Morales convoca a pueblos indígenas del mundo movilizarse para evitar que se mercantilice la tierra
Adalid Cabrera Lemuz
La Paz, ABI
El presidente de Bolivia, Evo Morales Ayma, convocó el martes a los pueblos indígenas y movimientos sociales del mundo a salir al frente a los intentos de mercantilización de la tierra a cargo de las naciones desarrolladas bajo el argumento de que "quieren preservar la naturaleza y el medio ambiente".
En una carta enviada a los dirigentes de los pueblos indígenas del mundo, Morales señaló que "La Naturaleza, los bosques y los pueblos indígenas no estamos en venta", al expresar su preocupación porque las naciones industrializadas pretenden utilizar a algunos dirigentes indígenas para promover la mercantilización de la naturaleza y en particular de los bosques, a partir de la creación del mecanismos de reducción de emisiones por deforestación y degradación.
Anotó que, si bien en las negociaciones sobre el cambio climático, todos reconocen que es necesario evitar la deforestación y degradación de los bosques, no se puede optar por el camino de su "mercantilización con el falso argumento de que sólo se cuida y conserva aquello que tiene precio y propietario".
El Mandatario aseveró que esa propuesta solamente toma en cuenta una de las funciones de los bosques, que es su capacidad de absorción del dióxido de carbono, y por ello proponen emitir certificados, bonos o derechos de carbono que se comercialicen en un denominado "mercado de carbono".
Subrayó que, de esa manera, las empresas del norte podrán optar "entre reducir emisiones de carbono o comprar certificados de los países en desarrollo donde existan bosques, en base a su conveniencia económica".
Agregó que, por ejemplo, si una empresa tiene que invertir 40 o 50 millones de dólares para reducir la emisión de una tonelada de carbono en un país desarrollado, preferirá comprar un certificado de red por 10 o 20 millones de dólares en un país en vías de desarrollo en el afán de demostrar que ha cumplido con su deber de preservar el medio ambiente.
El presidente boliviano anotó que, a través de este mecanismo, "los países desarrollados traspasarán su obligación de reducir sus emisiones a los países en desarrollo y el sur una vez más volverá a financiar al norte".
Morales calificó esa estrategia como una "trampa del mundo capitalista para evadir su compromiso de reducción de emisiones de carbono, lo que significa convertir a la naturaleza en una mercancía con bosques que pasarán a tener precio por la cantidad de toneladas de carbono que son capaces de absorber".
Advirtió que así "comenzará una nueva fase de privatización de la naturaleza nunca antes vista y que se extenderá al agua, biodiversidad y a los servicios ambientales".
El Jefe de Estado lamentó que, para conseguir ese propósito, las naciones capitalistas tientan a algunas entidades financieras, Gobiernos, Organizaciones no Gubernamentales, Fundaciones y empresas intermediarias, ofreciéndoles un porcentaje de los beneficios de esta mercantilización a los pueblos indígenas y comunidades que viven de los bosques nativos y la selva.
Morales reiteró que "La naturaleza, los bosques y los pueblos indígenas no estamos en venta. Por siglos los pueblos indígenas han vivido conservando y preservando los bosques nativos y la selva, por lo que no se les puede poner precio".
"Los bosques son nuestro hogar, la Casa Grande, donde existen plantas, animales, agua, suelo, aire puro y seres humanos, mal podrían los pueblos indígenas mercantilizarlos para saciar a las naciones industrializadas que no cumplen con su obligación de defender el medio ambiente con sus políticas irracionales que ponen en riesgo la sobrevivencia del planeta", dijo.
Agregó que los países desarrollados deben pagar su deuda climática y medio ambiental y contribuir a preservar los bosques, pero no a través de su mercantilización, sino con programas que preserven los bosques y la tierra.
"Los países desarrollados gastan millonarias sumas en defensa, seguridad y guerras y no en el cambio climático. Incluso durante sus crisis financieras han incrementado sus gastos militares", anotó.
