Parió el diálogo en Bolivia
Sucre, ABI
El diálogo más esperado en Bolivia desde agosto de 2008 fructificó finalmente cerca de la media noche del viernes al sábado en la ciudad de Sucre, en el remate de una jornada de marchas y contramarchas, denuncias, presiones y tensión declinante, luego que representantes del gobierno de Evo Morales y del Comité Cívico Potosinista (COMCIPO) se sentaran a la mesa para tratar las reivindicaciones del departamento de Potosí, aislado y al borde del colapso hace 16 días por una huelga indefinida y un corte de rutas.
Las negociaciones instaladas cerca de la medianoche agitaron el recuerdo del diálogo que se registró en la ciudad de Cochabamba, en agosto de 2008, entre el gobierno de Morales y los prefectos opositores de santa Cruz, Beni, Pando y Tarija, en el pináculo de la mayor crisis política boliviana de los últimos años, que encerró un intento de golpe de Estado al mandatario indígena.
El comienzo de las conversaciones largamente esperadas parecía llevar alivio a cientos de viajeros varados hace más de dos semanas en diversos caminos que conducen a Potosí, al sur y al sudeste de Bolivia, radio de afectación de la protesta, y también a un número indeterminado de turistas principalmente europeos retenidos en esa ciudad, donde han escaseado los alimentos, medicamentos, carburantes y hasta el dinero en los dispensarios de los cajeros automáticos.
Antes que el diálogo sentara sus bases los gritos de los pasajeros hambrientos, enfermos y sucios se multiplicaban en las rutas e imploraban la suspensión de la medida que el COMCIPO mantiene a rajatabla, aún abierto el consenso.
El diálogo se inició finalmente a las 23h30 locales (03h30 GMT del sábado) en el edificio de la Gobernación de Chuquisaca, en la ciudad de Sucre, a 756 km de La Paz.
"Quisiera que entremos directamente a la organización del trabajo y hagamos las comisiones respectivas", afirmó el ministro de la Presidencia, Oscar Coca, al tiempo de pedir a los medios que cubrían el encuentro permitir el trabajo de 6 comisiones que abordaban otros tantos puntos del petitorio regional representado por el COMCIPO.
Pese a una serie de observaciones, réplicas y dúplicas, no quedó claro si la instauración del esperado diálogo implicaba la suspensión de las medidas de fuerza en la ciudad de Potosí.
La representación civil de esa región pidió tratar, además de las demandas, de antemano establecidas y homologadas por ambas partes, la construcción de un aeropuerto internacional en esa ciudad andina a 550 km de La Paz que no figuraba en la agenda pautada primariamente.
Con fines aclaratorios, el ministro Coca dio lectura a una misiva de fines de julio que establecía, en el petitorio regional que encendió la protesta, la construcción de una fábrica de cemento en la localidad de Coroma, la reactivación de la planta fundidora de Karachipampa y la reconsideración de parágrafos de la Ley Marco de Autonomías, en lo concernido a la independencia política y administrativa de la región.
Además, la conservación de la estructura morfológica del legendario Cerro Rico que corona la ciudad de Potosí y cuya cima corre riesgo de desplome, tras cuatro siglos aún en explotación.
También la conclusión de una carretera interdepartamental, entre las localidades de Bella Vista y Cotagaita y la resolución de un antiquísimo diferendo de límites con el departamento de Oruro.
Tras una serie de argumentaciones, la comisión de ministros, reforzada a petición del COMCIPO consintió el tratamiento de la construcción de un nuevo aeropuerto en la ciudad más antigua de Bolivia.
"En aras de avanzar, nuevamente nosotros vamos a aceptar" que se incorpore esa demanda. "Es una muestra objetiva de que realmente queremos resolver los temas regionales. De todas maneras aceptamos que se incorpore el tema del aeropuerto", resolvió el ministro de Autonomías, Carlos Romero.
El, Coca y sus colegas de Economía, Luis Arce, de Educación, Roberto Aguilar y de Minería, José Pimentel, pasaron a liderar, junto a destacados por COMCIPO sendas comisiones en que se analizarán, por tiempo y materia, las reivindicaciones regionales de Potosí.
Por su parte el líder del COMCIPO, Celestino Condori se dijo de acuerdo con abrir el diálogo, porque "el pueblo potosino no puede seguir siendo sometido a una injusticia".
La frase fue interpretada como una orden tácita a que se levanten la huelga general y el corte de vías en Potosí.
Un dirigente de su entorno había anticipado al filo de la tarde que el COMCIPO decidió dar "un respiro" al pueblo de Potosí, adonde se dirigen caravanas de ayuda humanitaria desde diversos puntos del país, con la suspensión de las medidas de presión que se ensañaron con las principales fuentes de ingreso tradicional de la región, la minería y el turismo.
