Karzai dice que un ataque aéreo mató a 10 civiles pero la OTAN lo disputa
Kabul, Agencias
El presidente afgano, Hamid Karzai, aseguró hoy que un ataque aéreo de la OTAN mató a diez civiles en la provincia nororiental de Takhar, pero el mando militar extranjero lo refutó y dijo que la información inicial de la que dispone "indica" que eran insurgentes.
Karzai emitió un comunicado de condena en el que aseveró que diez civiles fallecieron y dos resultaron heridos en el ataque, registrado en el remoto distrito de Rustaq, suscribiendo así la versión de las autoridades provinciales.
El portavoz del gobernador de la provincia de Takhar, Faiz Mohamed Tawhedi, había asegurado previamente a Efe que entre los heridos se halla un candidato a los comicios parlamentarios del 18 de septiembre, Abdul Wahid Khorasany, que sobrevivió al ataque.
Según la versión de Tawhedi, el equipo de este político se dirigía a un acto en el marco de su campaña electoral cuando dos helicópteros de la OTAN atacaron al convoy en una zona remota del distrito de Rustaq.
Pero la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF), bajo mando de la OTAN, sostuvo que el ataque, efectuado por la coalición liderada por EEUU, iba dirigido contra el "gobernador en la sombra" del Movimiento Islámico de Uzbekistán (MIU) en la región.
"Coordinaba de forma regular y llevaba a cabo ataques con conocidos insurgentes del MIU y los talibanes", dijo la organización.
"Después de planear de forma cuidadosa y de asegurarse de que no había civiles, la aviación de la coalición llevó a cabo un ataque aéreo de precisión contra un turismo, seguido de fuego directo desde una plataforma aérea", relató la OTAN.
Este coche formaba parte de un convoy de seis vehículos, pero ninguno de los otros sufrió daños, según la ISAF.
El mando militar aseguró que la información inicial de la que dispone apunta a que entre ocho y doce insurgentes perdieron la vida o resultaron heridos en el ataque, aunque admitió que no se pudo "inspeccionar inmediatamente la zona con fuerzas de tierra para comprobar los resultados".
"Estamos al tanto de las acusaciones de que este ataque causó víctimas civiles y haremos lo posible para llegar al fondo" de ellas, dijo un portavoz militar estadounidense, David Garza.
Al igual que la ISAF, las autoridades afganas han abierto una investigación sobre el ataque.
Las elecciones parlamentarias del 18 de septiembre, a la cual concurren más de 2.600 candidatos que lucharán por los 249 asientos de la Cámara Baja o "Wolesi Jirga", presentan un reto de seguridad para el país centroasiático.
Durante la jornada se abrirán 5.987 colegios electorales, pero la Comisión Electoral ya ha anunciado que otros 938 permanecerán cerrados ante la falta de seguridad.
El jefe de la Policía de la provincia norteña de Baghlan -limítrofe con Takhar-, Abdul Rehman, aseguró hoy a Efe que 28 trabajadores temporales de la Comisión Electoral han sido secuestrados mientras atendían a un seminario sobre la preparación de comicios.
El presidente afgano, Hamid Karzai, aseguró hoy que un ataque aéreo de la OTAN mató a diez civiles en la provincia nororiental de Takhar, pero el mando militar extranjero lo refutó y dijo que la información inicial de la que dispone "indica" que eran insurgentes.
Karzai emitió un comunicado de condena en el que aseveró que diez civiles fallecieron y dos resultaron heridos en el ataque, registrado en el remoto distrito de Rustaq, suscribiendo así la versión de las autoridades provinciales.
El portavoz del gobernador de la provincia de Takhar, Faiz Mohamed Tawhedi, había asegurado previamente a Efe que entre los heridos se halla un candidato a los comicios parlamentarios del 18 de septiembre, Abdul Wahid Khorasany, que sobrevivió al ataque.
Según la versión de Tawhedi, el equipo de este político se dirigía a un acto en el marco de su campaña electoral cuando dos helicópteros de la OTAN atacaron al convoy en una zona remota del distrito de Rustaq.
Pero la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF), bajo mando de la OTAN, sostuvo que el ataque, efectuado por la coalición liderada por EEUU, iba dirigido contra el "gobernador en la sombra" del Movimiento Islámico de Uzbekistán (MIU) en la región.
"Coordinaba de forma regular y llevaba a cabo ataques con conocidos insurgentes del MIU y los talibanes", dijo la organización.
"Después de planear de forma cuidadosa y de asegurarse de que no había civiles, la aviación de la coalición llevó a cabo un ataque aéreo de precisión contra un turismo, seguido de fuego directo desde una plataforma aérea", relató la OTAN.
Este coche formaba parte de un convoy de seis vehículos, pero ninguno de los otros sufrió daños, según la ISAF.
El mando militar aseguró que la información inicial de la que dispone apunta a que entre ocho y doce insurgentes perdieron la vida o resultaron heridos en el ataque, aunque admitió que no se pudo "inspeccionar inmediatamente la zona con fuerzas de tierra para comprobar los resultados".
"Estamos al tanto de las acusaciones de que este ataque causó víctimas civiles y haremos lo posible para llegar al fondo" de ellas, dijo un portavoz militar estadounidense, David Garza.
Al igual que la ISAF, las autoridades afganas han abierto una investigación sobre el ataque.
Las elecciones parlamentarias del 18 de septiembre, a la cual concurren más de 2.600 candidatos que lucharán por los 249 asientos de la Cámara Baja o "Wolesi Jirga", presentan un reto de seguridad para el país centroasiático.
Durante la jornada se abrirán 5.987 colegios electorales, pero la Comisión Electoral ya ha anunciado que otros 938 permanecerán cerrados ante la falta de seguridad.
El jefe de la Policía de la provincia norteña de Baghlan -limítrofe con Takhar-, Abdul Rehman, aseguró hoy a Efe que 28 trabajadores temporales de la Comisión Electoral han sido secuestrados mientras atendían a un seminario sobre la preparación de comicios.