El Primer Mandatario enfatizó "No nos dejemos confundir. Dicen que el mecanismo de mercado de carbono en red será voluntario, es decir que el que quiere puede ingresar, pero no se puede aceptar que con ese mecanismo se cree un sentimiento en el que voluntariamente unos vendan a la Madre Tierra y otros miren el problema cruzados de brazos".
Señaló que, frente a las visiones reduccionistas y mercantilistas de los bosques y de la selva, los pueblos indígenas junto a los campesinos y movimientos sociales del mundo, "debemos luchar por las propuestas de la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y la Defensa de la Madre Tierra, que se celebró en abril pasado en Tiquipaya, Bolivia.
En ese encuentro, unos tres millares de dirigentes de Gobiernos, organizaciones internacionales, pueblos indígenas y movimientos sociales de todos los continentes aprobaron una serie de recomendaciones para salvar al planeta de su extinción ante la irracional política de industrialización que llevan adelante las naciones desarrolladas sin velar por la vida del planeta y de la humanidad.
En la carta enviada a los pueblos indígenas del mundo, Morales destacó la necesidad de un manejo integral de los bosques nativos y de la selva tomando en cuenta no solamente su función mitigadora de emisiones de carbono, sino todas sus potencialidades evitando confundirlas con simples plantaciones.
Instó al "Respeto a la soberanía de los países en desarrollo y su gestión integral de sus bosques", además de que las naciones industrializadas deben respetar los "derechos de los pueblos indígenas establecidos en la Convención de las Naciones Unidas, el convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y de otros instrumentos internacionales que reconocen y respetan sus territorios y revalorizan y aplican los conocimientos indígenas para la preservación de los bosques y de la selva".
Igualmente destacó la necesidad de que los países desarrollados financien a las en vías de desarrollo y a los pueblos indígenas los programas de manejo integral de los bosques "como parte de su deuda climática y ambiental sin proponer incentivos que conlleve a la mercantilización de los bosques y de la selva".
El Mandatario agregó que la comunidad internacional debe respetar los derechos de la Madre Tierra, que comprende los bosques, la selva y todos los componentes.
Dijo que, para establecer la armonía entre hombre y naturaleza, "el camino no es ponerle precio a la Madre Tierra, sino reconocer que no solamente los seres humanos tienen derecho a la vida y a reproducirse, sino también la naturaleza a regenerarse, una vez que sin la Tierra los seres humanos no pueden sobrevivir".
Puntualizó que los pueblos indígenas y los movimientos sociales del mundo deben movilizarse para que las conclusiones de la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Tierra sean asumidas en Cancún, México, en la Cumbre sobre el Cambio Climático a celebrarse en diciembre de este año.
Manifestó que durante su participación en la asamblea de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que se celebró en Nueva York la pasada semana, se informó de "algunas maniobras que utilizan a dirigentes indígenas para privatizar y mercantilizar los bosques y la selva".
Dijo que cada día desaparece en el mundo una extensión en bosques equivalente a unas 13 millones de hectáreas de bosques y de selvas, pese a que son la mayor fuente de biodiversidad. Aseveró que si continúa la deforestación, miles de especies animales y vegetales se perderán para siempre.
Indicó que más de tres cuartas partes del agua dulce en el mundo viene de zonas de captación de bosques que si no son preservados se contaminan y deterioran.
Morales expresó que los bosques constituyen una protección contra inundaciones, erosiones y desastres naturales, proveen bienes maderables y no maderables, además de ser una fuente de medicinas naturales y elementos de curación no descubiertos.
"Los bosques y la selva son los pulmones de la atmósfera. El 18 por ciento de todas las emisiones de gases de efecto invernadero que se producen en el mundo son provocados por la deforestación, por lo que es importante que el mundo preserve la naturaleza y la tierra para sobrevivir", anotó.
El Jefe de Estado boliviano hizo patente su convencimiento de que el capitalismo es la causa del calentamiento global y de la destrucción de los bosques, la selva y la Madre Tierra. "Ahora buscan expandirlo a la mercantilización de la naturaleza con el denominativo de economía verde", advirtió.
