Gobiernos y organismos salen en defensa de las instituciones en Ecuador
Bogotá, Agencias
Gobiernos y distintos organismos, entre ellos la ONU y la OEA, salieron hoy en defensa del Gobierno y el orden institucional en Ecuador ante las protestas de policías y militares por cuestiones salariales que, según el presidente Rafael Correa, esconden un "intento de golpe de Estado".
Las protestas, en las que se vio envuelto el propio Correa al acudir a un regimiento en la capital donde se concentraban los policías descontentos, que han tomado dependencias oficiales y abandonado sus funciones como guardianes del orden, motivaron, además, la declaración del estado de excepción por una semana en todo el país.
Y, de acuerdo con el ministro coordinador de Seguridad Interna y Externa, Miguel Carvajal, la sublevación ha dejado al menos un muerto y algunos heridos, entre ellos el canciller Ricardo Patiño, quien recibió un fuerte golpe en la cabeza.
En respuesta a la protesta, la Organización de Estados Americanos (OEA) convocó inmediatamente una reunión extraordinaria de su Consejo Permanente, que aprobó por aclamación una resolución que respalda por unanimidad "al Gobierno Constitucional de Rafael Correa" y repudia "cualquier intento de alterar la institucionalidad democrática" en Ecuador.
Además, pidió al secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, "que brinde toda la cooperación de la organización a solicitud del Gobierno de Ecuador".
Lo mismo hizo la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), que celebrará esta misma noche en Buenos Aires una cumbre presidencial, lo que fue confirmado por el Gobierno argentino.
A la cita de la Unasur acudirán los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez; Bolivia, Evo Morales; Chile, Sebastián Piñera; Colombia, Juan Manuel Santos; Uruguay, José Mujica; y Perú, Alan García, mientras que Brasil estará representado por el vicecanciller Antonio Patriota.
"Suramérica no puede tolerar bajo ningún aspecto que los Gobiernos elegidos democráticamente se vean vistos presionados y amenazados por sectores que no quieren perder privilegios y prebendas", señaló el secretario general de la Unasur, el argentino Néstor Kirchner, en un comunicado antes de convocarse la reunión.
Entre tanto, desde Naciones Unidas, el secretario general del organismo, Ban Ki-moon, expresó "su firme respaldo a las instituciones democráticas" de Ecuador y "a su Gobierno electo" y señaló su preocupación por la seguridad personal de Correa.
Por su parte, la Unión Europea, a través de su Alta Representante para Política Exterior, Catherine Ashton, pidió el respeto al orden constitucional y a las autoridades democráticas de Ecuador y urgió a evitar acciones violentas que pongan en peligro la convivencia.
A su vez, el Grupo de Río rechazó "toda situación que implique el uso indebido de la fuerza y que comprometa la estabilidad política democrática".
Hasta ahora no hay un panorama claro de la situación en Ecuador, de ahí que haya diferencias entre los Gobiernos a la hora de calificar lo que está ocurriendo.
El Gobierno español calificó desde el primer momento la situación como un "intento de golpe" y condenó "firmemente" cualquier ruptura de la legalidad constitucional, al tiempo que reiteró "su apoyo al Gobierno legítimo y a las instituciones democráticas de Ecuador".
De la misma manera, el presidente venezolano, Hugo Chávez, dijo en su cuenta de Twitter que "están tratando de tumbar al Presidente Correa" y pidió a los pueblos de la Unasur que estén "alertas".
Más tarde, Chávez llamó a los militares ecuatorianos a evitar un golpe de Estado en su país así como a impedir que los policías rebeldes masacren al pueblo o maten al presidente Correa.
Por su parte, el Gobierno de EE.UU. dijo que apoya plenamente al presidente Correa y "deplora cualquier violencia" vinculada con los disturbios en ese país, mientras la secretaria de Estado, Hillary Clinton, urgió a Ecuador a trabajar por el restablecimiento "rápido y pacífico" del orden.
Para el presidente de Bolivia, Evo Morales, quien planteó que mañana los mandatarios de la Unasur vayan a Quito para respaldar a Correa, se trata de una "vergonzosa conspiración" dirigida a dar un "golpe de Estado" y "evitar, a la fuerza y por la violencia, como ocurrió en Honduras, el imparable cambio revolucionario en toda América Latina".
