El Papa recibió a las víctimas de pederastía y denunció que los cristianos son ridiculizados
Londres, Agencias
Benedicto XVI recibió hoy su primer baño de multitudes en Londres, en una jornada en la que se reunió con unas 100.000 personas, ante las que denunció que los cristianos son ridiculizados por la sociedad, y mantuvo un encuentro con víctimas de curas pederastas, a las que expresó su "dolor y vergüenza".
Este tercer día de visita al Reino Unido estuvo marcado por la nueva dura condena que hizo de los abusos de menores por parte de sacerdotes, su encuentro con víctimas y la multitudinaria vigilia que presidió en Hyde Park con motivo de la beatificación, mañana, en Birmingham del cardenal John Herry Newman, un anglicano que se pasó al catolicismo.
También estuvo marcado por la manifestación de varios de miles de personas contra su presencia.
"Pienso en el inmenso sufrimiento causado por el abuso de menores, especialmente por los ministros de la Iglesia. Quiero manifestar mi profundo pesar a las víctimas inocentes de estos crímenes atroces, junto con mi esperanza de que el poder de la gracia de Cristo traerá la curación profunda y la paz a sus vidas", afirmó el Pontífice en una misa en la catedral de Westminter.
El Papa agregó que reconocía "la vergüenza y la humillación que todos hemos sufrido a causa de estos pecados".
Estas palabras fueron la continuación de las expresadas el día 16 cuando por primera vez reconoció que la Iglesia en su conjunto -los obispos y el Vaticano- no han sido suficientemente "vigilantes, veloces y decisivos" a la hora de afrontar los abusos sexuales a menores.
Tras la misa y en un ambiente de discreción, el Papa se reunió en la Nunciatura de Londres con cinco víctimas británicas de curas pederastas.
"El Papa se ha conmovido escuchando las historias de las víctimas y le ha expresado su profundo dolor y vergüenza por sus sufrimientos y los de sus familias", precisó el Vaticano.
Benedicto XVI rezó con las víctimas y les dio seguridades de que la Iglesia Católica "mientras continua poniendo en marcha" medidas para la protección de los jóvenes "está haciendo todo lo posible para verificar las acusaciones y para colaborar con la autoridad civil y entregar a la justicia a los religioso acusados de estos graves crímenes".
Esta es la cuarta vez que el Papa Ratzinger se reúne con víctimas de abusos sexuales. Ya lo hizo durante sus viajes a EEUU, Sidney (Australia), en abril y julio de 2008 respectivamente, y a Malta el pasado abril.
El encuentro del Papa con las víctimas se produjo mientras miles de personas se manifestaron por el centro de Londres contra la presencia del Pontífice, entre ellas víctimas de abusos sexuales de sacerdotes.
El activista de derechos humanos Peter Tatchell, que se ha destacado siempre por la defensa de los derechos de los homosexuales, le acusó de disculparse "por los fallos de todos los demás menos los propios".
"No ha admitido sus propias deficiencias y sigue sin entregar a la policía de todo el mundo los documentos que tiene sobre sacerdotes pedófilos, lo cual le convierte en cómplice", dijo Tatchell.
El momento más festivo de la jornada fue la vigilia en Hyde Park, el parque donde se puede hablar libremente, pero no se pueden desarrollar actividades religiosas, por lo que fue necesaria una autorización especial para el acto.
Acogido a los sones del Mesías de Haendel y ondear de banderitas y vivas, Benedicto XVI denunció que el precio que tienen que pagar los cristianos por la fidelidad al Evangelio "no es ya ser ahorcados, descoyuntados o descuartizados, sino que a menudo implica ser excluidos y ridiculizados por una sociedad en la que el relativismo moral e intelectual amenaza con minar sus pilares".
Benedicto XVI también se refirió a la crisis de fe que vive el mundo actual y aseguró que "nadie que lo contemple con realismo puede pensar que los cristianos pueden permitirse el lujo de continuar como si no pasara nada".
A la vigilia asistieron miles de jóvenes, a los que el Papa invitó "vivamente" a acompañarle el próximo año en Madrid en la Jornada Mundial de la Juventud, que se celebrará en agosto.
Benedicto XVI también lamentó que el mundo de hoy vea el Evangelio "como un límite a la libertad humana, en vez de "como la verdad que libera la mente del hombre" y animó a los laicos a llevar adelante la misión de la Iglesia.
En esta jornada de denso programa, el Papa visitó una residencia de ancianos, ante los que dijo que son una "bendición" para la sociedad y rechazó la eutanasia, al afirmar que la vida es un don de Dios "y sólo corresponde a El darla y quitarla".