La Paz, ABI
El presidente de Bolivia, Evo Morales Ayma, convocó el martes a los pueblos indígenas y movimientos sociales del mundo a salir al frente a los intentos de mercantilización de la tierra a cargo de las naciones desarrolladas bajo el argumento de que "quieren preservar la naturaleza y el medio ambiente".
En una carta enviada a los dirigentes de los pueblos indígenas del mundo, Morales señaló que "La Naturaleza, los bosques y los pueblos indígenas no estamos en venta", al expresar su preocupación porque las naciones industrializadas pretenden utilizar a algunos dirigentes indígenas para promover la mercantilización de la naturaleza y en particular de los bosques, a partir de la creación del mecanismos de reducción de emisiones por deforestación y degradación.
Anotó que, si bien en las negociaciones sobre el cambio climático, todos reconocen que es necesario evitar la deforestación y degradación de los bosques, no se puede optar por el camino de su "mercantilización con el falso argumento de que sólo se cuida y conserva aquello que tiene precio y propietario".
El Mandatario aseveró que esa propuesta solamente toma en cuenta una de las funciones de los bosques, que es su capacidad de absorción del dióxido de carbono, y por ello proponen emitir certificados, bonos o derechos de carbono que se comercialicen en un denominado "mercado de carbono".
Subrayó que, de esa manera, las empresas del norte podrán optar "entre reducir emisiones de carbono o comprar certificados de los países en desarrollo donde existan bosques, en base a su conveniencia económica".
Agregó que, por ejemplo, si una empresa tiene que invertir 40 o 50 millones de dólares para reducir la emisión de una tonelada de carbono en un país desarrollado, preferirá comprar un certificado de red por 10 o 20 millones de dólares en un país en vías de desarrollo en el afán de demostrar que ha cumplido con su deber de preservar el medio ambiente.
El presidente boliviano anotó que, a través de este mecanismo, "los países desarrollados traspasarán su obligación de reducir sus emisiones a los países en desarrollo y el sur una vez más volverá a financiar al norte".
Morales calificó esa estrategia como una "trampa del mundo capitalista para evadir su compromiso de reducción de emisiones de carbono, lo que significa convertir a la naturaleza en una mercancía con bosques que pasarán a tener precio por la cantidad de toneladas de carbono que son capaces de absorber".
Advirtió que así "comenzará una nueva fase de privatización de la naturaleza nunca antes vista y que se extenderá al agua, biodiversidad y a los servicios ambientales".
El Jefe de Estado lamentó que, para conseguir ese propósito, las naciones capitalistas tientan a algunas entidades financieras, Gobiernos, Organizaciones no Gubernamentales, Fundaciones y empresas intermediarias, ofreciéndoles un porcentaje de los beneficios de esta mercantilización a los pueblos indígenas y comunidades que viven de los bosques nativos y la selva.
Morales reiteró que "La naturaleza, los bosques y los pueblos indígenas no estamos en venta. Por siglos los pueblos indígenas han vivido conservando y preservando los bosques nativos y la selva, por lo que no se les puede poner precio".
"Los bosques son nuestro hogar, la Casa Grande, donde existen plantas, animales, agua, suelo, aire puro y seres humanos, mal podrían los pueblos indígenas mercantilizarlos para saciar a las naciones industrializadas que no cumplen con su obligación de defender el medio ambiente con sus políticas irracionales que ponen en riesgo la sobrevivencia del planeta", dijo.
Agregó que los países desarrollados deben pagar su deuda climática y medio ambiental y contribuir a preservar los bosques, pero no a través de su mercantilización, sino con programas que preserven los bosques y la tierra.
"Los países desarrollados gastan millonarias sumas en defensa, seguridad y guerras y no en el cambio climático. Incluso durante sus crisis financieras han incrementado sus gastos militares", anotó.
