Menotti, molesto con el exitismo
Buenos Aires, Agencias
El renunciante mánager de Independiente, César Menotti, sostuvo que "aparecen varias ratitas que viven de los resultados y echan culpas", al referirse al exitismo que tanto afecta al fútbol argentino.
"Las responsabilidades uno las asume cuando los resultados no son los esperados. Aparecen varias ratitas que viven de los resultados y echan culpas, pero no me preocupa porque estoy muy convencido de mi gestión y acostumbrado a estos movimientos", argumentó un Menotti al que le tocó pagar el costo de haber sugerido en su momento que se evitara renovarle el contrato al entrenador Américo Gallego.
Y enfatizó: "A mí no me interesa tener poder, sino cumplir con mi función. Fue muy injusta la salida de (el DT Daniel) Garnero, porque era parte de un proyecto".
Pero la pelota gira y lo hace de tal modo que tras el alejamiento de Menotti y Garnero ahora Gallego pasó a convertirse en el principal candidato para ponerse al frente del plantel profesional de Independiente, en el que, de concretarse, sería su tercer ciclo en el club de Avellaneda.
Por lo pronto, la parcialidad Roja clama por el regreso del último entrenador que los guió a la conquista de un campeonato, el Apertura 2002.
"Previo a mi llegada, Independiente incorporó a catorce jugadores con Gallego, este año se perdieron a varios y no hubo resoluciones dirigenciales. La única adquisición real fue la de (Roberto) Battión. Perdimos muchos jugadores por lesión, otros que se fueron por cuestiones económicas y otros que no pudieron llegar. Así y todo, Independiente tiene un plantel competitivo. Con el tiempo, algunas decisiones políticas se verá si fueron correctas o no y se harán responsables los que tengan que asumirlo", resaltó Menotti en declaraciones a ESPN Radio Rivadavia.
En cuanto a su propia salida precipitada, Menotti dejó en claro que de ninguna manera pretende trabajar donde dejan de hacerle caso: "Estoy en una función cuando me escuchan. Cuando no me escuchan, no estoy más. Si cambian el proyecto, que lo cambien con otro y no conmigo".
Y dejó su sentencia: "Dentro de los proyectos políticos no participo, a menos que haya que reivindicar los valores populares. No se puede estar cada año corriendo para incorporar jugadores. El proyecto estaba dado para que el club creciera. O se tiene dinero para reemplazar a los lesionados o se promueven jóvenes, y con estas urgencias ninguna posibilidad era viable".
Más allá de la defensa enfática que hizo de su proyecto personal, Menotti le deseó lo mejor a Independiente y a Gallego, en caso de que se concrete el retorno del 'Tolo'.
"Si vuelve Gallego, sólo deseo que le vaya bien por él y por Independiente. Y sobre todo por los jugadores que hay en este plantel. Yo no trabajo para el fanatismo del resultado, sobre todo porque la gente de Independiente es mucho más que eso. Los dirigentes tienen que escuchar a la gente que quiere al club en todo sentido, aquellos que ven una cancha terminada y jugadores nuevos que surgen. Pero esto no quiere decir que no nos interesa ganar, ísiempre queremos ganar!", subrayó quien fue el seleccionador argentino del campeón del mundo en 1978.
El renunciante mánager de Independiente, César Menotti, sostuvo que "aparecen varias ratitas que viven de los resultados y echan culpas", al referirse al exitismo que tanto afecta al fútbol argentino.
"Las responsabilidades uno las asume cuando los resultados no son los esperados. Aparecen varias ratitas que viven de los resultados y echan culpas, pero no me preocupa porque estoy muy convencido de mi gestión y acostumbrado a estos movimientos", argumentó un Menotti al que le tocó pagar el costo de haber sugerido en su momento que se evitara renovarle el contrato al entrenador Américo Gallego.
Y enfatizó: "A mí no me interesa tener poder, sino cumplir con mi función. Fue muy injusta la salida de (el DT Daniel) Garnero, porque era parte de un proyecto".
Pero la pelota gira y lo hace de tal modo que tras el alejamiento de Menotti y Garnero ahora Gallego pasó a convertirse en el principal candidato para ponerse al frente del plantel profesional de Independiente, en el que, de concretarse, sería su tercer ciclo en el club de Avellaneda.
Por lo pronto, la parcialidad Roja clama por el regreso del último entrenador que los guió a la conquista de un campeonato, el Apertura 2002.
"Previo a mi llegada, Independiente incorporó a catorce jugadores con Gallego, este año se perdieron a varios y no hubo resoluciones dirigenciales. La única adquisición real fue la de (Roberto) Battión. Perdimos muchos jugadores por lesión, otros que se fueron por cuestiones económicas y otros que no pudieron llegar. Así y todo, Independiente tiene un plantel competitivo. Con el tiempo, algunas decisiones políticas se verá si fueron correctas o no y se harán responsables los que tengan que asumirlo", resaltó Menotti en declaraciones a ESPN Radio Rivadavia.
En cuanto a su propia salida precipitada, Menotti dejó en claro que de ninguna manera pretende trabajar donde dejan de hacerle caso: "Estoy en una función cuando me escuchan. Cuando no me escuchan, no estoy más. Si cambian el proyecto, que lo cambien con otro y no conmigo".
Y dejó su sentencia: "Dentro de los proyectos políticos no participo, a menos que haya que reivindicar los valores populares. No se puede estar cada año corriendo para incorporar jugadores. El proyecto estaba dado para que el club creciera. O se tiene dinero para reemplazar a los lesionados o se promueven jóvenes, y con estas urgencias ninguna posibilidad era viable".
Más allá de la defensa enfática que hizo de su proyecto personal, Menotti le deseó lo mejor a Independiente y a Gallego, en caso de que se concrete el retorno del 'Tolo'.
"Si vuelve Gallego, sólo deseo que le vaya bien por él y por Independiente. Y sobre todo por los jugadores que hay en este plantel. Yo no trabajo para el fanatismo del resultado, sobre todo porque la gente de Independiente es mucho más que eso. Los dirigentes tienen que escuchar a la gente que quiere al club en todo sentido, aquellos que ven una cancha terminada y jugadores nuevos que surgen. Pero esto no quiere decir que no nos interesa ganar, ísiempre queremos ganar!", subrayó quien fue el seleccionador argentino del campeón del mundo en 1978.