Mañana, último día de la visita, el Papa se trasladará a Birmingham para beatificar al cardenal John Herry Newman.
Benedicto XVI recibió hoy su primer baño de multitudes en Londres, en una jornada en la que se reunió con unas 100.000 personas, ante las que denunció que los cristianos son ridiculizados por la sociedad, y mantuvo un encuentro con víctimas de curas pederastas, a las que expresó su "dolor y vergüenza".
Este tercer día de visita al Reino Unido estuvo marcado por la nueva dura condena que hizo de los abusos de menores por parte de sacerdotes, su encuentro con víctimas y la multitudinaria vigilia que presidió en Hyde Park con motivo de la beatificación, mañana, en Birmingham del cardenal John Herry Newman, un anglicano que se pasó al catolicismo.
También estuvo marcado por la manifestación de varios de miles de personas contra su presencia.
"Pienso en el inmenso sufrimiento causado por el abuso de menores, especialmente por los ministros de la Iglesia. Quiero manifestar mi profundo pesar a las víctimas inocentes de estos crímenes atroces, junto con mi esperanza de que el poder de la gracia de Cristo traerá la curación profunda y la paz a sus vidas", afirmó el Pontífice en una misa en la catedral de Westminter.
El Papa agregó que reconocía "la vergüenza y la humillación que todos hemos sufrido a causa de estos pecados".
Estas palabras fueron la continuación de las expresadas el día 16 cuando por primera vez reconoció que la Iglesia en su conjunto -los obispos y el Vaticano- no han sido suficientemente "vigilantes, veloces y decisivos" a la hora de afrontar los abusos sexuales a menores.
Tras la misa y en un ambiente de discreción, el Papa se reunió en la Nunciatura de Londres con cinco víctimas británicas de curas pederastas.
"El Papa se ha conmovido escuchando las historias de las víctimas y le ha expresado su profundo dolor y vergüenza por sus sufrimientos y los de sus familias", precisó el Vaticano.
Benedicto XVI rezó con las víctimas y les dio seguridades de que la Iglesia Católica "mientras continua poniendo en marcha" medidas para la protección de los jóvenes "está haciendo todo lo posible para verificar las acusaciones y para colaborar con la autoridad civil y entregar a la justicia a los religioso acusados de estos graves crímenes".
Esta es la cuarta vez que el Papa Ratzinger se reúne con víctimas de abusos sexuales. Ya lo hizo durante sus viajes a EEUU, Sidney (Australia), en abril y julio de 2008 respectivamente, y a Malta el pasado abril.
El encuentro del Papa con las víctimas se produjo mientras miles de personas se manifestaron por el centro de Londres contra la presencia del Pontífice, entre ellas víctimas de abusos sexuales de sacerdotes.
El activista de derechos humanos Peter Tatchell, que se ha destacado siempre por la defensa de los derechos de los homosexuales, le acusó de disculparse "por los fallos de todos los demás menos los propios".
"No ha admitido sus propias deficiencias y sigue sin entregar a la policía de todo el mundo los documentos que tiene sobre sacerdotes pedófilos, lo cual le convierte en cómplice", dijo Tatchell.
El momento más festivo de la jornada fue la vigilia en Hyde Park, el parque donde se puede hablar libremente, pero no se pueden desarrollar actividades religiosas, por lo que fue necesaria una autorización especial para el acto.
Acogido a los sones del Mesías de Haendel y ondear de banderitas y vivas, Benedicto XVI denunció que el precio que tienen que pagar los cristianos por la fidelidad al Evangelio "no es ya ser ahorcados, descoyuntados o descuartizados, sino que a menudo implica ser excluidos y ridiculizados por una sociedad en la que el relativismo moral e intelectual amenaza con minar sus pilares".
Benedicto XVI también se refirió a la crisis de fe que vive el mundo actual y aseguró que "nadie que lo contemple con realismo puede pensar que los cristianos pueden permitirse el lujo de continuar como si no pasara nada".
A la vigilia asistieron miles de jóvenes, a los que el Papa invitó "vivamente" a acompañarle el próximo año en Madrid en la Jornada Mundial de la Juventud, que se celebrará en agosto.
Benedicto XVI también lamentó que el mundo de hoy vea el Evangelio "como un límite a la libertad humana, en vez de "como la verdad que libera la mente del hombre" y animó a los laicos a llevar adelante la misión de la Iglesia.
En esta jornada de denso programa, el Papa visitó una residencia de ancianos, ante los que dijo que son una "bendición" para la sociedad y rechazó la eutanasia, al afirmar que la vida es un don de Dios "y sólo corresponde a El darla y quitarla".
Mañana, último día de la visita, el Papa se trasladará a Birmingham para beatificar al cardenal John Herry Newman.