ONU: El ataque israelí a la flotilla humanitaria de Gaza fue "desproporcionado"
Ginebra, Agencias
El asalto del Ejército israelí contra la flotilla humanitaria que la pasada primavera trataba de romper el bloqueo de Gaza, y en el que murieron nueve activistas turcos, fue "desproporcionado" y de una "increíble e innecesaria violencia", según el informe difundido hoy por la misión de investigación del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
"El ataque conllevó un nivel inaceptable de brutalidad, una conducta que no puede ser justificada sobre bases de seguridad u otras", señala el informe, publicado esta noche en la página web del Consejo y que será debatido la próxima semana.
Para el grupo que ha investigado los hechos, "el ataque constituyó una grave violación de las leyes de derechos humanos y la ley humanitaria internacional".
"La misión ha llegado a la firme conclusión de que el 31 de mayo existía una crisis humanitaria en Gaza. La carga de las pruebas provenientes de fuentes impecables es tan abrumadora que no se puede tener una opinión diferente, y una de las conclusiones que se derivan de ello es que el bloqueo de Gaza es totalmente ilegal", afirman los investigadores.
El informe de los tres expertos nombrados por el Consejo de Derechos Humanos asegura que "en el tiempo transcurrido, no ha habido tiempo de compilar una lista total de los abusos cometidos (por los soldados israelíes), pero hay claras pruebas para apoyar acusaciones de los siguientes crímenes de acuerdo al artículo 147 de la Convención de Ginebra".
Y señala, entre otros cargos el de "asesinato premeditado, tortura o trato inhumano, o causar a propósito gran sufrimiento o heridas graves".
También considera la misión que Israel cometió violaciones de las leyes internacionales contra "el derecho a la vida, torturas y otros tratos crueles o degradantes, contra el derecho a la libertad, delitos de arresto arbitrario, y en contra el derecho de los detenidos a ser tratados con humanidad y respeto".
Afirman que los perpetradores de estos crímenes "no podrán ser identificados sin la asistencia de las autoridades israelíes", por lo que piden su cooperación.
Pero la misión de la ONU recalca que "no es la primera vez que el Gobierno de Israel se niega a cooperar en investigaciones en las que su personal militar está involucrado".
Asegura que Israel "busca justificar el bloqueo en base a razones de seguridad" y aunque reconoce que "el Estado de Israel tiene derecho a paz y seguridad como todos, y el disparo de cohetes contra el territorio israelí desde Gaza constituye una grave violación de la las leyes internacionales" el bloqueo en respuesta constituye "un castigo colectivo a la población civil de Gaza que no es legal en ninguna circunstancia".
En otro punto del informe, la misión se dice "impresionada" por los activistas de la flotilla que comparecieron ante ellos, por considerar que son "personas verdaderamente comprometidas con el espíritu de humanitarismo y con una preocupación genuina por el bienestar de los habitantes de Gaza".
Responden así a las alegaciones que en su momento dio Israel acerca de que los activistas del buque "Mavi Marmara", asaltado por el Ejército, eran "terroristas".
También asegura la misión de la ONU que "la situación de Gaza, carente de los mínimos estándares de bienestar, es totalmente inaceptable e intolerable en el siglo XXI" por lo que insta a las partes y a la comunidad internacional a buscar una solución que ponga fin al conflicto palestino-israelí.
La misión del Consejo de Derechos Humanos está formada por Karl T. Hudson-Phillips, de Trinidad y Tobago; Desmond de Silva, de Gran Bretaña; y Mary Shanthi Dairiam, de Malasia.
El asalto del Ejército israelí contra la flotilla humanitaria que la pasada primavera trataba de romper el bloqueo de Gaza, y en el que murieron nueve activistas turcos, fue "desproporcionado" y de una "increíble e innecesaria violencia", según el informe difundido hoy por la misión de investigación del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
"El ataque conllevó un nivel inaceptable de brutalidad, una conducta que no puede ser justificada sobre bases de seguridad u otras", señala el informe, publicado esta noche en la página web del Consejo y que será debatido la próxima semana.
Para el grupo que ha investigado los hechos, "el ataque constituyó una grave violación de las leyes de derechos humanos y la ley humanitaria internacional".
"La misión ha llegado a la firme conclusión de que el 31 de mayo existía una crisis humanitaria en Gaza. La carga de las pruebas provenientes de fuentes impecables es tan abrumadora que no se puede tener una opinión diferente, y una de las conclusiones que se derivan de ello es que el bloqueo de Gaza es totalmente ilegal", afirman los investigadores.
El informe de los tres expertos nombrados por el Consejo de Derechos Humanos asegura que "en el tiempo transcurrido, no ha habido tiempo de compilar una lista total de los abusos cometidos (por los soldados israelíes), pero hay claras pruebas para apoyar acusaciones de los siguientes crímenes de acuerdo al artículo 147 de la Convención de Ginebra".
Y señala, entre otros cargos el de "asesinato premeditado, tortura o trato inhumano, o causar a propósito gran sufrimiento o heridas graves".
También considera la misión que Israel cometió violaciones de las leyes internacionales contra "el derecho a la vida, torturas y otros tratos crueles o degradantes, contra el derecho a la libertad, delitos de arresto arbitrario, y en contra el derecho de los detenidos a ser tratados con humanidad y respeto".
Afirman que los perpetradores de estos crímenes "no podrán ser identificados sin la asistencia de las autoridades israelíes", por lo que piden su cooperación.
Pero la misión de la ONU recalca que "no es la primera vez que el Gobierno de Israel se niega a cooperar en investigaciones en las que su personal militar está involucrado".
Asegura que Israel "busca justificar el bloqueo en base a razones de seguridad" y aunque reconoce que "el Estado de Israel tiene derecho a paz y seguridad como todos, y el disparo de cohetes contra el territorio israelí desde Gaza constituye una grave violación de la las leyes internacionales" el bloqueo en respuesta constituye "un castigo colectivo a la población civil de Gaza que no es legal en ninguna circunstancia".
En otro punto del informe, la misión se dice "impresionada" por los activistas de la flotilla que comparecieron ante ellos, por considerar que son "personas verdaderamente comprometidas con el espíritu de humanitarismo y con una preocupación genuina por el bienestar de los habitantes de Gaza".
Responden así a las alegaciones que en su momento dio Israel acerca de que los activistas del buque "Mavi Marmara", asaltado por el Ejército, eran "terroristas".
También asegura la misión de la ONU que "la situación de Gaza, carente de los mínimos estándares de bienestar, es totalmente inaceptable e intolerable en el siglo XXI" por lo que insta a las partes y a la comunidad internacional a buscar una solución que ponga fin al conflicto palestino-israelí.
La misión del Consejo de Derechos Humanos está formada por Karl T. Hudson-Phillips, de Trinidad y Tobago; Desmond de Silva, de Gran Bretaña; y Mary Shanthi Dairiam, de Malasia.