Evo no masca coca con Obama
Sebastián Ochoa
Desde La Paz
El gobierno de Evo Morales criticó el informe de Barack Obama, presidente de Estados Unidos, según el cual Bolivia “ha fallado de manera demostrable” en la lucha contra los narcóticos. Por este motivo, el Congreso de EE.UU. decidió por tercer año seguido “descertificar” a este país, lo que implica dejarlo afuera de preferencias arancelarias y otros beneficios que tendrán los gobiernos cumplidores, de acuerdo con el juicio de la nación del norte.
“Creo que sólo es una descertificación política. Yo ya sabía que esto iba pasar, porque mientras tengamos una posición anticapitalista y antiimperialista nunca jamás EE.UU. va certificar a Bolivia. Siempre va a encontrar algún argumento para descertificarnos”, dijo Morales ayer en Cochabamba.
Durante un encuentro de organizaciones sociales afines a su mandato, reunidas en la Conalcam (Coordinadora Nacional por el Cambio), el presidente se dedicó a leer el informe presentado por la embajada estadounidense y a hacer comentarios entrelíneas. “En este nuevo documento de descertificación primero nos dicen que está bien. Pero después nos descertifican. ¿Cómo es eso? No entiendo”, dijo Morales.
“Estados Unidos comparte la preocupación del gobierno de Bolivia por la mejora de los métodos de producción de cocaína, por una creciente presencia de narcotraficantes extranjeros y por el tránsito de drogas por el país”, según el documento leído por Obama ante el Congreso de su país.
“La expulsión de la Agencia Antidrogas de EE.UU. (DEA, por su sigla en inglés) ha perjudicado los esfuerzos para identificar y desmantelar organizaciones narcotraficantes”, continúa el informe. En 2008, cuando el gobierno de Morales soportó un intento de golpe de Estado, decidió expulsar a los agentes antinarcóticos de EE.UU., porque tenía indicios de que complotaban contra su mandato. Desde entonces, Bolivia encaró la lucha contra las drogas con recursos propios, aunque EE.UU. no dejó de mandar dinero para este fin. Además, buscó la cooperación de otros países de la región y de Europa.
Según la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn), en lo que va de 2010 se confiscaron 21,7 toneladas de cocaína y 965 de marihuana. Cerca del 50 por ciento de la cocaína interceptada tendría como origen Perú. Esta droga transita mayormente de la zona andina hacia las tierras bajas, desde donde se la envía a Europa o Brasil. Argentina, Chile y Paraguay son otros receptores de narcóticos. Por ello el gobierno boliviano impulsó en las fronteras tareas conjuntas con fuerzas de seguridad de países vecinos.
“Aunque los logros fueron importantes, lamentablemente no han dado lugar a una reducción neta en el cultivo de coca o en la producción de cocaína en Bolivia”, menciona el informe de EE.UU.
La Asamblea Legislativa Plurinacional, dominada por el oficialismo, propone reformar la ley 1008, “la ley antidrogas”, que habría sido redactada en los ’70 por el gobierno de EE.UU., según comentarios de legisladores actuales. En la nueva normativa plantearían dar un trato más humanitario a los consumidores, en sintonía con legislaciones de otros países. Además, aumentarían el área legal del cultivo de coca. Por ahora es de 12 mil hectáreas.
El gobierno de Morales propone que sean 20 mil las hectáreas de coca legal, destinada al mascado, la elaboración de productos con su agregado (desde harina hasta jabones) y otros usos rituales. Esta zona estaría en los sitios de cultivo “tradicional” de la hoja: los Yungas, Caranavi y Apolo, en La Paz, y El Chapare en Cochabamba.
De acuerdo con datos de las Naciones Unidas, en Bolivia hay en total 31 mil hectáreas sembradas de coca. Serían 19 mil hectáreas más de lo permitido actualmente por la ley 1008.
Para Morales, el reclamo del “imperio” se debe a intereses geopolíticos. “Sin la DEA son mejores los operativos, aunque nuestra debilidad es la tecnología. Si tuviéramos radares, satélites, helicópteros y aviones de lucha contra el narcotráfico sería mejor”, dijo.
