Ozil creció imitando a Zidane y a la sombra de Diego
Bremen, As
La insistencia del pequeño Mesut en emular a Zidane hizo que su padre, Mustafa Ozil, le diera una pelota. Ahí comenzó la relación del delantero que quiere el Madrid con el fútbol. Sus orígenes son humildes, como los de Zinedine. Sus abuelos turcos llegaron a Alemania en los años 80, cuando el país necesitaba mano de obra extranjera.
El chaval pulió su zurda en una pista de cemento de Bulm-ke, en Gelsenkirchen. "Le llamábamos la 'jaula de monos' porque estaba rodeada de verjas y las porterías eran de metal", explicaría tiempo después el futbolista. Un lugar no muy diferente a La Castellane, en Marsella, donde se crió Zizou. Ozil (21 años) es alemán de tercera generación y musulmán, pero sus dotes recuerdan a las de un brasileño. Seguramente por ello representa mejor que nadie al nuevo prototipo de futbolista germano mestizo.
Al Werder.
Su primer equipo en Alemania fue el Rot-Weiss-Essen. Estuvo cinco años, aunque no jugó en el primer equipo. Apareció el Schalke 04 y su debut en la Bundesliga se produjo con 17 años. En su segunda temporada allí dejó de contar para el entrenador, Slom-ka, y se descolgó pidiendo una renovación millonaria. Fue el momento que aprovechó el Werder Bremen para acometer su contratación. Schaff venía buscando un futuro sustituto para Diego y la jugada le salió perfecta al cerrar el fichaje por cinco millones de euros. Mandó al brasileño a la banda izquierda y Ozil se erigió en el director de orquesta del equipo.
Siempre jugó en las categorías inferiores de Alemania, desde los Sub-17 a los Sub-21, con los que el año pasado logró el Europeo. "La aparición de Ozil ha sido un golpe de suerte para el fútbol alemán", decía Low, seleccionador alemán, el día de su debut.
Jugó cuatro partidos clasificatorios para el Mundial y en Sudáfrica se convirtió en la revelación del campeonato. Pero Hiddink, seleccionador turco, rescató una vieja polémica afirmando que "el pasaporte de Ozil era falso". El futbolista fue amenazado de muerte en 2008 cuando decidió jugar con la Mannschaft en vez de con Turquía. Hiddink, luego, pidió disculpas y matizó un poco sus palabras.
La insistencia del pequeño Mesut en emular a Zidane hizo que su padre, Mustafa Ozil, le diera una pelota. Ahí comenzó la relación del delantero que quiere el Madrid con el fútbol. Sus orígenes son humildes, como los de Zinedine. Sus abuelos turcos llegaron a Alemania en los años 80, cuando el país necesitaba mano de obra extranjera.
El chaval pulió su zurda en una pista de cemento de Bulm-ke, en Gelsenkirchen. "Le llamábamos la 'jaula de monos' porque estaba rodeada de verjas y las porterías eran de metal", explicaría tiempo después el futbolista. Un lugar no muy diferente a La Castellane, en Marsella, donde se crió Zizou. Ozil (21 años) es alemán de tercera generación y musulmán, pero sus dotes recuerdan a las de un brasileño. Seguramente por ello representa mejor que nadie al nuevo prototipo de futbolista germano mestizo.
Al Werder.
Su primer equipo en Alemania fue el Rot-Weiss-Essen. Estuvo cinco años, aunque no jugó en el primer equipo. Apareció el Schalke 04 y su debut en la Bundesliga se produjo con 17 años. En su segunda temporada allí dejó de contar para el entrenador, Slom-ka, y se descolgó pidiendo una renovación millonaria. Fue el momento que aprovechó el Werder Bremen para acometer su contratación. Schaff venía buscando un futuro sustituto para Diego y la jugada le salió perfecta al cerrar el fichaje por cinco millones de euros. Mandó al brasileño a la banda izquierda y Ozil se erigió en el director de orquesta del equipo.
Siempre jugó en las categorías inferiores de Alemania, desde los Sub-17 a los Sub-21, con los que el año pasado logró el Europeo. "La aparición de Ozil ha sido un golpe de suerte para el fútbol alemán", decía Low, seleccionador alemán, el día de su debut.
Jugó cuatro partidos clasificatorios para el Mundial y en Sudáfrica se convirtió en la revelación del campeonato. Pero Hiddink, seleccionador turco, rescató una vieja polémica afirmando que "el pasaporte de Ozil era falso". El futbolista fue amenazado de muerte en 2008 cuando decidió jugar con la Mannschaft en vez de con Turquía. Hiddink, luego, pidió disculpas y matizó un poco sus palabras.