Villa saca al Barcelona del lío


Barcelona, As
Ya hay plan anti - Barcelona. Se ha estado gestando durante las dos primeras temporadas de Guardiola y ahora parece aceptado y homologado. Como si los entrenadores compartieran apuntes y confidencias y repasaran la lección que impartió Esteban Vigo, que parió un milagro al que muchos quieren apuntarse. El Sporting de Preciado, un equipo generalmente generoso de centro del campo en adelante, se sumó a ese estilo basado en desgastar al Barcelona, minar su moral y quebrar su generación de juego. Para el equipo azulgrana hay algo de halago en la obsesión por enviarle a la sequía pero sobre todo hay un incordio que requerirá un análisis paciente. Y el regreso de Messi, claro.

Porque la 'messidependencia' es un hecho del que el Barcelona no puede huir y por el que no debe avergonzarse. No es una señal de pobreza o limitación sino la consecuencia de tener en sus filas al mejor del mundo, especialista en derribar murallas defensivas y en convertir etapas de montaña en sprints cuesta abajo. Sin él todo parece más caro y sin él necesita el Barcelona más esfuerzo y más precisión. El partido ante el Sporting lo demostró y se agarró un chispazo, una conexión eléctrica entre Alves y Villa, para no desembocar en catástrofe. Ese gol llegó en el minuto 49 cuando el Barcelona sumaba 139 (algo más de un partido y medio) sin marcar en el Camp Nou en el arranque del campeonato, dato inédito desde la 73/74 y un espaldarazo para los gestores de este plan anti Barça.

Un plan que pasa por defender con ahínco, acumulación de unidades y trabajo centralizado en la congestión de la zona central y el juego entre líneas del Barcelona. Tapar a Xavi, tapar los balones filtrados como cuchillas y dedicarse a estorbar a Alves para que no se rompa por la derecha lo que tanto cuesta sostener en el resto del campo. Ese plan queda bendecido si no está Messi y si el Barcelona pasa por el partido de puntillas, espeso y sin apenas vigor ni chispa. Tres días después del esfuerzo licuante del Calderón y a tres de viajar a San Mamés, otra salida de cuchillos largos. Además ayuda de forma capital que el Barça no acierte a las primeras de cambio. Ante el Hércules falló Bojan, esta vez Iniesta indultó a Cuéllar en un remate muy similar al que masacró a Stekelenburg y puso a España en la cima del mundo.

Pero quizá lo más sorprendente del Sporting fue su entereza tras el revés y su lucha contra el desánimo. Del vestuario salió un Barcelona más enchufado y vertical, con Pedro en el campo e Iniesta lejos de las bandas, en la zona de creación junto a Xavi. Llegó el gol, en un buen servicio de Alves que embocó un Villa hasta entonces impreciso, y llegaron los mejores minutos del Barcelona, que amenazó con llevarse por delante todo el buen y sordo trabajo anterior del Sporting. Al contrario, Preciado dio aire con Diego Castro y De las Cuevas y el equipo asturiano pisó campo contrario y terminó, aunque sin grandes ocasiones, obligando al Barcelona a unos apuros finales tan ligeros como imprevistos.

Más allá de Messi, al equipo de Guardiola le faltó frescura y fluidez, ideas y piernas para romper las líneas de un rival que terminaba en una inercia de ocho defensas en torno a su portero. Xavi no brilló, Alves no rompió, Iniesta lo intentó todo pero no estuvo dulce y Bojan se atropelló en los metros finales. Nada funcionaba, siempre faltaba un pase para crear la ocasión o un centímetro para llegar a rematarla, y el partido fue un martirio de posesión constante y pocas llegadas lúcidas. Un partido de frontón.

Iniesta y Villa pudieron ampliar el marcador pero no hubo manera y el Barcelona se limitó a salvar los muebles. Guardiola suma cinco de cinco ante el Sporting y Preciado sigue sin ganar en el Camp Nou. Lo previsto, sí, pero con mucha más historia de lo previsto por el trabajo del Sporting y la falta de electricidad del Barcelona. Por la falta de Messi y la aplicación por parte de otro rival de un plan que entre todos van perfeccionando para ahogarle y llevarle al límite. Este será otro reto casi rutinario, la historia que le espera en tantas jornadas, para el Barcelona. Un motivo para no dejarse nunca la excelencia en el vestuario... y para rezar por la recuperación de Messi.

Barcelona: Valdés; Alves, Puyol (Piqué, min. 45), Milito, Maxwell; Busquets, Xavi, Keita (Pedro, min. 45); Iniesta, Bojan (Mascherano, min. 70) y Villa.

Sporting: Cuéllar; Sastre, Botía, Iván Hernández, José Angel; Rivera (Sergio Álvarez, min. 86), Matabuena (Diego Castro, min. 57); Luis Morán, Lora, Bilic (De las Cuevas, min. 68) y Barral.

Gol: 1-0, m.49: Villa.
Árbitro: Paradas Romero (comité andaluz). Amonestó con cartulina amarilla a Rivera, Cuéllar, Matabuena, Bilic, Botía, Milito y Piqué.

Incidencias: partido correspondiente a la cuarta jornada de Liga de Primera división, disputado en el Camp Nou ante 66.947 espectadores. Se guardó un minuto de silencio en memoria de Jordi Pitarque, futbolista del Reus fallecido el pasado 7 de septiembre.

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