Presos de San Pedro exhiben sus trabajos, pero les falta promoción y comprador
La Paz, Abi
Con el propósito de fomentar la terapia ocupacional a favor de los privados de libertad, en la cárcel de San Pedro se realizó el sábado una feria para promocionar sus artesanías y otros trabajos en espera de compradores.
La monotonía del penal de San Pedro, donde están recluidos casi 1.600 personas, se vio interrumpida con la feria de artesanías preparada por los propios reclusos dentro del proceso de rehabilitación y a la que tuvo acceso la Agencia Boliviana de Información (ABI).
Bajo el lema "matemos el delito, salvemos a la persona", al menos 600 internos de este penal de La Paz mostraron una serie de obras artísticas, tales como cuadros pictóricos, repujados en madera, macramé, bonsai, joyas de semillas, artesanías en porcelana fría, pinturas, muebles en madera, pintura en tela, productos de cuero, edredones, tejidos y otros.
Se pudieron observar trabajos artesanales de excelente calidad, que son puestos a la venta a precios económicos para que los propios reclusos puedan tener un ingreso económico que les permita cubrir sus necesidades y pagar los trámites judiciales e inclusive el sustento de sus familias.
En la feria también se dio un espacio a la repostería y la gastronomía con platos típicos de comida nacional y de otros países, en especial los preparados por los internos de nacionalidad peruana que hicieron degustar chupes de camarones y ceviches.
El gobernador de la cárcel, teniente coronel Roberto Cassas, destacó que sin tomar en cuenta a los ayudantes, hay 600 artesanos que ocupan su tiempo haciendo trabajos de calidad, incluso algunos que podrían ser exportados.
Cassas se comprometió gestionar ante las autoridades para que en diciembre en la Plaza Sucre, más conocida como Plaza de San Pedro, se pueda realizar una feria con los trabajos que elaboren los reclusos.
Dante Escóbar, presidente del Consejo de Delegados de los presos, reclamó un mayor respaldo de parte de las autoridades en el proceso de rehabilitación, puesto que la mayoría de los trabajos que se realizan son por cuenta propia, desde el material hasta la venta, con las dificultades que esto implica.
Dijo que la realización de estos trabajos se constituye en una terapia que les permite sobrellevar los días de reclusión y el cumplimiento de sus deudas con la sociedad.
"Qué lindo sería que estos trabajos sean conocidos por la ciudadanía y se muestre otra imagen del preso, porque aquí hay disciplina, pese a la pobreza", anotó.
"El esfuerzo del preso por rehabilitarse, fabricar diversos productos para venderlos y conseguir recursos para su subsistencia y de sus familias. Algunos reclusos deben sostener a veces hasta seis hijos", subrayó.
Con el propósito de fomentar la terapia ocupacional a favor de los privados de libertad, en la cárcel de San Pedro se realizó el sábado una feria para promocionar sus artesanías y otros trabajos en espera de compradores.
La monotonía del penal de San Pedro, donde están recluidos casi 1.600 personas, se vio interrumpida con la feria de artesanías preparada por los propios reclusos dentro del proceso de rehabilitación y a la que tuvo acceso la Agencia Boliviana de Información (ABI).
Bajo el lema "matemos el delito, salvemos a la persona", al menos 600 internos de este penal de La Paz mostraron una serie de obras artísticas, tales como cuadros pictóricos, repujados en madera, macramé, bonsai, joyas de semillas, artesanías en porcelana fría, pinturas, muebles en madera, pintura en tela, productos de cuero, edredones, tejidos y otros.
Se pudieron observar trabajos artesanales de excelente calidad, que son puestos a la venta a precios económicos para que los propios reclusos puedan tener un ingreso económico que les permita cubrir sus necesidades y pagar los trámites judiciales e inclusive el sustento de sus familias.
En la feria también se dio un espacio a la repostería y la gastronomía con platos típicos de comida nacional y de otros países, en especial los preparados por los internos de nacionalidad peruana que hicieron degustar chupes de camarones y ceviches.
El gobernador de la cárcel, teniente coronel Roberto Cassas, destacó que sin tomar en cuenta a los ayudantes, hay 600 artesanos que ocupan su tiempo haciendo trabajos de calidad, incluso algunos que podrían ser exportados.
Cassas se comprometió gestionar ante las autoridades para que en diciembre en la Plaza Sucre, más conocida como Plaza de San Pedro, se pueda realizar una feria con los trabajos que elaboren los reclusos.
Dante Escóbar, presidente del Consejo de Delegados de los presos, reclamó un mayor respaldo de parte de las autoridades en el proceso de rehabilitación, puesto que la mayoría de los trabajos que se realizan son por cuenta propia, desde el material hasta la venta, con las dificultades que esto implica.
Dijo que la realización de estos trabajos se constituye en una terapia que les permite sobrellevar los días de reclusión y el cumplimiento de sus deudas con la sociedad.
"Qué lindo sería que estos trabajos sean conocidos por la ciudadanía y se muestre otra imagen del preso, porque aquí hay disciplina, pese a la pobreza", anotó.
"El esfuerzo del preso por rehabilitarse, fabricar diversos productos para venderlos y conseguir recursos para su subsistencia y de sus familias. Algunos reclusos deben sostener a veces hasta seis hijos", subrayó.