El Primer Mandatario enfatizó "No nos dejemos confundir. Dicen que el mecanismo de mercado de carbono en red será voluntario, es decir que el que quiere puede ingresar, pero no se puede aceptar que con ese mecanismo se cree un sentimiento en el que voluntariamente unos vendan a la Madre Tierra y otros miren el problema cruzados de brazos".
Señaló que, frente a las visiones reduccionistas y mercantilistas de los bosques y de la selva, los pueblos indígenas junto a los campesinos y movimientos sociales del mundo, "debemos luchar por las propuestas de la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y la Defensa de la Madre Tierra, que se celebró en abril pasado en Tiquipaya, Bolivia.
En ese encuentro, unos tres millares de dirigentes de Gobiernos, organizaciones internacionales, pueblos indígenas y movimientos sociales de todos los continentes aprobaron una serie de recomendaciones para salvar al planeta de su extinción ante la irracional política de industrialización que llevan adelante las naciones desarrolladas sin velar por la vida del planeta y de la humanidad.
En la carta enviada a los pueblos indígenas del mundo, Morales destacó la necesidad de un manejo integral de los bosques nativos y de la selva tomando en cuenta no solamente su función mitigadora de emisiones de carbono, sino todas sus potencialidades evitando confundirlas con simples plantaciones.
Instó al "Respeto a la soberanía de los países en desarrollo y su gestión integral de sus bosques", además de que las naciones industrializadas deben respetar los "derechos de los pueblos indígenas establecidos en la Convención de las Naciones Unidas, el convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y de otros instrumentos internacionales que reconocen y respetan sus territorios y revalorizan y aplican los conocimientos indígenas para la preservación de los bosques y de la selva".
Igualmente destacó la necesidad de que los países desarrollados financien a las en vías de desarrollo y a los pueblos indígenas los programas de manejo integral de los bosques "como parte de su deuda climática y ambiental sin proponer incentivos que conlleve a la mercantilización de los bosques y de la selva".
El Mandatario agregó que la comunidad internacional debe respetar los derechos de la Madre Tierra, que comprende los bosques, la selva y todos los componentes.
Dijo que, para establecer la armonía entre hombre y naturaleza, "el camino no es ponerle precio a la Madre Tierra, sino reconocer que no solamente los seres humanos tienen derecho a la vida y a reproducirse, sino también la naturaleza a regenerarse, una vez que sin la Tierra los seres humanos no pueden sobrevivir".
Puntualizó que los pueblos indígenas y los movimientos sociales del mundo deben movilizarse para que las conclusiones de la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Tierra sean asumidas en Cancún, México, en la Cumbre sobre el Cambio Climático a celebrarse en diciembre de este año.
Manifestó que durante su participación en la asamblea de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que se celebró en Nueva York la pasada semana, se informó de "algunas maniobras que utilizan a dirigentes indígenas para privatizar y mercantilizar los bosques y la selva".
Dijo que cada día desaparece en el mundo una extensión en bosques equivalente a unas 13 millones de hectáreas de bosques y de selvas, pese a que son la mayor fuente de biodiversidad. Aseveró que si continúa la deforestación, miles de especies animales y vegetales se perderán para siempre.
Indicó que más de tres cuartas partes del agua dulce en el mundo viene de zonas de captación de bosques que si no son preservados se contaminan y deterioran.
Morales expresó que los bosques constituyen una protección contra inundaciones, erosiones y desastres naturales, proveen bienes maderables y no maderables, además de ser una fuente de medicinas naturales y elementos de curación no descubiertos.
"Los bosques y la selva son los pulmones de la atmósfera. El 18 por ciento de todas las emisiones de gases de efecto invernadero que se producen en el mundo son provocados por la deforestación, por lo que es importante que el mundo preserve la naturaleza y la tierra para sobrevivir", anotó.
El Jefe de Estado boliviano hizo patente su convencimiento de que el capitalismo es la causa del calentamiento global y de la destrucción de los bosques, la selva y la Madre Tierra. "Ahora buscan expandirlo a la mercantilización de la naturaleza con el denominativo de economía verde", advirtió.