México: crean un maíz resistente a la sequía

Ignacio de los Reyes
BBC Mundo, México

En el país del elote y la tortilla, el futuro del maíz podría pasar por su modificación genética. Así al menos lo plantea un grupo de investigadores que dice haber creado un maíz resistente a la sequía y a temperaturas de hasta 40 grados.
Aunque aún se encuentra en su primera fase de desarrollo, científicos del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) aseguran que este maíz podría ser una alternativa a los cultivos tradicionales en las zonas áridas o semiáridas, en especial en el norte y centro del país.

"Posee la ventaja de soportar sequías prolongadas y necesita un 20% menos de agua en comparación con los granos tradicionales", le dijo a BBC Mundo José Luis Cabrera, uno de los investigadores.

En la actualidad se requieren 12 litros de agua por kilogramo de maíz sembrado y una temperatura no mayor a los 30 grados, según el Cinvestav.
Para crear esta resistente planta, los investigadores disminuyeron la cantidad de trehalasa, una enzima encargada de degradar el azúcar que de manera natural mantiene el agua en el maíz.

De este modo, según Cabrera, su maíz genéticamente modificado permite conservar el agua durante más tiempo y, por tanto, hace a la planta más resistente a la sequía.
Con ello "podría aumentar la productividad de un alimento básico para la población mexicana, en especial de la más pobre", aseguró Cabrera, ya que es además "capaz de producir abundantes cosechas".

Esto haría viable exportarlo a regiones con problemas de alimentación, como África, añadió.

Polémica autorización


Sin embargo, este maíz sólo pudo ser cultivado por el momento bajo invernadero, ya que el gobierno debe conceder autorizaciones a investigadores o empresas que deseen plantar al aire libre Organismos Genéticamente Modificados.
Y el proceso de autorización no está exento de polémica.
En 2009 finalizó una moratoria para la siembra de maíz modificado decretada 11 años antes, tras la presión de campesinos y grupos ecologistas como Greenpeace, que denunciaron que "los cultivos transgénicos contaminan los cultivos convencionales y afectan a la fertilidad del suelo a largo plazo, además de suponer problemas para la salud humana".

Desde entonces, la siembra de maíz modificado genéticamente o cualquier otro cultivo transgénico debe ser evaluada por las secretarías de Agricultura y de Medio Ambiente.
¿Seguros para el consumo?
La llamada Comisión Intersecretarial de Bioseguridad de los Organismos Genéticamente Modificados (Cibiogem) es la encargada de "determinar (la viabilidad de esta siembra) en función de los niveles de riesgo evaluados científicamente y las medidas de bioseguridad", de acuerdo al propio organismo.

El investigador Cabrera asegura que el maíz modificado necesita un 20% menos de agua. (Foto: Cinvestav)
Bajo estas normas, empresas multinacionales como las estadounidenses Monsanto o Dow AgroScience han conseguido desde 2009 concesiones para el cultivo de maíz genéticamente modificado.

Ahora, el equipo del Cinvestav espera lograr lo propio para tener su cosecha en el otoño del 2011 en algún estado del norte del país.
Entonces, aseguraron sus científicos, se podrá determinar si el maíz anti sequía es capaz de resistir fuera del invernadero, si sería más caro o más barato que el tradicional y si está libre de peligro para el consumo.

"Siempre se habla de los inconvenientes de los organismos modificados, nunca de las ventajas", denunció Cabrera. "Si es verdad que son negativos en un 95%, nosotros queremos saber cuál es ese 5% de ventajas del que hablan".

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