En ese sentido, el Gobierno de Honduras, presidido por Porfirio Lobo, expresó su apoyo al de Ecuador, que no lo reconoce por considerar que surgió del golpe de Estado a Manuel Zelaya en 2009, y expresó su esperanza de que "el derecho del pueblo ecuatoriano representado en el presidente Rafael Correa sea respetado".
El canciller de Brasil, Celso Amorim, se comunicó hoy con su homólogo de Ecuador, Ricardo Patiño, a fin de expresarle su "solidaridad" con el Gobierno y "la democracia" de esa nación, ante las protestas convocadas por policías y militares.
Mientras, el Gobierno de Cuba condenó "el golpe de Estado que se desarrolla en Ecuador", expresó su "completo respaldo" a Correa y emplazó a Estados Unidos a pronunciarse contra la intentona golpista porque "una omisión lo haría cómplice".
A su vez, el ex presidente Fidel Castro afirmó que el intento de golpe de Estado en Ecuador "está ya perdido" y que hasta el presidente de EE.UU., Barack Obama, y su secretaria de Estado lo tendrán que condenar.
En esto último coincidió Daniel Ortega, presidente de Nicaragua, quien denunció un "nuevo intento de golpe de estado" contra el jefe de Estado de Ecuador y llamó a la región a movilizarse y respaldar a un Gobierno "caracterizado por su apego a la democracia a las leyes y sobre todo definido por el amor a su pueblo".
Por su parte, el secretario general iberoamericano, Enrique Iglesias, expresó su "solidaridad con la democracia ecuatoriana" y el "rechazo a cualquier tentativa de alterar el orden constitucional" en el país andino.
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, mostró también su "pleno apoyo" a Rafael Correa y a su Gobierno, al tiempo que condenó "los intentos de cambiar el orden constitucional".
Sin entrar en calificar lo ocurrido, el Gobierno mexicano manifestó su preocupación y su respaldo a Correa por unos "hechos que pueden afectar la vida institucional" de Ecuador y confió en que se pueda encontrar una solución dialogada.
En la misma línea, el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, quien ordenó el cierre de fronteras con Ecuador, respaldó a Correa e hizo votos por una "solución pacífica que conduzca al inmediato restablecimiento del orden público e institucional en el vecino país".
"Costa Rica, una democracia desarmada unilateralmente, condena toda tentación de golpe de Estado y reafirma sus convicciones a favor del diálogo y la institucionalidad democrática", indicó la Cancillería de ese país en un comunicado.
El presidente de Paraguay, Fernando Lugo, expresó su rechazo ante la "sublevación de sectores armados" en Ecuador y elogió "el gesto de patriotismo del pueblo ecuatoriano que a estas horas se moviliza para defender la institucionalidad agredida".
"El Gobierno del Perú respalda plenamente el derecho democrático y la autoridad democrática del presidente Correa y rechaza enérgicamente cualquier acto de insurgencia contra quien representa la voluntad del pueblo ecuatoriano", subrayó, por su parte, el presidente Alan García, quien también ordenó el cierre de las fronteras.
El mandatario de Chile, Sebastián Piñera, expresó su "más absoluto respaldo" "al orden constitucional, a la democracia y al Gobierno constitucional del presidente Rafael Correa" y su rechazo al uso de la fuerza "fuera de los cauces legales".
Asimismo, el Gobierno de Uruguay manifestó su "firme respaldo al Gobierno constitucional" de Correa".
Además, el Parlamento Latinoamericano (Parlatino) y el Parlamento Andino aprobaron en Buenos Aires una declaración de "apoyo incondicional" a la "institucionalidad democrática" y a "la autoridad" del presidente ecuatoriano.
El primero en reaccionar fue, sin embargo, el Gobierno argentino, que expresó su "profunda preocupación" por las protestas de los policías.
Tras la declaración del estado de excepción, la Presidencia de Ecuador envió un correo electrónico a los directivos de los canales de televisión y de radio del país en los que les exigió suspender indefinidamente su programación y emitir la señal pública.
Poco después, los policías sublevados invadieron Ecuador TV e intentaban interrumpir la señal de ese canal y de Gama TV, canales controlados por el Gobierno ecuatoriano, según dijeron presentadores de ambas estaciones.
