Una explosión de roca provocó el derrumbe
Santiago, El País
Una explosión de roca a varios centenares de metros de profundidad provocó los derrumbes en la mina San José de Atacama (Chile). No es la primera vez que este fenómeno golpea a los trabajadores de la mina, donde ya se produjo un accidente originado por el mismo motivo en 2007 y por ello fue clausurada durante un año. En aquella ocasión murió un empleado, pero esta vez están en juego las vidas de 33.
"Las rocas están sometidas a determinadas tensiones que se mantienen en equilibrio natural si este no se altera. Al extraer materiales para hacer la mina, se altera el equilibro y, si no se toman las medidas adecuadas, esas tensiones producen lo que se denomina explosión de roca", explica Manuel Regueiro, experto del Instituto Geológico y Minero de España.
En Chile, donde abundan las minas de metal, la explosión de roca es el principal causante de los siniestros, mientras en minas como las de carbón en España los accidentes graves más comunes suelen producirse por explosiones de gas.
No es la única diferencia entre unas y otras. Los accesos son muy diferentes: en la mina chilena, se entra a través de una rampa que va bajando en zigzag; en minas como las leonesas o las asturianas se accede a través de pozos con ascensores. En el caso de las explotaciones en rampa, lo habitual si se produce un derrumbe es intentar desbloquear el camino, pero la acumulación de escombros en la mina San José ha obligado a excavar un gran túnel para llegar a los supervivientes, un proceso que puede durar cerca de tres meses.
"Las únicas minas parecidas en España a la chilena son las de carbón en Asturias, algunas de las cuales tienen dimensiones similares a la de San José, como por ejemplo el Pozo de San Nicolás en Mieres, que tiene 600 metros de longitud", afirma Regueiro.
Los expertos consideran que el rescate de los mineros chilenos, aunque complicado y largo, es factible. "Es posible si consiguen proporcionar alimentos, como parece que están haciendo; aire y agua", explica Regueiro a través de un correo electrónico. "Su supervivencia depende además del espacio que tengan en el interior de la mina. Parece que tienen electricidad, o al menos un sistema de comunicación con la superficie". "El problema es realizar un pozo de 700 metros en el menor tiempo posible y llegar hasta ellos sin que se produzcan más derrumbes", añade.
En cualquier caso, se sospecha que las medidas de seguridad de la mina San José no eran suficientes. La mina ha registrado más de 80 accidentes y ya fue clausurada en 2007; reabrió al año siguiente sin haber instalado una escalera en el conducto de ventilación para que los trabajadores pudieran salir en caso de accidente, que era el requisito que le impuso el Servicio Nacional de Geología y Minería, el órgano estatal que controla la seguridad en las minas en Chile, para seguir funcionando.
Una explosión de roca a varios centenares de metros de profundidad provocó los derrumbes en la mina San José de Atacama (Chile). No es la primera vez que este fenómeno golpea a los trabajadores de la mina, donde ya se produjo un accidente originado por el mismo motivo en 2007 y por ello fue clausurada durante un año. En aquella ocasión murió un empleado, pero esta vez están en juego las vidas de 33.
"Las rocas están sometidas a determinadas tensiones que se mantienen en equilibrio natural si este no se altera. Al extraer materiales para hacer la mina, se altera el equilibro y, si no se toman las medidas adecuadas, esas tensiones producen lo que se denomina explosión de roca", explica Manuel Regueiro, experto del Instituto Geológico y Minero de España.
En Chile, donde abundan las minas de metal, la explosión de roca es el principal causante de los siniestros, mientras en minas como las de carbón en España los accidentes graves más comunes suelen producirse por explosiones de gas.
No es la única diferencia entre unas y otras. Los accesos son muy diferentes: en la mina chilena, se entra a través de una rampa que va bajando en zigzag; en minas como las leonesas o las asturianas se accede a través de pozos con ascensores. En el caso de las explotaciones en rampa, lo habitual si se produce un derrumbe es intentar desbloquear el camino, pero la acumulación de escombros en la mina San José ha obligado a excavar un gran túnel para llegar a los supervivientes, un proceso que puede durar cerca de tres meses.
"Las únicas minas parecidas en España a la chilena son las de carbón en Asturias, algunas de las cuales tienen dimensiones similares a la de San José, como por ejemplo el Pozo de San Nicolás en Mieres, que tiene 600 metros de longitud", afirma Regueiro.
Los expertos consideran que el rescate de los mineros chilenos, aunque complicado y largo, es factible. "Es posible si consiguen proporcionar alimentos, como parece que están haciendo; aire y agua", explica Regueiro a través de un correo electrónico. "Su supervivencia depende además del espacio que tengan en el interior de la mina. Parece que tienen electricidad, o al menos un sistema de comunicación con la superficie". "El problema es realizar un pozo de 700 metros en el menor tiempo posible y llegar hasta ellos sin que se produzcan más derrumbes", añade.
En cualquier caso, se sospecha que las medidas de seguridad de la mina San José no eran suficientes. La mina ha registrado más de 80 accidentes y ya fue clausurada en 2007; reabrió al año siguiente sin haber instalado una escalera en el conducto de ventilación para que los trabajadores pudieran salir en caso de accidente, que era el requisito que le impuso el Servicio Nacional de Geología y Minería, el órgano estatal que controla la seguridad en las minas en Chile, para seguir funcionando.