Los candidatos apoyados por Lula, los favoritos en las presidenciales y legislativas
Río de Janeiro, Agencias
Unos 135,8 millones de brasileños acudirán a las urnas el 3 de octubre para elegir al presidente de la República, dos terceras partes del Senado y los gobernadores de los 27 estados, así como para renovar la Cámara de Diputados y las asambleas regionales.
A las elecciones se presentan 22.570 candidatos, de los que nueve aspiran a la presidencia, 171 al cargo de gobernador, 273 al Senado, 6.036 a ser diputados federales y 15.280 a diputados regionales.
Por lo que anticipan las encuestas, el gran ganador será el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, cuyo nombre no figura entre los candidatos presidenciales por primera vez desde 1989 porque, tras dos mandatos consecutivos, la Constitución le impide aspirar a un tercero.
La designada por Lula como candidata gubernamental, la ex ministra Dilma Rousseff, es la gran favorita en las presidenciales, y, según los sondeos, no necesitará de una segunda vuelta para llegar a la Jefatura del Estado en su primera aventura en las urnas.
Además de haber hecho de Rousseff la favorita para la presidencia, Lula, con su alta popularidad, probablemente conseguirá asegurarle un respaldo mayoritario en el Congreso y gobernadores aliados en la mayoría de los 27 estados de Brasil.
"Sin duda el gran favorito de los candidatos oficialistas es una victoria de Lula. El presidente consiguió transferir el éxito de su Gobierno a los partidos que apoya en las elecciones", dijo a Efe el analista Antonio Augusto de Queiroz, director de documentación del Departamento Intersindical de Asesoría Parlamentaria (Diap).
Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT), que hasta marzo pasado era ministra de la Presidencia y nunca antes había disputado una elección, cuenta con casi el 50% de apoyo en los sondeos.
Su intención de voto casi duplica la del candidato de oposición José Serra, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), que recibe un 28%, mientras que un 13% es para la senadora Marina Silva, otra ex ministra de Lula postulada por el Partido Verde.
Esa ventaja se repite en las elecciones legislativas y regionales.
"Lula quiere evitar que su sucesora sufra sorpresas negativas en el Congreso. Como Dilma (Rousseff) no tiene el mismo carisma que Lula es necesario garantizarle un apoyo mayoritario en las elecciones porque ella difícilmente conseguirá negociarlo después", opinó Queiroz.
Para este analista, "ese apoyo consistente permitirá a Rousseff emprender reformas estructurales que el propio Lula, pese a todo su carisma, no consiguió impulsar en el Congreso".
Según una proyección del portal de informaciones políticas "Congresso em foco", los nueve partidos que junto con el PT forman la coalición "Para que Brasil siga cambiando" lograrán 51 de los 81 escaños del Senado.
Ese apoyo, que equivale al 63% de la cámara alta, es suficiente para aprobar incluso enmiendas a la Constitución. Se trata de una mayoría de la que Lula nunca disfrutó puesto que el Senado, donde actualmente la oposición es mayoritaria, siempre fue su piedra en el zapato y un escenario en el que sufrió varias derrotas.
Según proyecciones del Diap, cuatro de los partidos de la coalición en el poder pueden acaparar el 52,6% de los 513 escaños de la Cámara de Diputados, aumentando así una representación que hoy es del 40,5%.
El PT, el mayoritario Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), el Partido Socialista Brasileño (PSB) y el Partido Comunista do Brasil (PCdoB), actualmente con 208 diputados en conjunto, podrán alcanzar los 270 en la próxima legislatura, según la proyección.
El PMDB puede elevar su representación de los actuales 90 diputados a 100, y el PT, con 79 escaños, puede conseguir entre 85 y 110.
Los partidos de la oposición, por su parte, sufrirán pérdidas. El PSDB de Serra, con 59 diputados actualmente, puede quedar con 55, y el partido Demócratas (DEM) verá su bancada reducida desde los actuales 56 a una franja de entre 38 y 53.
En cuanto a los gobiernos regionales, los sondeos de la firma Datafolha indican que los candidatos apoyados por Lula son favoritos en 16 de los 27 estados y están técnicamente empatados con los opositores en otros cuatro.
Pese a que solo lideran las encuestas en siete estados, los candidatos de oposición son favoritos para ganar las gobernaciones de Sao Paulo y Minas Gerais, los dos mayores colegios electorales de Brasil.