Gobiernos y distintos organismos, entre ellos la ONU y la OEA, salieron hoy en defensa del Gobierno y el orden institucional en Ecuador ante las protestas de policías y militares por cuestiones salariales que, según el presidente Rafael Correa, esconden un "intento de golpe de Estado".
Las protestas, en las que se vio envuelto el propio Correa al acudir a un regimiento en la capital donde se concentraban los policías descontentos, que han tomado dependencias oficiales y abandonado sus funciones como guardianes del orden, motivaron, además, la declaración del estado de excepción por una semana en todo el país.
Y, de acuerdo con el ministro coordinador de Seguridad Interna y Externa, Miguel Carvajal, la sublevación ha dejado al menos un muerto y algunos heridos, entre ellos el canciller Ricardo Patiño, quien recibió un fuerte golpe en la cabeza.
En respuesta a la protesta, la Organización de Estados Americanos (OEA) convocó inmediatamente una reunión extraordinaria de su Consejo Permanente, que aprobó por aclamación una resolución que respalda por unanimidad "al Gobierno Constitucional de Rafael Correa" y repudia "cualquier intento de alterar la institucionalidad democrática" en Ecuador.
Además, pidió al secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, "que brinde toda la cooperación de la organización a solicitud del Gobierno de Ecuador".
Lo mismo hizo la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), que celebrará esta misma noche en Buenos Aires una cumbre presidencial, lo que fue confirmado por el Gobierno argentino.
A la cita de la Unasur acudirán los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez; Bolivia, Evo Morales; Chile, Sebastián Piñera; Colombia, Juan Manuel Santos; Uruguay, José Mujica; y Perú, Alan García, mientras que Brasil estará representado por el vicecanciller Antonio Patriota.
"Suramérica no puede tolerar bajo ningún aspecto que los Gobiernos elegidos democráticamente se vean vistos presionados y amenazados por sectores que no quieren perder privilegios y prebendas", señaló el secretario general de la Unasur, el argentino Néstor Kirchner, en un comunicado antes de convocarse la reunión.
Entre tanto, desde Naciones Unidas, el secretario general del organismo, Ban Ki-moon, expresó "su firme respaldo a las instituciones democráticas" de Ecuador y "a su Gobierno electo" y señaló su preocupación por la seguridad personal de Correa.
Por su parte, la Unión Europea, a través de su Alta Representante para Política Exterior, Catherine Ashton, pidió el respeto al orden constitucional y a las autoridades democráticas de Ecuador y urgió a evitar acciones violentas que pongan en peligro la convivencia.
A su vez, el Grupo de Río rechazó "toda situación que implique el uso indebido de la fuerza y que comprometa la estabilidad política democrática".
Hasta ahora no hay un panorama claro de la situación en Ecuador, de ahí que haya diferencias entre los Gobiernos a la hora de calificar lo que está ocurriendo.
El Gobierno español calificó desde el primer momento la situación como un "intento de golpe" y condenó "firmemente" cualquier ruptura de la legalidad constitucional, al tiempo que reiteró "su apoyo al Gobierno legítimo y a las instituciones democráticas de Ecuador".
De la misma manera, el presidente venezolano, Hugo Chávez, dijo en su cuenta de Twitter que "están tratando de tumbar al Presidente Correa" y pidió a los pueblos de la Unasur que estén "alertas".
Más tarde, Chávez llamó a los militares ecuatorianos a evitar un golpe de Estado en su país así como a impedir que los policías rebeldes masacren al pueblo o maten al presidente Correa.
Por su parte, el Gobierno de EE.UU. dijo que apoya plenamente al presidente Correa y "deplora cualquier violencia" vinculada con los disturbios en ese país, mientras la secretaria de Estado, Hillary Clinton, urgió a Ecuador a trabajar por el restablecimiento "rápido y pacífico" del orden.
Para el presidente de Bolivia, Evo Morales, quien planteó que mañana los mandatarios de la Unasur vayan a Quito para respaldar a Correa, se trata de una "vergonzosa conspiración" dirigida a dar un "golpe de Estado" y "evitar, a la fuerza y por la violencia, como ocurrió en Honduras, el imparable cambio revolucionario en toda América Latina".
