Fórmula Uno: Singapur es territorio favorable para Alonso
Madrid, As
Alonso no es de los que se confunden con la noche. Al menos no le ocurre así en Singapur, un gran premio que se ha disputado en dos ocasiones y ambas han tenido un excelente balance para el piloto asturiano. Un precedente esperanzador para esta temporada, en la que es importantísimo que esté en el podio en cada una de las cinco carreras restantes si quiere mantener vivas sus opciones al título mundial.
Incluso con un monoplaza tan poco competitivo como el Renault de las dos últimas campañas, el español ha sido capaz de obtener un magnífico rendimiento de las carreras nocturnas en Marina Bay. En la primera de la historia, en 2008, Fernando consiguió una victoria que después se vio empañada por la polémica, el famoso accidente voluntario de su compañero Nelsinho Piquet que pudo adulterar el resultado de la competición. Pero independientemente de ese vergonzoso capítulo de la historia de la F- 1, el ovetense se mostró rapidísimo en este trazado iluminado por la luz de los focos.
Y lo refrendó el año pasado, subiendo al tercer escalón del podio, sólo superado por Lewis Hamilton y Timo Glock. Alonso se mueve bien en una pista que no admite margen para el error, puesto que los muros que la flanquean aguardan a que se produzca para pasar factura a quien lo comete. Sangre fría, talento y habilidad para rodar al límite en esas condiciones, como demostró el español el año pasado marcando también la vuelta rápida en carrera.
En la cruz de la moneda encontramos que ningún Ferrari ha conseguido despuntar en Singapur en estos dos años de carreras. Los coches rojos no han estado en los puestos de podio y lo más destacable de sus actuaciones allí son la pole de Massa y la vuelta rápida de Raikkonen en 2008.
Pero ahora en Maranello cuentan con un piloto mucho más solvente en este trazado que, además, se sabe obligado a aprovechar cada oportunidad de una temporada que afronta su recta final.
Alonso no es de los que se confunden con la noche. Al menos no le ocurre así en Singapur, un gran premio que se ha disputado en dos ocasiones y ambas han tenido un excelente balance para el piloto asturiano. Un precedente esperanzador para esta temporada, en la que es importantísimo que esté en el podio en cada una de las cinco carreras restantes si quiere mantener vivas sus opciones al título mundial.
Incluso con un monoplaza tan poco competitivo como el Renault de las dos últimas campañas, el español ha sido capaz de obtener un magnífico rendimiento de las carreras nocturnas en Marina Bay. En la primera de la historia, en 2008, Fernando consiguió una victoria que después se vio empañada por la polémica, el famoso accidente voluntario de su compañero Nelsinho Piquet que pudo adulterar el resultado de la competición. Pero independientemente de ese vergonzoso capítulo de la historia de la F- 1, el ovetense se mostró rapidísimo en este trazado iluminado por la luz de los focos.
Y lo refrendó el año pasado, subiendo al tercer escalón del podio, sólo superado por Lewis Hamilton y Timo Glock. Alonso se mueve bien en una pista que no admite margen para el error, puesto que los muros que la flanquean aguardan a que se produzca para pasar factura a quien lo comete. Sangre fría, talento y habilidad para rodar al límite en esas condiciones, como demostró el español el año pasado marcando también la vuelta rápida en carrera.
En la cruz de la moneda encontramos que ningún Ferrari ha conseguido despuntar en Singapur en estos dos años de carreras. Los coches rojos no han estado en los puestos de podio y lo más destacable de sus actuaciones allí son la pole de Massa y la vuelta rápida de Raikkonen en 2008.
Pero ahora en Maranello cuentan con un piloto mucho más solvente en este trazado que, además, se sabe obligado a aprovechar cada oportunidad de una temporada que afronta su recta final.