El gobernador de Texas critica la falta de liderazgo de Obama en la reforma de migración
Dallas, Agencias
El gobernador de Texas, Rick Perry, criticó la falta de liderazgo del presidente Barack Obama para afrontar la reforma migratoria, mientras se sucede la violencia en la frontera con México.
Perry, quien asumió la gobernación por primera vez en 2000 cuando George W. Bush dimitió al cargo para ser candidato presidencial, señaló que la falta de seguridad en la frontera ha deteriorado el comercio de Texas con el país vecino.
"La inmigración indocumentada a través de la frontera no es nada nuevo, ha existido por muchas décadas. Lo que sí es nuevo es que los carteles mexicanos financian y utilizan al tráfico de humanos para pagar sus operaciones y pasar droga a Texas", dijo Perry.
"Es un nuevo fenómeno y son los narcotraficantes los que están creando una nueva modalidad migratoria. Hay que reforzar la seguridad en la frontera con más efectivos y con tecnología de punta como aviones no tripulados con visión nocturna y sistemas de detectores térmicos", agregó.
La lucha entre los carteles de la droga por las rutas de contrabando y con el ejército mexicano ha provocado alrededor de 28.000 muertes desde diciembre de 2006.
Perry dijo que al tener mayor control de la frontera, entonces se sentará a debatir y discutir intelectualmente las mejores alternativas para implementar una política migratoria "y decidir a quién se le debe otorgar permiso para entrar y salir del país".
"Recién entonces, cuando haya control completo de la frontera, podremos formular nuevamente iniciativas como el pedido de otorgar licencias de conducir a los indocumentados que se encuentran en el estado", afirmó.
"Apoyo la inmigración, siempre que sea legal, porque la frontera debe ser una puerta para el comercio con México, nuestro socio más importante. Si eso no ocurre, entonces habrá un deterioro de la seguridad para el bien del comercio y el turismo", agregó.
Perry explicó que ha solicitado al Gobierno federal mil soldados de la Guardia Nacional para proteger la frontera, aunque en realidad se necesita un mínimo de tres mil.
Considerado como uno de los gobernadores más críticos al gobierno de Barack Obama, Perry reprendió al Gobierno federal por no asumir su responsabilidad en el objetivo de aprobar una reforma migratoria.
"Hay que ponerse bien las botas, ser firmes y colocar más recursos para proteger la frontera y detener no sólo la inmigración indocumentada, sino también al tráfico de drogas y humanos", reiteró Perry.
"Hay inversionistas que no quieren correr el riesgo en Texas porque no saben qué es lo que el Gobierno federal nos depara. En los últimos 16 meses, y también antes de este gobierno, Washington no ha sabido administrar sus fondos como debería en plena crisis económica", criticó.
Sobre la posibilidad de que en Texas se proponga una ley similar a la SB1070 de Arizona, Perry manifestó que aunque respeta la soberanía de otros estados, vetaría una acción similar porque "no se ajusta a las necesidades de Texas".
"Sin embargo, dejaría que sean los legisladores estatales los que decidan si tenemos derecho a discutir este tema en caso de que haya una propuesta de ley similar a la de Arizona", dijo.
Perry afirmó que aunque está en desacuerdo con la SB1070 en general, si acepta algunas cláusulas como la que prohíbe políticas municipales que protegen a los inmigrantes indocumentados en las llamadas "ciudades santuario".
"Si el estado dice que no está de acuerdo con la inmigración ilegal porque no se rige con las leyes vigentes, entonces todas las ciudades deben gobernarse bajo los mismos parámetros", enfatizó Perry, quien postula actualmente para la reelección a la gobernación y tiene como contrincante al demócrata y ex alcalde de Houston Bill White.
En la última semana, las encuestas de opinión han arrojado un empate técnico, pero lo que mantiene las expectativas de la opinión pública son las fuertes críticas entre ambos candidatos y la negativa de Perry a debatir con White hasta que no muestre sus declaraciones juradas en los años en los que trabajó en el Gobierno federal.
"White tiene algo que esconder y no quiere que el público lo sepa. De lo contrario ya lo hubiera hecho", sostuvo el gobernador de Texas quien dijo ser el mejor candidato para el estado porque en los últimos años ha sido capaz de crear más trabajos que todos los estados del país juntos.