Los daños se cuentan por millones de dólares en la minería y en el turismo el costo es, lo mismo, alto: 25.000 potenciales visitantes, que ya tenían reservas, recularon y, para terminarla de amolar, el Departamento de Estado de Estados Unidos recomendó a sus connacionales no visitar la convulsa región boliviana.
Naciones Unidas remató el cuadro de situación al denunciar la conculcación de los derechos humanos de turistas retenidos y la violación de los de los lugareños por parte de los activistas de la protesta.
Condori volvió a pedir la presencia del presidente Evo Morales en la negociación.
"Para nosotros es importante la participación del presidente Morales en alguna etapa de este diálogo, para que pueda dar las garantías de que los acuerdos que se pueda sostener sean garantizados, homologados por el presidente Evo Morales", afirmó.
A lo largo del día el diálogo, que pudo haberse instaurado el jueves por la noche, corrió riesgo de muerte en varios episodios, lo más marcados por Condori que no esperó ni un minuto más de las 16h00 locales, lió sus petates y pese a conocer que los ministros Arce y Aguilar estaban en pleno vuelo de La Paz a Sucre, decidió retornar a Potosí.
Romero salió entonces a denunciar que en la actitud de Condori se movía al sigilo una "conspiración política".
El Ministro denunció que los político-empresariales comités cívicos de Santa Cruz y Tarija, furibundamente opuestos al gobierno de Morales se movían tras bambalinas en la crisis de Potosí.
Mas a la altura de la población intermedia de Yotala, a 17 km de Sucre y a poco más de 100 km de Potosí, Condori y sus adláteres fueron interceptados por numerosos grupos de campesinos quechuas de la región que obligaron a sus mandatados a retornar a Sucre y sentarse a la mesa del diálogo.
La cúpula del COMCIPO se devolvió a Sucre y el ministro Romero destacó que bajo esas circunstancias el diálogo tenía viabilidad y se debía, sobre todo, al "valeroso pueblo" de Potosí.
Este aspecto pareció dejatr en desventaja a Condori que en sus intervenciones bajó decibeles y se abstuvo de adjetivar a los ministros, a lo que el jueves tachó de "mentirosos y derechistas".
Más tarde, luego de una serie de cabildeos a puerta cerrada y en medio de una atmósfera de tensión disipada y suspenso que se extendió por más de tres horas, 80 delegados de Potosí tomaron ubicación en el salón de Convenciones de la Gobernación de Chuquisaca.
El diálogo más esperado en Bolivia desde agosto de 2008 fructificó finalmente cerca de la media noche del viernes al sábado en la ciudad de Sucre, en el remate de una jornada de marchas y contramarchas, denuncias, presiones y tensión declinante, luego que representantes del gobierno de Evo Morales y del Comité Cívico Potosinista (COMCIPO) se sentaran a la mesa para tratar las reivindicaciones del departamento de Potosí, aislado y al borde del colapso hace 16 días por una huelga indefinida y un corte de rutas.
Las negociaciones instaladas cerca de la medianoche agitaron el recuerdo del diálogo que se registró en la ciudad de Cochabamba, en agosto de 2008, entre el gobierno de Morales y los prefectos opositores de santa Cruz, Beni, Pando y Tarija, en el pináculo de la mayor crisis política boliviana de los últimos años, que encerró un intento de golpe de Estado al mandatario indígena.
El comienzo de las conversaciones largamente esperadas parecía llevar alivio a cientos de viajeros varados hace más de dos semanas en diversos caminos que conducen a Potosí, al sur y al sudeste de Bolivia, radio de afectación de la protesta, y también a un número indeterminado de turistas principalmente europeos retenidos en esa ciudad, donde han escaseado los alimentos, medicamentos, carburantes y hasta el dinero en los dispensarios de los cajeros automáticos.
Antes que el diálogo sentara sus bases los gritos de los pasajeros hambrientos, enfermos y sucios se multiplicaban en las rutas e imploraban la suspensión de la medida que el COMCIPO mantiene a rajatabla, aún abierto el consenso.
El diálogo se inició finalmente a las 23h30 locales (03h30 GMT del sábado) en el edificio de la Gobernación de Chuquisaca, en la ciudad de Sucre, a 756 km de La Paz.
"Quisiera que entremos directamente a la organización del trabajo y hagamos las comisiones respectivas", afirmó el ministro de la Presidencia, Oscar Coca, al tiempo de pedir a los medios que cubrían el encuentro permitir el trabajo de 6 comisiones que abordaban otros tantos puntos del petitorio regional representado por el COMCIPO.
Pese a una serie de observaciones, réplicas y dúplicas, no quedó claro si la instauración del esperado diálogo implicaba la suspensión de las medidas de fuerza en la ciudad de Potosí.