Unos 135,8 millones de brasileños acudirán a las urnas el 3 de octubre para elegir al presidente de la República, dos terceras partes del Senado y los gobernadores de los 27 estados, así como para renovar la Cámara de Diputados y las asambleas regionales.
A las elecciones se presentan 22.570 candidatos, de los que nueve aspiran a la presidencia, 171 al cargo de gobernador, 273 al Senado, 6.036 a ser diputados federales y 15.280 a diputados regionales.
Por lo que anticipan las encuestas, el gran ganador será el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, cuyo nombre no figura entre los candidatos presidenciales por primera vez desde 1989 porque, tras dos mandatos consecutivos, la Constitución le impide aspirar a un tercero.
La designada por Lula como candidata gubernamental, la ex ministra Dilma Rousseff, es la gran favorita en las presidenciales, y, según los sondeos, no necesitará de una segunda vuelta para llegar a la Jefatura del Estado en su primera aventura en las urnas.
Además de haber hecho de Rousseff la favorita para la presidencia, Lula, con su alta popularidad, probablemente conseguirá asegurarle un respaldo mayoritario en el Congreso y gobernadores aliados en la mayoría de los 27 estados de Brasil.
"Sin duda el gran favorito de los candidatos oficialistas es una victoria de Lula. El presidente consiguió transferir el éxito de su Gobierno a los partidos que apoya en las elecciones", dijo a Efe el analista Antonio Augusto de Queiroz, director de documentación del Departamento Intersindical de Asesoría Parlamentaria (Diap).
Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT), que hasta marzo pasado era ministra de la Presidencia y nunca antes había disputado una elección, cuenta con casi el 50% de apoyo en los sondeos.
Su intención de voto casi duplica la del candidato de oposición José Serra, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), que recibe un 28%, mientras que un 13% es para la senadora Marina Silva, otra ex ministra de Lula postulada por el Partido Verde.
Esa ventaja se repite en las elecciones legislativas y regionales.
"Lula quiere evitar que su sucesora sufra sorpresas negativas en el Congreso. Como Dilma (Rousseff) no tiene el mismo carisma que Lula es necesario garantizarle un apoyo mayoritario en las elecciones porque ella difícilmente conseguirá negociarlo después", opinó Queiroz.
Para este analista, "ese apoyo consistente permitirá a Rousseff emprender reformas estructurales que el propio Lula, pese a todo su carisma, no consiguió impulsar en el Congreso".
Según una proyección del portal de informaciones políticas "Congresso em foco", los nueve partidos que junto con el PT forman la coalición "Para que Brasil siga cambiando" lograrán 51 de los 81 escaños del Senado.
Ese apoyo, que equivale al 63% de la cámara alta, es suficiente para aprobar incluso enmiendas a la Constitución. Se trata de una mayoría de la que Lula nunca disfrutó puesto que el Senado, donde actualmente la oposición es mayoritaria, siempre fue su piedra en el zapato y un escenario en el que sufrió varias derrotas.
Según proyecciones del Diap, cuatro de los partidos de la coalición en el poder pueden acaparar el 52,6% de los 513 escaños de la Cámara de Diputados, aumentando así una representación que hoy es del 40,5%.
El PT, el mayoritario Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), el Partido Socialista Brasileño (PSB) y el Partido Comunista do Brasil (PCdoB), actualmente con 208 diputados en conjunto, podrán alcanzar los 270 en la próxima legislatura, según la proyección.
El PMDB puede elevar su representación de los actuales 90 diputados a 100, y el PT, con 79 escaños, puede conseguir entre 85 y 110.
Los partidos de la oposición, por su parte, sufrirán pérdidas. El PSDB de Serra, con 59 diputados actualmente, puede quedar con 55, y el partido Demócratas (DEM) verá su bancada reducida desde los actuales 56 a una franja de entre 38 y 53.
En cuanto a los gobiernos regionales, los sondeos de la firma Datafolha indican que los candidatos apoyados por Lula son favoritos en 16 de los 27 estados y están técnicamente empatados con los opositores en otros cuatro.
Pese a que solo lideran las encuestas en siete estados, los candidatos de oposición son favoritos para ganar las gobernaciones de Sao Paulo y Minas Gerais, los dos mayores colegios electorales de Brasil.