Dimite el primer ministro de Somalia tras meses de disputas con el presidente
Mogadiscio, Agencias
Las disputas con el presidente, Sharif Sheikh Ahmed, causaron hoy la dimisión del primer ministro de Somalia, Omar Abdirashid Ali Sharmaarke, mientras los radicales islámicos, ligados a Al Qaeda, amenazan al Gobierno y aumentan su fuerza.
La dimisión se produce el mismo día que el Parlamento Transitorio tenía planeado un voto de confianza contra el Gobierno, que podría haber derribado a Ali Sharmaarke y que ha sido retirado tras su renuncia.
El portavoz del primer ministro, Abdulkader Welayo, dijo a Efe que Ali Sharmaarke había decidido dimitir debido a que la disputa con el presidente Ahmed "había paralizado un Gobierno débil", que sólo existe por la protección de la Misión de la Unión Africana en Somalia (AMISOM).
Tras presentar su renuncia a Ahmed en la Oficina Presidencial, Ali Sharmaarke dijo a los periodistas que había dimitido por "el interés nacional", pues las milicias radicales islámicas, en especial Al Shabab, ligada a Al Qaeda, tratan de derrocar al Gobierno y cada vez controlan más territorio en Mogadiscio y el resto del país.
"Considerando la situación del país, yo, Omar Abdirashid Ali, Primer Ministro de Somalia, he decido hoy presentar mi renuncia al Presidente tras largas disputas entre nosotros sobre la forma de llevar el liderazgo del país", dijo el dimitido jefe de gabinete.
"Debo considerar la situación de la seguridad y que es lo mejor para evitar que Al Shabab (grupo que cuenta con el apoyo de cientos de combatientes extranjeros movilizados por Al Qaeda) se haga con el poder en Somalia", reiteró.
Sin embargo, Ali Sharmaarke recalcó que "yo se que mantengo la postura correcta, pero dimito por mi compromiso con el interés nacional", al considerar que la crisis "aumenta la inseguridad en Somalia", devastada por 19 años de guerra civil y donde han muerto en este tiempo cientos de miles de personas por la violencia.
Ali Sharmaarke es hijo de Abdirashid Ali Sharmaarke, presidente de Somalia en los años 60 del siglo pasado y asesinado días antes de que los militares tomaran el control del país en un golpe de estado.
Trabajó para el Gobierno del dictador Mohamed Siad Barre y, tras su caída, en 1991, para Naciones Unidas.
Después de la formación del primer Gobierno Transitorio de Somalia en 2004, ha ocupado varios cargos y ha sido el tercer primer ministro de esta etapa, apoyada por la comunidad internacional.
El presidente Ahmed aceptó la renuncia de Ali Sharmaarke y elogió su "valiente actitud de dimitir por el interés nacional", según dijo a los periodistas, tras las disputas entre ambos por cuestiones referentes a la redacción de una nueva Constitución para el país que se prolongan desde hace más de un mes.
Las diferencias entre ambos ya se manifestaron el 17 de mayo pasado, cuando el presidente primero destituyó al primer ministro y disolvió el gabinete, y tres días después lo restituyó en su cargo, junto con el resto de ministros, tras comprobar que no tenía poderes constitucionales para cesarle.
Las diferencias en el bando gubernamental fueron acogidas con satisfacción por Al Shabab y el resto de milicias radicales islámicas, que desde entonces han llevado a cabo reiteradas ofensivas en Mogadiscio contra el Gobierno de Ahmed y las tropas de AMISOM que los defienden.
Somalia no tiene un Gobierno efectivo desde 1991, cuando fue derrocado Siad Barre, y su territorio está controlado por gobiernos regionales que se han autoproclamado independientes, milicias radicales islámicas y señores de la guerra al frente de grupos tribales armados.
El Gobierno Federal Transitorio de Ahmed, apoyado por la comunidad internacional, controla el complejo del Palacio Presidencial y el aeropuerto en Mogadiscio, defendidos por 7.000 militares ugandeses y burundeses de AMISOM, y algunas zonas del interior en poder de señores de la guerra aliados.
Los dos últimos atentados suicidas asumidos por Al Shabab contra las tropas de AMISOM se han producido uno en la entrada del aeropuerto y otro en la del complejo del Palacio Presidencial.
El 9 de septiembre, cinco terroristas, que murieron en el ataque, hicieron detonar dos bombas y dispararon contra la guardia del aeropuerto, matando a dos soldados ugandeses y tres civiles, mientras anoche otro saltó con una carga de explosivos sobre un blindado en la entrado de la Presidencia, pero fue el único muerto.
