la cotización de esta compañía se ha disparado en Bolsa, ya que el miércoles, cuando se publicaron los primeros rumores sobre la operación, sus acciones ya subieron un 14,25%, y el jueves, cuando se anunció el acuerdo, saltaron un 25%.
El avance de hoy de un mínimo 0,04% dejó las acciones en 23,6 dólares cada una, por debajo de los 24 dólares ofrecidos, lo que quiere decir que los inversores no prevén que vaya a aparecer otro fondo de inversión con una contraoferta.