Arce Gómez ratifica que tiene mucha información, pero..."nada es gratis"

La Paz, Abi
El presidiario ex ministro del Interior del gobierno militar y dictatorial instalado en 1980, Luis Arce Gómez, ratificó el martes que tiene mucha información de lo sucedido en esa época en la que se reportaron decenas de desaparecidos y asesinados, entre ellos el líder socialista Marcelo Quiroga Santa Cruz, pero aseguró que nada es gratis, en alusión a algún perdón judicial o beneficios extra jurídicos de la sentencia que cumple en el penal de Chonchocoro.

Arce Gómez, que debía comparecer en un juzgado de La Paz como testigo en una denuncia presentada por el ex diputado Bernardo Montenegro en contra el ex fiscal de Distrito de La Paz, Jorge Gutiérrez, dijo que está dispuesto a "muchas cosas".

"Yo conozco mucha información, no era un pelele yo mandaba", aseguró a los periodistas sin abundar en detalles y en una actitud más arrogante de la que mostró cuando volvió al país en julio del pasado año, expulsado por Estados Unidos.

El ex Ministro del Interior del régimen militar de Luis García Meza fue deportado en esa fecha después de cumplir una sentencia en ese país por narcotráfico y fue trasladado al penal en una silla de ruedas y aparentemente débil y avejentado.

"Todos se benefician en la vida, menos en Bolivia en todas partes del mundo se benefician", insistió Arce Gómez y agregó que "si quieren saber algo", también él tiene que ganar algo. "Nada es gratis", matizó.

Además aseguró que en esa época, en la que tenía el poder y era muy temido, "no era como el marido cornudo, sino el primero en saber" sobre los operativos y las decisiones que se tomaron para consolidar ese régimen militar y oprobioso.

Arce Gómez, que conminó en ese tiempo a los bolivianos a caminar con "el testamento bajo el brazo", dijo que está vacunado contra la prensa.

Según informes de la época, el ex Ministro del Interior organizó un grupo paramilitar que asaltó la sede de la Central Obrera Boliviana el 17 de julio de 1980 y en ese operativo asesinaron a varios dirigentes políticos y sindicales, entre ellos a Marcelo Quiroga Santa Cruz, cuyos restos están aún desaparecidos.

También fue acusado de asesinar y torturar a muchas personas que se oponían al régimen militar y del asesinato del sacerdote jesuita Luis Espinal Camps.

García Meza y Arce Gómez fueron juzgados posteriormente y sentenciados a 30 años de prisión sin derecho a indulto, fallo que cumplen en el penal de máxima seguridad de Chonchocoro, ubicado en el altiplano de La Paz.

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