En ese sentido, el Gobierno de Honduras, presidido por Porfirio Lobo, expresó su apoyo al de Ecuador, que no lo reconoce por considerar que surgió del golpe de Estado a Manuel Zelaya en 2009, y expresó su esperanza de que "el derecho del pueblo ecuatoriano representado en el presidente Rafael Correa sea respetado".
El canciller de Brasil, Celso Amorim, se comunicó hoy con su homólogo de Ecuador, Ricardo Patiño, a fin de expresarle su "solidaridad" con el Gobierno y "la democracia" de esa nación, ante las protestas convocadas por policías y militares.
Mientras, el Gobierno de Cuba condenó "el golpe de Estado que se desarrolla en Ecuador", expresó su "completo respaldo" a Correa y emplazó a Estados Unidos a pronunciarse contra la intentona golpista porque "una omisión lo haría cómplice".
A su vez, el ex presidente Fidel Castro afirmó que el intento de golpe de Estado en Ecuador "está ya perdido" y que hasta el presidente de EE.UU., Barack Obama, y su secretaria de Estado lo tendrán que condenar.
En esto último coincidió Daniel Ortega, presidente de Nicaragua, quien denunció un "nuevo intento de golpe de estado" contra el jefe de Estado de Ecuador y llamó a la región a movilizarse y respaldar a un Gobierno "caracterizado por su apego a la democracia a las leyes y sobre todo definido por el amor a su pueblo".
Por su parte, el secretario general iberoamericano, Enrique Iglesias, expresó su "solidaridad con la democracia ecuatoriana" y el "rechazo a cualquier tentativa de alterar el orden constitucional" en el país andino.
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, mostró también su "pleno apoyo" a Rafael Correa y a su Gobierno, al tiempo que condenó "los intentos de cambiar el orden constitucional".
Sin entrar en calificar lo ocurrido, el Gobierno mexicano manifestó su preocupación y su respaldo a Correa por unos "hechos que pueden afectar la vida institucional" de Ecuador y confió en que se pueda encontrar una solución dialogada.
En la misma línea, el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, quien ordenó el cierre de fronteras con Ecuador, respaldó a Correa e hizo votos por una "solución pacífica que conduzca al inmediato restablecimiento del orden público e institucional en el vecino país".
"Costa Rica, una democracia desarmada unilateralmente, condena toda tentación de golpe de Estado y reafirma sus convicciones a favor del diálogo y la institucionalidad democrática", indicó la Cancillería de ese país en un comunicado.
El presidente de Paraguay, Fernando Lugo, expresó su rechazo ante la "sublevación de sectores armados" en Ecuador y elogió "el gesto de patriotismo del pueblo ecuatoriano que a estas horas se moviliza para defender la institucionalidad agredida".
"El Gobierno del Perú respalda plenamente el derecho democrático y la autoridad democrática del presidente Correa y rechaza enérgicamente cualquier acto de insurgencia contra quien representa la voluntad del pueblo ecuatoriano", subrayó, por su parte, el presidente Alan García, quien también ordenó el cierre de las fronteras.
El mandatario de Chile, Sebastián Piñera, expresó su "más absoluto respaldo" "al orden constitucional, a la democracia y al Gobierno constitucional del presidente Rafael Correa" y su rechazo al uso de la fuerza "fuera de los cauces legales".
Asimismo, el Gobierno de Uruguay manifestó su "firme respaldo al Gobierno constitucional" de Correa".
Además, el Parlamento Latinoamericano (Parlatino) y el Parlamento Andino aprobaron en Buenos Aires una declaración de "apoyo incondicional" a la "institucionalidad democrática" y a "la autoridad" del presidente ecuatoriano.
El primero en reaccionar fue, sin embargo, el Gobierno argentino, que expresó su "profunda preocupación" por las protestas de los policías.
Tras la declaración del estado de excepción, la Presidencia de Ecuador envió un correo electrónico a los directivos de los canales de televisión y de radio del país en los que les exigió suspender indefinidamente su programación y emitir la señal pública.
Poco después, los policías sublevados invadieron Ecuador TV e intentaban interrumpir la señal de ese canal y de Gama TV, canales controlados por el Gobierno ecuatoriano, según dijeron presentadores de ambas estaciones.