El gobernador de Texas, Rick Perry, criticó la falta de liderazgo del presidente Barack Obama para afrontar la reforma migratoria, mientras se sucede la violencia en la frontera con México.
Perry, quien asumió la gobernación por primera vez en 2000 cuando George W. Bush dimitió al cargo para ser candidato presidencial, señaló que la falta de seguridad en la frontera ha deteriorado el comercio de Texas con el país vecino.
"La inmigración indocumentada a través de la frontera no es nada nuevo, ha existido por muchas décadas. Lo que sí es nuevo es que los carteles mexicanos financian y utilizan al tráfico de humanos para pagar sus operaciones y pasar droga a Texas", dijo Perry.
"Es un nuevo fenómeno y son los narcotraficantes los que están creando una nueva modalidad migratoria. Hay que reforzar la seguridad en la frontera con más efectivos y con tecnología de punta como aviones no tripulados con visión nocturna y sistemas de detectores térmicos", agregó.
La lucha entre los carteles de la droga por las rutas de contrabando y con el ejército mexicano ha provocado alrededor de 28.000 muertes desde diciembre de 2006.
Perry dijo que al tener mayor control de la frontera, entonces se sentará a debatir y discutir intelectualmente las mejores alternativas para implementar una política migratoria "y decidir a quién se le debe otorgar permiso para entrar y salir del país".
"Recién entonces, cuando haya control completo de la frontera, podremos formular nuevamente iniciativas como el pedido de otorgar licencias de conducir a los indocumentados que se encuentran en el estado", afirmó.
"Apoyo la inmigración, siempre que sea legal, porque la frontera debe ser una puerta para el comercio con México, nuestro socio más importante. Si eso no ocurre, entonces habrá un deterioro de la seguridad para el bien del comercio y el turismo", agregó.
Perry explicó que ha solicitado al Gobierno federal mil soldados de la Guardia Nacional para proteger la frontera, aunque en realidad se necesita un mínimo de tres mil.
Considerado como uno de los gobernadores más críticos al gobierno de Barack Obama, Perry reprendió al Gobierno federal por no asumir su responsabilidad en el objetivo de aprobar una reforma migratoria.
"Hay que ponerse bien las botas, ser firmes y colocar más recursos para proteger la frontera y detener no sólo la inmigración indocumentada, sino también al tráfico de drogas y humanos", reiteró Perry.
"Hay inversionistas que no quieren correr el riesgo en Texas porque no saben qué es lo que el Gobierno federal nos depara. En los últimos 16 meses, y también antes de este gobierno, Washington no ha sabido administrar sus fondos como debería en plena crisis económica", criticó.
Sobre la posibilidad de que en Texas se proponga una ley similar a la SB1070 de Arizona, Perry manifestó que aunque respeta la soberanía de otros estados, vetaría una acción similar porque "no se ajusta a las necesidades de Texas".
"Sin embargo, dejaría que sean los legisladores estatales los que decidan si tenemos derecho a discutir este tema en caso de que haya una propuesta de ley similar a la de Arizona", dijo.
Perry afirmó que aunque está en desacuerdo con la SB1070 en general, si acepta algunas cláusulas como la que prohíbe políticas municipales que protegen a los inmigrantes indocumentados en las llamadas "ciudades santuario".
"Si el estado dice que no está de acuerdo con la inmigración ilegal porque no se rige con las leyes vigentes, entonces todas las ciudades deben gobernarse bajo los mismos parámetros", enfatizó Perry, quien postula actualmente para la reelección a la gobernación y tiene como contrincante al demócrata y ex alcalde de Houston Bill White.
En la última semana, las encuestas de opinión han arrojado un empate técnico, pero lo que mantiene las expectativas de la opinión pública son las fuertes críticas entre ambos candidatos y la negativa de Perry a debatir con White hasta que no muestre sus declaraciones juradas en los años en los que trabajó en el Gobierno federal.
"White tiene algo que esconder y no quiere que el público lo sepa. De lo contrario ya lo hubiera hecho", sostuvo el gobernador de Texas quien dijo ser el mejor candidato para el estado porque en los últimos años ha sido capaz de crear más trabajos que todos los estados del país juntos.