Las disputas con el presidente, Sharif Sheikh Ahmed, causaron hoy la dimisión del primer ministro de Somalia, Omar Abdirashid Ali Sharmaarke, mientras los radicales islámicos, ligados a Al Qaeda, amenazan al Gobierno y aumentan su fuerza.
La dimisión se produce el mismo día que el Parlamento Transitorio tenía planeado un voto de confianza contra el Gobierno, que podría haber derribado a Ali Sharmaarke y que ha sido retirado tras su renuncia.
El portavoz del primer ministro, Abdulkader Welayo, dijo a Efe que Ali Sharmaarke había decidido dimitir debido a que la disputa con el presidente Ahmed "había paralizado un Gobierno débil", que sólo existe por la protección de la Misión de la Unión Africana en Somalia (AMISOM).
Tras presentar su renuncia a Ahmed en la Oficina Presidencial, Ali Sharmaarke dijo a los periodistas que había dimitido por "el interés nacional", pues las milicias radicales islámicas, en especial Al Shabab, ligada a Al Qaeda, tratan de derrocar al Gobierno y cada vez controlan más territorio en Mogadiscio y el resto del país.
"Considerando la situación del país, yo, Omar Abdirashid Ali, Primer Ministro de Somalia, he decido hoy presentar mi renuncia al Presidente tras largas disputas entre nosotros sobre la forma de llevar el liderazgo del país", dijo el dimitido jefe de gabinete.
"Debo considerar la situación de la seguridad y que es lo mejor para evitar que Al Shabab (grupo que cuenta con el apoyo de cientos de combatientes extranjeros movilizados por Al Qaeda) se haga con el poder en Somalia", reiteró.
Sin embargo, Ali Sharmaarke recalcó que "yo se que mantengo la postura correcta, pero dimito por mi compromiso con el interés nacional", al considerar que la crisis "aumenta la inseguridad en Somalia", devastada por 19 años de guerra civil y donde han muerto en este tiempo cientos de miles de personas por la violencia.
Ali Sharmaarke es hijo de Abdirashid Ali Sharmaarke, presidente de Somalia en los años 60 del siglo pasado y asesinado días antes de que los militares tomaran el control del país en un golpe de estado.
Trabajó para el Gobierno del dictador Mohamed Siad Barre y, tras su caída, en 1991, para Naciones Unidas.
Después de la formación del primer Gobierno Transitorio de Somalia en 2004, ha ocupado varios cargos y ha sido el tercer primer ministro de esta etapa, apoyada por la comunidad internacional.
El presidente Ahmed aceptó la renuncia de Ali Sharmaarke y elogió su "valiente actitud de dimitir por el interés nacional", según dijo a los periodistas, tras las disputas entre ambos por cuestiones referentes a la redacción de una nueva Constitución para el país que se prolongan desde hace más de un mes.
Las diferencias entre ambos ya se manifestaron el 17 de mayo pasado, cuando el presidente primero destituyó al primer ministro y disolvió el gabinete, y tres días después lo restituyó en su cargo, junto con el resto de ministros, tras comprobar que no tenía poderes constitucionales para cesarle.
Las diferencias en el bando gubernamental fueron acogidas con satisfacción por Al Shabab y el resto de milicias radicales islámicas, que desde entonces han llevado a cabo reiteradas ofensivas en Mogadiscio contra el Gobierno de Ahmed y las tropas de AMISOM que los defienden.
Somalia no tiene un Gobierno efectivo desde 1991, cuando fue derrocado Siad Barre, y su territorio está controlado por gobiernos regionales que se han autoproclamado independientes, milicias radicales islámicas y señores de la guerra al frente de grupos tribales armados.
El Gobierno Federal Transitorio de Ahmed, apoyado por la comunidad internacional, controla el complejo del Palacio Presidencial y el aeropuerto en Mogadiscio, defendidos por 7.000 militares ugandeses y burundeses de AMISOM, y algunas zonas del interior en poder de señores de la guerra aliados.
Los dos últimos atentados suicidas asumidos por Al Shabab contra las tropas de AMISOM se han producido uno en la entrada del aeropuerto y otro en la del complejo del Palacio Presidencial.
El 9 de septiembre, cinco terroristas, que murieron en el ataque, hicieron detonar dos bombas y dispararon contra la guardia del aeropuerto, matando a dos soldados ugandeses y tres civiles, mientras anoche otro saltó con una carga de explosivos sobre un blindado en la entrado de la Presidencia, pero fue el único muerto.