La representación civil de esa región pidió tratar, además de las demandas, de antemano establecidas y homologadas por ambas partes, la construcción de un aeropuerto internacional en esa ciudad andina a 550 km de La Paz que no figuraba en la agenda pautada primariamente.
Con fines aclaratorios, el ministro Coca dio lectura a una misiva de fines de julio que establecía, en el petitorio regional que encendió la protesta, la construcción de una fábrica de cemento en la localidad de Coroma, la reactivación de la planta fundidora de Karachipampa y la reconsideración de parágrafos de la Ley Marco de Autonomías, en lo concernido a la independencia política y administrativa de la región.
Además, la conservación de la estructura morfológica del legendario Cerro Rico que corona la ciudad de Potosí y cuya cima corre riesgo de desplome, tras cuatro siglos aún en explotación.
También la conclusión de una carretera interdepartamental, entre las localidades de Bella Vista y Cotagaita y la resolución de un antiquísimo diferendo de límites con el departamento de Oruro.
Tras una serie de argumentaciones, la comisión de ministros, reforzada a petición del COMCIPO consintió el tratamiento de la construcción de un nuevo aeropuerto en la ciudad más antigua de Bolivia.
"En aras de avanzar, nuevamente nosotros vamos a aceptar" que se incorpore esa demanda. "Es una muestra objetiva de que realmente queremos resolver los temas regionales. De todas maneras aceptamos que se incorpore el tema del aeropuerto", resolvió el ministro de Autonomías, Carlos Romero.
El, Coca y sus colegas de Economía, Luis Arce, de Educación, Roberto Aguilar y de Minería, José Pimentel, pasaron a liderar, junto a destacados por COMCIPO sendas comisiones en que se analizarán, por tiempo y materia, las reivindicaciones regionales de Potosí.
Por su parte el líder del COMCIPO, Celestino Condori se dijo de acuerdo con abrir el diálogo, porque "el pueblo potosino no puede seguir siendo sometido a una injusticia".
La frase fue interpretada como una orden tácita a que se levanten la huelga general y el corte de vías en Potosí.
Un dirigente de su entorno había anticipado al filo de la tarde que el COMCIPO decidió dar "un respiro" al pueblo de Potosí, adonde se dirigen caravanas de ayuda humanitaria desde diversos puntos del país, con la suspensión de las medidas de presión que se ensañaron con las principales fuentes de ingreso tradicional de la región, la minería y el turismo.
Los daños se cuentan por millones de dólares en la minería y en el turismo el costo es, lo mismo, alto: 25.000 potenciales visitantes, que ya tenían reservas, recularon y, para terminarla de amolar, el Departamento de Estado de Estados Unidos recomendó a sus connacionales no visitar la convulsa región boliviana.
Naciones Unidas remató el cuadro de situación al denunciar la conculcación de los derechos humanos de turistas retenidos y la violación de los de los lugareños por parte de los activistas de la protesta.
Condori volvió a pedir la presencia del presidente Evo Morales en la negociación.
"Para nosotros es importante la participación del presidente Morales en alguna etapa de este diálogo, para que pueda dar las garantías de que los acuerdos que se pueda sostener sean garantizados, homologados por el presidente Evo Morales", afirmó.
A lo largo del día el diálogo, que pudo haberse instaurado el jueves por la noche, corrió riesgo de muerte en varios episodios, lo más marcados por Condori que no esperó ni un minuto más de las 16h00 locales, lió sus petates y pese a conocer que los ministros Arce y Aguilar estaban en pleno vuelo de La Paz a Sucre, decidió retornar a Potosí.
Romero salió entonces a denunciar que en la actitud de Condori se movía al sigilo una "conspiración política".
El Ministro denunció que los político-empresariales comités cívicos de Santa Cruz y Tarija, furibundamente opuestos al gobierno de Morales se movían tras bambalinas en la crisis de Potosí.
Mas a la altura de la población intermedia de Yotala, a 17 km de Sucre y a poco más de 100 km de Potosí, Condori y sus adláteres fueron interceptados por numerosos grupos de campesinos quechuas de la región que obligaron a sus mandatados a retornar a Sucre y sentarse a la mesa del diálogo.
La cúpula del COMCIPO se devolvió a Sucre y el ministro Romero destacó que bajo esas circunstancias el diálogo tenía viabilidad y se debía, sobre todo, al "valeroso pueblo" de Potosí.
Este aspecto pareció dejatr en desventaja a Condori que en sus intervenciones bajó decibeles y se abstuvo de adjetivar a los ministros, a lo que el jueves tachó de "mentirosos y derechistas".
Más tarde, luego de una serie de cabildeos a puerta cerrada y en medio de una atmósfera de tensión disipada y suspenso que se extendió por más de tres horas, 80 delegados de Potosí tomaron ubicación en el salón de Convenciones de la Gobernación de Chuquisaca.