Países clausuran cumbre revisión ODM esperando más financiación de los ricos
Naciones Unidas, Agencias
Los países de la ONU clausuraron hoy su cumbre de revisión de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) después de tres días de numerosos discursos y repetidas llamadas a los países ricos para que traduzcan en financiación su voluntad política.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, se mostró optimista respecto a la consecución en 2015 de los ocho ODM acordados en 2000 y cuyos avances se han revisado esta semana, y consideró las reuniones como un "éxito", además de subrayar que han sentado "unas bases sólidas para el progreso" en esas metas.
"En estos momentos de incertidumbre económica y austeridad fiscal hemos dicho que la crisis no es excusa para que abandonemos los esfuerzos y por ello subrayamos la necesidad de actuar", dijo Ban, que afirmó que "después de todo, los ODM van más allá del desarrollo".
Los ODM, a alcanzar en 2015, son erradicar la pobreza extrema y el hambre, lograr la escolarización primaria universal, fomentar la igualdad de género, reducir la mortalidad infantil, mejorar la sanidad materna, combatir el virus del VIH y el sida, asegurar la sostenibilidad ambiental y desarrollar una asociación global para el desarrollo.
"Hay que estar seguros de que las promesas que se hacen se mantienen", pidió Ban a los países al presentar las conclusiones de esta cumbre de tres días, en la que en más de una ocasión los oradores expresaron sus discursos ante un plenario prácticamente vacío.
A las quejas y reproches más o menos abiertos, algunos países como Alemania y su canciller, Angela Merkel, respondieron señalando que la ayuda exterior al desarrollo "sólo puede ser una contribución a los recursos nacionales, pero no los sustituye".
Merkel puntualizó que "la ayuda al desarrollo no puede durar indefinidamente. El objetivo es usar los limitados recursos de forma efectiva y la manera de hacerlo es mediante el buen gobierno".
Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció la nueva política de su país de ayuda al desarrollo, que se centrará en las naciones con más posibilidades de convertirse en economías emergentes y se evaluará de modo más riguroso.
"Estados Unidos va a cambiar el modo" en que planifica su ayuda, de manera que se aliente un "desarrollo sostenible" en lugar de perpetuar la dependencia, "un ciclo que tenemos que romper", dijo el mandatario estadounidense.
Obama precisó que EE.UU. "ha sido y seguirá siendo el país líder en aportar asistencia".
"No abandonaremos a quienes dependen de nosotros para recibir auxilio que salve vidas", insistió el presidente, cuya alocución fue acogida con aplausos dispersos entre los presentes en el plenario de la ONU.
Otros como el primer ministro de China, Wen Jiabao, criticó a las economías más desarrolladas mediante acusaciones indirectas de que no han mantenido sus compromisos de ayudar a las naciones en desarrollo.
Wen consideró que las economías desarrolladas "deberían honrar de sus compromisos y asumir que tienen una responsabilidad hacia los países en desarrollo", además de aumentar hasta el 0,7 por ciento del producto interior bruto (PIB) su ayuda exterior.
Desde las organizaciones no gubernamentales también llegaron críticas a esta reunión, como en el caso de la directora ejecutiva de Action Aide, Joanna Kerr, quien consideró que "esta cumbre ha sido un espectáculo caro que ha sido mucho ruido y pocas nueces".
Kerr describió los tres días de reuniones como "una avalancha de sentimientos que han escondido de manera inteligente que no hay planes de acción con recursos para luchar contra la pobreza, tal como están anunciando".
La activista internacional advirtió de que hubiera sido un buen momento para que los líderes mundiales se preocuparan de tomar medidas para atajar una eventual crisis alimentaria global, pues señaló que cada día "hay mil millones de personas que se van a dormir con hambre".
"Las cumbres de la ONU seguirán siendo un fracaso mientras los líderes sigan haciendo promesas vacías en muchos ámbitos", señaló Kerr, que insistió en que sólo la acción concertada puede salvar los ODM a cinco años de que llegue su fecha de cumplimiento.
Para Ban, sin embargo, las intensas reuniones de estos tres días y el haberlas plasmado en un documento que consideró como una "hoja de ruta" servirán para acelerar los progresos de las metas, y crear puestos de trabajo, un desarrollo incluyente y sostenido, así como lograr el éxito de la retrasada conclusión de las negociaciones de la Ronda del Desarrollo de Doha o mejorar la seguridad alimentaria.
