Nadal y Djokovic definen el US Open
Nueva York, Agencias
En un partido que quedará grabado en la historia del tenis por su calidad y por la agresividad de juego, el serbio Novak Djokovic derrotó al suizo Roger Federer y se clasificó por segunda vez a la final del US Open, donde chocará con el español Rafael Nadal, verdugo del ruso Mickhail Youzhny.
Djokovic privó al Abierto de Estados Unidos de su final soñada tras infligir a Federer su primera derrota en una semifinal del torneo neoyorquino, donde había jugado las seis últimas finales, en un duelo espectacular y vibrante en el que el suizo desaprovechó dos bolas de partido.
La excepcional batalla entre el serbio y el suizo se prolongó durante 3 horas y 44 minutos, tras las cuales, Djokovic, que siempre fue a remolque, se impuso en cinco sets por 5-7, 6-1, 5-7, 6-2 y 7-5, y se verá las caras en la final con el número uno mundial, Rafa Nadal.
Desde el principio del partido Djokovic ya demostró que estaba dispuesto a acabar con su mala racha frente a Federer en Nueva York, quien lo había eliminado los dos últimos años en semifinales y lo derrotó hace tres en la final.
El serbio salió muy centrado a la pista y consiguió cristalizar su buen juego con una rotura de servicio en el sexto juego, aunque la respuesta de Federer fue inmediata.
El suizo incrementó en ese momento su nivel de juego, con numerosas subidas a la red que siempre tradujo en puntos a su favor y en el undécimo juego logró de nuevo romper el servicio del serbio para apuntarse el primer set.
Lejos de venirse abajo, Djokovic se sobrepuso de forma brillante. El tenista de Belgrado exhibió todo su talento en la segunda manga, ante un Federer totalmente superado que no veía la forma de frenar la avalancha de golpes que le llegaba desde el otro lado de la pista y que cedía su primer set del torneo por un rotundo 6-1.
La tensión en el tercero fue máxima. Los dos jugadores se agarraron a su servicio y fueron sumando juegos en sus respectivos casilleros, hasta que con 6-5 a su favor Federer consiguió romper el saque del serbio y se apuntó la manga soltando un grito de celebración para descargar toda la adrenalina acumulada.
De nuevo le tocaba remar contracorriente a Nole y la respuesta fue igual de contundente que en el segundo set. El pentacampeón del torneo comenzó a cometer más errores de la misma forma que Djokovic coleccionaba golpes ganadores y esa coyuntura se tradujo en un 5-1 a favor del balcánico que abría las puertas a la quinta manga.
El partido entró otra vez en una fase de gran igualdad. La emoción subía conforme avanzaban los puntos y los dos tenistas regalaban a los más de 20.000 espectadores de la Arthur Ashe un partido maravilloso, tanto por la emotividad como por la calidad del tenis.
A partir del octavo juego cada punto valía su peso en oro y el duelo se volvió aún más eléctrico. Federer dispuso de dos bolas de partido con el 5-4 a su favor y servicio de Djokovic, pero el balcánico, con todo en contra, elevó su tenis hasta un nivel altísimo y con golpes espectaculares logró rehacerse y empatar a cinco juegos.
La emoción no decreció en el siguiente juego. Djokovic aprovechó la primera bola de rotura de la que dispuso con un revés fuera de Federer que permitió al serbio sacar para ganar el partido.
Pero el suizo aún dispuso de un último cartucho con un punto de quiebre que sin embargo no aprovechó, mientras que Djokovic no perdonó con su primer punto de partido y tras el triunfo se puso de rodillas y besó la pista donde el domingo se enfrentará a Rafa Nadal para que el torneo inscriba un nuevo campeón en su historial.
Nadal, número uno del mundo y máximo cabeza de serie, superó al ruso Mikhail Youzhny (12º) por 6-2, 6-3 y 6-4 en las semifinales del US Open, para asegurarse por primera vez el paso a la definción del Grand Slam estadounidense.
Así, el mallorquín tendrá la oportunidad, este domingo, de quedarse con el único título grande que le falta.
El español jugó un gran partido en su duelo de semis. Sacó muy bien, jugó una gran defensa y supo cómo atacar a un rival que se notó algo tibio durante los primeros dos sets. Hasta ahora, su paso en el cemento azulado de Flushing Meadows ha rozado la perfección, algo plasmado con estas dos estadísticas: no ha perdido un solo set y ha ganado 88 de 91 games con su saque.
Durante ese período, Nadal concretó tres de cinco oportunidades de quiebre, y dejó solamente una chance de rompimiento a Youzhny, que éste desaprovechó.
Con continuas variaciones de altura, mandando con su derecha y moviendo al ruso de un lado al otro de la pista, el número uno mundial consiguió su primer 'break' en el cuarto juego del primer parcial.
El momento clave de la primera manga fue el siguiente juego, cuando Nadal desperdició un 40-0 y afrontó la que sería la situación más dura del primer set. El español tuvo que superar una bola de rotura de Youzhny, en un juego que se alargó 12 minutos, pero que finalmente se apuntó para anotarse el 4-1.
Youzhny, consciente de que había perdido su gran oportunidad, acusó anímicamente el golpe y cedió de nuevo su saque en el octavo juego, permitiendo a Nadal apuntarse un cómodo 6-2.
Tras un inicio igualado, Rafa Nadal solicitó con 3-2 a su favor la presencia del fisio, para que le vendará de nuevo su pie y tobillo izquierdo, aunque el tenista pudo seguir jugando sin problemas.
En el siempre decisivo octavo juego, con saque del moscovita, Nadal apretó consciente de que ése era el momento y quebró el servicio de su rival para a continuación apuntarse el suyo y adjudicarse una segunda manga, tras una hora y media de partido, en la que apenas cometió errores, sólo cuatro no forzados.
Rafa ganó esos parciales sin mayores inconvenintes, e incluso logró un quiebre temprano en el tercero que parecía inclinar las cosas definitivamente a su favor. Si el duelo se estiró, fue por una embestida final del ruso, que encontró su primer quiebre en el octavo game de ese set para quedar 4-4.
Pero Nadal, gracias a algunos errores de su oponente -en especial una volea que dejó en la red para quedar break point en contra-, consiguió recuperar enseguida su ventaja.
Finalmente, el campeón reinante de Roland Garros y Wimbledon cerró el encuentro en 2 horas y 13 minutos. Las semifinales habían sido la barrera infranqueable para Nadal en el US Open, eliminado en esa instancia las dos ediciones previas.
Ni siquiera una ampolla que afloró en el segundo set pudo entorpecer la marcha arrolladora de Nadal rumbo a la definición.
Sólo un triunfo precisa Nadal para lograr algo histórico: el séptimo hombre en la historia que gana las cuatro grandes citas del tenis. Fred Perry, Don Budge, Rod Laver, Roy Emerson, Andre Agassi y Federer forman parte de ese selecto club.