Batasuna pide a ETA voluntad para dejar definitivamente las armas
Madrid, El País
La izquierda abertzale formalizó ayer en Gernika, por primera vez en su historia y arropada por otras fuerzas políticas, sindicales y agentes sociales, una petición pública a ETA para que realice una declaración de alto el fuego que sea "expresión de su voluntad para un abandono definitivo de las armas". Solo una hora después, el diario Gara colgó en su página web la respuesta de dos miembros de ETA a una pregunta realizada en el marco de una entrevista más amplia que publicará hoy. "ETA tiene disposición para dar ese paso y también para ir más lejos, si se crean las condiciones para ello". Las condiciones que plantea ETA son "activar y articular el proceso de diálogo", esto es, la creación de una mesa de partidos para resolver el "conflicto vasco".
El diario Gara pregunta a los etarras si están dispuestos a dialogar con los mediadores internacionales que le reclamaron en marzo una tregua permanente y verificable. Y los etarras responden que sus pasos "hay que situarlos en la lógica del desarrollo del proceso", porque "el objetivo reside en la resolución del conflicto político y eso nos exige actuar con responsabilidad a todos".
En la entrevista, los etarras precisan sus condiciones para el alto el fuego permanente y verificable. Además de la creación de una mesa política, la organización terrorista reclama otras condiciones. "Que se tomen las medidas necesarias para que todos los agentes puedan actuar en igualdad de condiciones, que se establezcan los derechos civiles y políticos, que se desactiven los castigos añadidos, impuestos a los presos políticos vascos y que, en general, se desactive toda situación de presión, injerencia y violencia".
La entrevista de ETA en Gara, realizada con antelación, sorprendió a la mayoría de los participantes en el acto de Gernika. A la hora de realizar este emplazamiento tan explícito a la banda terrorista, la izquierda abertzale ha pasado por alto la advertencia que le realizó Ekin de estarse extralimitando en su valoración del alcance del comunicado de la banda y la interpretación de sus palabras e intenciones.
Ekin criticaba a la izquierda radical por estar "diciendo lo que la organizacion [ETA] no ha dicho". La nueva cúpula de ese grupo, que intenta mantener la dirección político-militar del conglomerado abertzale no emancipado de ETA, fue detenida entre uno y otro comunicado de la banda. A ese primer emplazamiento a los terroristas le suceden, en un documento de algo más de tres folios, otros varios dirigidos al Gobierno.
El primero es la derogación de la Ley de Partidos, como modo de que la izquierda abertzale pueda volver a presentarse a las elecciones. También demandan el cese de las detenciones y varias medidas transitorias para los presos "como primer paso hacia la amnistía". Estas serían su traslado a cárceles vascas y la libertad para los enfermos graves, libertades provisionales a todos los preventivos, y condicionales a quienes cumplan los requisitos legales, así como la derogación de la llamada doctrina Parot, que elevó el cumplimiento real de penas.
El texto pide también la revisión de los procesos judiciales a las estructuras relacionadas con Batasuna y la derogación de la ley antiterrorista y de la Audiencia Nacional como jurisdicción especial para los delitos de terrorismo.
En el acto en que el documento fue presentado ayer estuvieron presentes el dirigente de la izquierda abertzale Rufi Etxebarria, el secretario general de EA, Peio Urizar, que ya firmó un documento de colaboración en junio con los abertzales, y el máximo responsable de Aralar, el histórico Patxi Zabaleta, que impulsó esa formación como escisión de Batasuna tras el fracaso de Lizarra.
La presencia de esta formación supone un aval importante a la unidad de acción del denominado polo soberanista, de cara al final de ETA, ya que hasta ahora ha mantenido una prudente distancia respecto de las iniciativas. También están en el acuerdo la escisión de Ezker Batua denominada Alternatiba, además del partido vasco-francés Abertazleen Batasuna, el sindicato LAB, así como organizaciones de todo tipo que se han movido históricamente en la órbita de la izquierda radical.