Desde La Paz
El gobierno de Evo Morales criticó el informe de Barack Obama, presidente de Estados Unidos, según el cual Bolivia “ha fallado de manera demostrable” en la lucha contra los narcóticos. Por este motivo, el Congreso de EE.UU. decidió por tercer año seguido “descertificar” a este país, lo que implica dejarlo afuera de preferencias arancelarias y otros beneficios que tendrán los gobiernos cumplidores, de acuerdo con el juicio de la nación del norte.
“Creo que sólo es una descertificación política. Yo ya sabía que esto iba pasar, porque mientras tengamos una posición anticapitalista y antiimperialista nunca jamás EE.UU. va certificar a Bolivia. Siempre va a encontrar algún argumento para descertificarnos”, dijo Morales ayer en Cochabamba.
Durante un encuentro de organizaciones sociales afines a su mandato, reunidas en la Conalcam (Coordinadora Nacional por el Cambio), el presidente se dedicó a leer el informe presentado por la embajada estadounidense y a hacer comentarios entrelíneas. “En este nuevo documento de descertificación primero nos dicen que está bien. Pero después nos descertifican. ¿Cómo es eso? No entiendo”, dijo Morales.
“Estados Unidos comparte la preocupación del gobierno de Bolivia por la mejora de los métodos de producción de cocaína, por una creciente presencia de narcotraficantes extranjeros y por el tránsito de drogas por el país”, según el documento leído por Obama ante el Congreso de su país.
“La expulsión de la Agencia Antidrogas de EE.UU. (DEA, por su sigla en inglés) ha perjudicado los esfuerzos para identificar y desmantelar organizaciones narcotraficantes”, continúa el informe. En 2008, cuando el gobierno de Morales soportó un intento de golpe de Estado, decidió expulsar a los agentes antinarcóticos de EE.UU., porque tenía indicios de que complotaban contra su mandato. Desde entonces, Bolivia encaró la lucha contra las drogas con recursos propios, aunque EE.UU. no dejó de mandar dinero para este fin. Además, buscó la cooperación de otros países de la región y de Europa.
Según la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn), en lo que va de 2010 se confiscaron 21,7 toneladas de cocaína y 965 de marihuana. Cerca del 50 por ciento de la cocaína interceptada tendría como origen Perú. Esta droga transita mayormente de la zona andina hacia las tierras bajas, desde donde se la envía a Europa o Brasil. Argentina, Chile y Paraguay son otros receptores de narcóticos. Por ello el gobierno boliviano impulsó en las fronteras tareas conjuntas con fuerzas de seguridad de países vecinos.
“Aunque los logros fueron importantes, lamentablemente no han dado lugar a una reducción neta en el cultivo de coca o en la producción de cocaína en Bolivia”, menciona el informe de EE.UU.
La Asamblea Legislativa Plurinacional, dominada por el oficialismo, propone reformar la ley 1008, “la ley antidrogas”, que habría sido redactada en los ’70 por el gobierno de EE.UU., según comentarios de legisladores actuales. En la nueva normativa plantearían dar un trato más humanitario a los consumidores, en sintonía con legislaciones de otros países. Además, aumentarían el área legal del cultivo de coca. Por ahora es de 12 mil hectáreas.
El gobierno de Morales propone que sean 20 mil las hectáreas de coca legal, destinada al mascado, la elaboración de productos con su agregado (desde harina hasta jabones) y otros usos rituales. Esta zona estaría en los sitios de cultivo “tradicional” de la hoja: los Yungas, Caranavi y Apolo, en La Paz, y El Chapare en Cochabamba.
De acuerdo con datos de las Naciones Unidas, en Bolivia hay en total 31 mil hectáreas sembradas de coca. Serían 19 mil hectáreas más de lo permitido actualmente por la ley 1008.
Para Morales, el reclamo del “imperio” se debe a intereses geopolíticos. “Sin la DEA son mejores los operativos, aunque nuestra debilidad es la tecnología. Si tuviéramos radares, satélites, helicópteros y aviones de lucha contra el narcotráfico sería mejor”, dijo.