Los países de la ONU clausuraron hoy su cumbre de revisión de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) después de tres días de numerosos discursos y repetidas llamadas a los países ricos para que traduzcan en financiación su voluntad política.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, se mostró optimista respecto a la consecución en 2015 de los ocho ODM acordados en 2000 y cuyos avances se han revisado esta semana, y consideró las reuniones como un "éxito", además de subrayar que han sentado "unas bases sólidas para el progreso" en esas metas.
"En estos momentos de incertidumbre económica y austeridad fiscal hemos dicho que la crisis no es excusa para que abandonemos los esfuerzos y por ello subrayamos la necesidad de actuar", dijo Ban, que afirmó que "después de todo, los ODM van más allá del desarrollo".
Los ODM, a alcanzar en 2015, son erradicar la pobreza extrema y el hambre, lograr la escolarización primaria universal, fomentar la igualdad de género, reducir la mortalidad infantil, mejorar la sanidad materna, combatir el virus del VIH y el sida, asegurar la sostenibilidad ambiental y desarrollar una asociación global para el desarrollo.
"Hay que estar seguros de que las promesas que se hacen se mantienen", pidió Ban a los países al presentar las conclusiones de esta cumbre de tres días, en la que en más de una ocasión los oradores expresaron sus discursos ante un plenario prácticamente vacío.
A las quejas y reproches más o menos abiertos, algunos países como Alemania y su canciller, Angela Merkel, respondieron señalando que la ayuda exterior al desarrollo "sólo puede ser una contribución a los recursos nacionales, pero no los sustituye".
Merkel puntualizó que "la ayuda al desarrollo no puede durar indefinidamente. El objetivo es usar los limitados recursos de forma efectiva y la manera de hacerlo es mediante el buen gobierno".
Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció la nueva política de su país de ayuda al desarrollo, que se centrará en las naciones con más posibilidades de convertirse en economías emergentes y se evaluará de modo más riguroso.
"Estados Unidos va a cambiar el modo" en que planifica su ayuda, de manera que se aliente un "desarrollo sostenible" en lugar de perpetuar la dependencia, "un ciclo que tenemos que romper", dijo el mandatario estadounidense.
Obama precisó que EE.UU. "ha sido y seguirá siendo el país líder en aportar asistencia".
"No abandonaremos a quienes dependen de nosotros para recibir auxilio que salve vidas", insistió el presidente, cuya alocución fue acogida con aplausos dispersos entre los presentes en el plenario de la ONU.
Otros como el primer ministro de China, Wen Jiabao, criticó a las economías más desarrolladas mediante acusaciones indirectas de que no han mantenido sus compromisos de ayudar a las naciones en desarrollo.
Wen consideró que las economías desarrolladas "deberían honrar de sus compromisos y asumir que tienen una responsabilidad hacia los países en desarrollo", además de aumentar hasta el 0,7 por ciento del producto interior bruto (PIB) su ayuda exterior.
Desde las organizaciones no gubernamentales también llegaron críticas a esta reunión, como en el caso de la directora ejecutiva de Action Aide, Joanna Kerr, quien consideró que "esta cumbre ha sido un espectáculo caro que ha sido mucho ruido y pocas nueces".
Kerr describió los tres días de reuniones como "una avalancha de sentimientos que han escondido de manera inteligente que no hay planes de acción con recursos para luchar contra la pobreza, tal como están anunciando".
La activista internacional advirtió de que hubiera sido un buen momento para que los líderes mundiales se preocuparan de tomar medidas para atajar una eventual crisis alimentaria global, pues señaló que cada día "hay mil millones de personas que se van a dormir con hambre".
"Las cumbres de la ONU seguirán siendo un fracaso mientras los líderes sigan haciendo promesas vacías en muchos ámbitos", señaló Kerr, que insistió en que sólo la acción concertada puede salvar los ODM a cinco años de que llegue su fecha de cumplimiento.
Para Ban, sin embargo, las intensas reuniones de estos tres días y el haberlas plasmado en un documento que consideró como una "hoja de ruta" servirán para acelerar los progresos de las metas, y crear puestos de trabajo, un desarrollo incluyente y sostenido, así como lograr el éxito de la retrasada conclusión de las negociaciones de la Ronda del Desarrollo de Doha o mejorar la seguridad alimentaria.