Time: ¿el rostro de la guerra afgana?
Redacción
BBC Mundo
La portada de la revista causó polémica incluso antes de salir a la venta.
Es afgana. Tiene 18 años. Piel morena. Bajo el típico velo, un cabello negro y lacio, largo hasta los hombros, enmarca sus intensos ojos oscuros. Es normal que los rasgos de una mujer bella salgan en una portada de revista. Solo que a esta le falta… la nariz.
Esa cara está en la tapa de esta semana de la revista de política internacional Time y que, aún antes de salir a la venta, ha generado una gran polémica en EE.UU. sobre la moral de la guerra y la moral de los medios de comunicación.
La foto es de Bibi Aisha (nombre supuesto de la muchacha afgana), quien el año pasado fue mutilada por su esposo en cumplimiento de un castigo ritual ordenado por un líder talibán de la zona donde vivía.
La manera como Aisha posa para la foto es tan natural que a primera vista, alguien que quisiera conjurar el impacto de este rostro desfigurado, quizá preferiría pensar que se trata de un trabajo de edición fotográfica computarizada. No lo es.
La historia de Aisha
Según el recuento de la vida de Aisha que se hace en la nota de Time, cuando ésta tenía 12 años, fue entregada junto a su hermana menor a un guerrero talibán para saldar una "deuda de sangre", después de que un tío de las muchachas asesinara a un familiar del líder religioso.
Años después, Aisha se casó con el talibán, quien la mantenía encerrada en un establo. Las usaba a ella y a su hermana como mano de obra esclava y las azotadas frecuentemente para castigar el crimen de su tío.
Aisha escapó, pero el año pasado su esposo la encontró en Kandahar. La llevó de vuelta a su región y en cumplimiento de la orden de un juez talibán le cortó las orejas y la nariz.
En la cultura pashtun que dice que cuando un marido es avergonzado por su esposa es como si perdiera la nariz, por lo que se impone un castigo recíproco.
Finalmente unos trabajadores humanitarios estadounidenses la llevaron a un refugio secreto para mujeres víctimas de la violencia , donde vivió los últimos meses.
Estaba traumatizada y callada y hubo que someterla a sesiones con psicólogos para que recuperara la confianza.
"Pornografía de guerra"
La revista plantea qué pasará en Afganistán si salen las tropas estadounidenses.
Aunque es cierto que una imagen vale por mil palabras, en este caso es el titular de la publicación lo que incrementa el debate.
"Lo que pasará si salimos de Afganistan" (What happens if we leave Afghanistan) dice la portada, algo que puede ser interpretado como una pregunta o una afirmación.
En medio de la polémica que puso en circulación, la revista Time ha sido acusada de usar "chantaje emocional" y hasta de "pornografía de guerra", con el fin de justificar la presencia de las tropas estadounidenses en Afganistán.
La revista reconoce que la "imagen de portada de esta semana es poderosa, chocante y perturbadora", según escribió en el sitio web de Time, el editor gerente de la publicación, Richard Stengel.
"Es una ventana a la realidad de lo que está pasando y lo que podría pasar en una guerra que nos afecta y nos involucra a todos", dice Stengel, quien aclara que "a la gente le pasa cosas malas y nuestro trabajo es confrontarlas y explicarlas".
En las páginas interiores hay un artículo sobre las penurias que enfrentan las mujeres en Afganistán a casi diez años de la guerra que sacó del poder al grupo talibán y "el poco avance" que podría verse si EE.UU. dejara el país.
Bienvenida la polémica
"No puedo digerir esta débil explicación para justificar más guerra, más ocupación y militarización", asegura Kavita Ramdas, presidenta del Fondo Mundial para las Mujeres, una organización basada en EE.UU. que promueve la igualdad de género.
Ramdas asegura estar "tristemente familiarizada" con imágenes de este tipo, pero recuerda que los problemas de Aisha empezaron en 2003 "cuando los soldados estadounidenses ya estaban en Afganistán" y que "esa presencia no previno el abuso".
Sin embargo, Ramdas asegura que "si la intención de Time es ilustrar sobre el tabú de la violencia contra la mujer con esta foto" los apoya en la medida que fomente un debate público sobre el problema de la violencia de género.
Por ahora, el debate de los usuarios de la página web de la revista parece centrarse más en las razones de la guerra y de la presencia estadounidense en Afganistán.
Unos justificando el "compromiso" de seguir "fomentando la democracia" y otros dudando de esas "razones humanitarias" como argumento para mantener a los militares en ese país.
"Quiero mi nariz"
La situación de las mujeres parece haber mejorado sustancialmente desde los tiempos más represivos del gobierno del talibán, pero algunos creen que no se ha hecho suficiente, como demostraría la ausencia femenina en el gabinete del presidente Hamid Karzhai.
La organización de derechos humanos Human Rights Watch publicó recientemente un informe en el que describe "el ambiente hostil" que enfrentan las mujeres afganas debido al "frecuentemente misógino liderazgo político".
Ajena a la polémica, el miércoles pasado Aisha salió de Kabul rumbo a EE.UU. para someterse a su operación de cirugía reconstructiva, cuyos gastos ofreció pagar la Fundación Grossman Burn de California mucho antes de que fuera portada de Time.
"Yo no sé si va a ayudar a otras mujeres o no. Yo solo quiero recuperar mi nariz", dijo Aisha a la prensa que la esperaba en el aeropuerto.
No se trata de un final feliz. La hermana sigue con la familia del hombre que la mutiló y algunos temen que ella ahora sea la castigada por el "crimen" y el "deshonor" de Aisha.