La izquierda abertzale formalizó ayer en Gernika, por primera vez en su historia y arropada por otras fuerzas políticas, sindicales y agentes sociales, una petición pública a ETA para que realice una declaración de alto el fuego que sea "expresión de su voluntad para un abandono definitivo de las armas". Solo una hora después, el diario Gara colgó en su página web la respuesta de dos miembros de ETA a una pregunta realizada en el marco de una entrevista más amplia que publicará hoy. "ETA tiene disposición para dar ese paso y también para ir más lejos, si se crean las condiciones para ello". Las condiciones que plantea ETA son "activar y articular el proceso de diálogo", esto es, la creación de una mesa de partidos para resolver el "conflicto vasco".
El diario Gara pregunta a los etarras si están dispuestos a dialogar con los mediadores internacionales que le reclamaron en marzo una tregua permanente y verificable. Y los etarras responden que sus pasos "hay que situarlos en la lógica del desarrollo del proceso", porque "el objetivo reside en la resolución del conflicto político y eso nos exige actuar con responsabilidad a todos".
En la entrevista, los etarras precisan sus condiciones para el alto el fuego permanente y verificable. Además de la creación de una mesa política, la organización terrorista reclama otras condiciones. "Que se tomen las medidas necesarias para que todos los agentes puedan actuar en igualdad de condiciones, que se establezcan los derechos civiles y políticos, que se desactiven los castigos añadidos, impuestos a los presos políticos vascos y que, en general, se desactive toda situación de presión, injerencia y violencia".
La entrevista de ETA en Gara, realizada con antelación, sorprendió a la mayoría de los participantes en el acto de Gernika. A la hora de realizar este emplazamiento tan explícito a la banda terrorista, la izquierda abertzale ha pasado por alto la advertencia que le realizó Ekin de estarse extralimitando en su valoración del alcance del comunicado de la banda y la interpretación de sus palabras e intenciones.
Ekin criticaba a la izquierda radical por estar "diciendo lo que la organizacion [ETA] no ha dicho". La nueva cúpula de ese grupo, que intenta mantener la dirección político-militar del conglomerado abertzale no emancipado de ETA, fue detenida entre uno y otro comunicado de la banda. A ese primer emplazamiento a los terroristas le suceden, en un documento de algo más de tres folios, otros varios dirigidos al Gobierno.
El primero es la derogación de la Ley de Partidos, como modo de que la izquierda abertzale pueda volver a presentarse a las elecciones. También demandan el cese de las detenciones y varias medidas transitorias para los presos "como primer paso hacia la amnistía". Estas serían su traslado a cárceles vascas y la libertad para los enfermos graves, libertades provisionales a todos los preventivos, y condicionales a quienes cumplan los requisitos legales, así como la derogación de la llamada doctrina Parot, que elevó el cumplimiento real de penas.
El texto pide también la revisión de los procesos judiciales a las estructuras relacionadas con Batasuna y la derogación de la ley antiterrorista y de la Audiencia Nacional como jurisdicción especial para los delitos de terrorismo.
En el acto en que el documento fue presentado ayer estuvieron presentes el dirigente de la izquierda abertzale Rufi Etxebarria, el secretario general de EA, Peio Urizar, que ya firmó un documento de colaboración en junio con los abertzales, y el máximo responsable de Aralar, el histórico Patxi Zabaleta, que impulsó esa formación como escisión de Batasuna tras el fracaso de Lizarra.
La presencia de esta formación supone un aval importante a la unidad de acción del denominado polo soberanista, de cara al final de ETA, ya que hasta ahora ha mantenido una prudente distancia respecto de las iniciativas. También están en el acuerdo la escisión de Ezker Batua denominada Alternatiba, además del partido vasco-francés Abertazleen Batasuna, el sindicato LAB, así como organizaciones de todo tipo que se han movido históricamente en la órbita de la izquierda radical.