Proceso constituyente de Bolivia es de avanzada por proposiciones que plantea,

Santa Cruz, Abi
El proceso constituyente iniciado por Bolivia en 2006 es de "cuarta generación por las revolucionarias proposiciones que realiza y por recoger desde la base la realidad de un país plurinacional", dijo el martes el destacado constitucionalista boliviano Luis Gutiérrez Sardán.

Durante su participación en la Conferencia Internacional Hacia un Tribunal Constitucional, promovido por la Vicepresidencia, la Asamblea Legislativa y la cooperación alemana GTZ-CONCED por encargo de la cancillería de Alemania, Gutiérrez Sardán anotó que la nueva Constitución boliviana da un paso adelante a lo que fueron en el pasado Cartas de Ciudadanía de los sistemas neoliberal, social y socialista.

Señaló que la principal característica de la Carta Magna promulgada en febrero de 2009 es que destaca la participación del pueblo como elemento principal del cambio.

El jurista manifestó que por ello la Constitución "es vista con expectativa por el mundo porque de su éxito dependerá que otras naciones la repliquen y sigan el proceso de cambio iniciado en el país.

Ante más de dos centenas de asistentes a la Conferencia, que cuenta con la presencia de especialistas de nueve países, explicó que labrar la nueva Carta Magna boliviana fue como "mirarse en el espejo para ver la realidad, no como sucedió en Constituciones anteriores que era copias de otras extranjeras o elaboradas en los escritorios de los burócratas".

"La Constitución boliviana fue elaborada en largos debates en la Asamblea Constituyente entre 2006 y 2007 en Sucre, sometida a presiones de grupos tradicionales de poder interesados en mantener todo inmutable para seguir sirviéndose de la riqueza nacional", expresó.

"Nuestros constituyentes tuvieron que sesionar hasta en un recinto militar para no ser víctimas de más vejaciones de organizaciones neoliberales que querían el fracaso del proceso", dijo.

Manifestó que la Constitución es la expresión del pensamiento político de un momento determinado de la historia en el que el pueblo decidió llevar adelante cambios para que rija la equidad y la justicia social.

"Para ello tuvieron que ser desmoronados una serie de posicionamientos tradicionales, como aquel que la Ley está por encima de la Constitución para seguir impulsando instrumentos legales que sirvan a sus intereses antes que los del pueblo", anotó.

Agregó que esos sectores oligárquicos y neoliberales, con una Ley de Hidrocarburos inconstitucional "transnacionalizaron los recursos petroleros y gasíferos de Bolivia poniéndolos al servicio de empresas extranjeras".

"Hablaban de separación de Poderes para cuotearse espacios y no para defender la independencia de los Poderes Estatales, mucho menos considerar que el Poder debe estar al servicio del ciudadano y no al revés", indicó Gutiérrez Sardán, quien es uno de los principales expertos en Derecho Constitucional de Bolivia.

Subrayó que, contrariamente a otros instrumentos jurídicos, La Carta Magna boliviana incluye en su estructura un catálogo de derechos sociales, individuales, económicos, comunitarios y de las naciones que componen el país para incorporar a todos los ciudadanos al pleno goce de sus derechos constitucionales".

Enfatizó que la Constitución necesitaba de la aprobación de Leyes puntuales que le permitan una aplicación adecuada, como las de los Órganos Judicial y Electoral, del Régimen Electoral, del Tribunal Constitucional y la Ley Marco de Autonomías que marcan la nueva estructura legal de Bolivia.

"Resta aún debatir y aprobar en la Asamblea Legislativa la Ley de Deslinde Jurisdiccional que permitirá articular competencias de los organismos de poder y administrativos en todos los ámbitos con el fin de evitar entrecruzamientos", afirmó.

Gutiérrez Sardán hizo hincapié en la participación del pueblo como pilar fundamental del proceso de cambio que impulsa el Gobierno del Presidente Evo Morales Ayma. "Estos cambios comenzaron a germinar hace mucho tiempo en las movilizaciones indígenas, campesinas y sindicales que luchaban por sus reivindicaciones", indicó.

Dijo que los gobiernos neoliberales defendían una democracia representativa que significaba que el pueblo no gobierna por sí mismo, sino a través de sus representantes.

"De esa manera los grupos políticos tradicionales se aseguraban en el poder y se turnaban en busca de mantener sus intereses, sin preocuparse por el de las mayorías a quienes no representaban, solamente utilizaban su voto para encaramarse en el poder", indicó.

El jurista señaló que con el nuevo orden constitucional es el pueblo el que no solamente está inmerso en una democracia participativa, sino decisoria a través de las consultas y referéndums sobre diversos asuntos de la coyuntura nacional.

Recordó que la propia Constitución fue aprobada en un referéndum en el que un 67 por ciento de los bolivianos apoyaron su puesta en marcha.

"De esa manera la democracia boliviana es ahora real porque el poder lo ejerce el pueblo y las autoridades son servidores de los intereses nacionales", puntualizó.

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