BBC Mundo
La portada de la revista causó polémica incluso antes de salir a la venta.
Es afgana. Tiene 18 años. Piel morena. Bajo el típico velo, un cabello negro y lacio, largo hasta los hombros, enmarca sus intensos ojos oscuros. Es normal que los rasgos de una mujer bella salgan en una portada de revista. Solo que a esta le falta… la nariz.
Esa cara está en la tapa de esta semana de la revista de política internacional Time y que, aún antes de salir a la venta, ha generado una gran polémica en EE.UU. sobre la moral de la guerra y la moral de los medios de comunicación.
La foto es de Bibi Aisha (nombre supuesto de la muchacha afgana), quien el año pasado fue mutilada por su esposo en cumplimiento de un castigo ritual ordenado por un líder talibán de la zona donde vivía.
La manera como Aisha posa para la foto es tan natural que a primera vista, alguien que quisiera conjurar el impacto de este rostro desfigurado, quizá preferiría pensar que se trata de un trabajo de edición fotográfica computarizada. No lo es.
La historia de Aisha
Según el recuento de la vida de Aisha que se hace en la nota de Time, cuando ésta tenía 12 años, fue entregada junto a su hermana menor a un guerrero talibán para saldar una "deuda de sangre", después de que un tío de las muchachas asesinara a un familiar del líder religioso.
Años después, Aisha se casó con el talibán, quien la mantenía encerrada en un establo. Las usaba a ella y a su hermana como mano de obra esclava y las azotadas frecuentemente para castigar el crimen de su tío.
Aisha escapó, pero el año pasado su esposo la encontró en Kandahar. La llevó de vuelta a su región y en cumplimiento de la orden de un juez talibán le cortó las orejas y la nariz.
En la cultura pashtun que dice que cuando un marido es avergonzado por su esposa es como si perdiera la nariz, por lo que se impone un castigo recíproco.
Finalmente unos trabajadores humanitarios estadounidenses la llevaron a un refugio secreto para mujeres víctimas de la violencia , donde vivió los últimos meses.
Estaba traumatizada y callada y hubo que someterla a sesiones con psicólogos para que recuperara la confianza.
"Pornografía de guerra"
La revista plantea qué pasará en Afganistán si salen las tropas estadounidenses.
Aunque es cierto que una imagen vale por mil palabras, en este caso es el titular de la publicación lo que incrementa el debate.
"Lo que pasará si salimos de Afganistan" (What happens if we leave Afghanistan) dice la portada, algo que puede ser interpretado como una pregunta o una afirmación.
En medio de la polémica que puso en circulación, la revista Time ha sido acusada de usar "chantaje emocional" y hasta de "pornografía de guerra", con el fin de justificar la presencia de las tropas estadounidenses en Afganistán.
La revista reconoce que la "imagen de portada de esta semana es poderosa, chocante y perturbadora", según escribió en el sitio web de Time, el editor gerente de la publicación, Richard Stengel.
"Es una ventana a la realidad de lo que está pasando y lo que podría pasar en una guerra que nos afecta y nos involucra a todos", dice Stengel, quien aclara que "a la gente le pasa cosas malas y nuestro trabajo es confrontarlas y explicarlas".
En las páginas interiores hay un artículo sobre las penurias que enfrentan las mujeres en Afganistán a casi diez años de la guerra que sacó del poder al grupo talibán y "el poco avance" que podría verse si EE.UU. dejara el país.
Bienvenida la polémica
"No puedo digerir esta débil explicación para justificar más guerra, más ocupación y militarización", asegura Kavita Ramdas, presidenta del Fondo Mundial para las Mujeres, una organización basada en EE.UU. que promueve la igualdad de género.
Ramdas asegura estar "tristemente familiarizada" con imágenes de este tipo, pero recuerda que los problemas de Aisha empezaron en 2003 "cuando los soldados estadounidenses ya estaban en Afganistán" y que "esa presencia no previno el abuso".
Sin embargo, Ramdas asegura que "si la intención de Time es ilustrar sobre el tabú de la violencia contra la mujer con esta foto" los apoya en la medida que fomente un debate público sobre el problema de la violencia de género.
Por ahora, el debate de los usuarios de la página web de la revista parece centrarse más en las razones de la guerra y de la presencia estadounidense en Afganistán.
Unos justificando el "compromiso" de seguir "fomentando la democracia" y otros dudando de esas "razones humanitarias" como argumento para mantener a los militares en ese país.
"Quiero mi nariz"
La situación de las mujeres parece haber mejorado sustancialmente desde los tiempos más represivos del gobierno del talibán, pero algunos creen que no se ha hecho suficiente, como demostraría la ausencia femenina en el gabinete del presidente Hamid Karzhai.
La organización de derechos humanos Human Rights Watch publicó recientemente un informe en el que describe "el ambiente hostil" que enfrentan las mujeres afganas debido al "frecuentemente misógino liderazgo político".
Ajena a la polémica, el miércoles pasado Aisha salió de Kabul rumbo a EE.UU. para someterse a su operación de cirugía reconstructiva, cuyos gastos ofreció pagar la Fundación Grossman Burn de California mucho antes de que fuera portada de Time.
"Yo no sé si va a ayudar a otras mujeres o no. Yo solo quiero recuperar mi nariz", dijo Aisha a la prensa que la esperaba en el aeropuerto.
No se trata de un final feliz. La hermana sigue con la familia del hombre que la mutiló y algunos temen que ella ahora sea la castigada por el "crimen" y el "deshonor" de Aisha.