México: prohíben comprar antibióticos sin prescripción
Alberto Nájar
BBC Mundo, México
En México, como en otros países, ingerir antibióticos sin prescripción médica es una costumbre muy arraigada. Pero a partir de ahora, este hábito debe cambiar.
Las autoridades sanitarias prohibieron la venta de estos medicamentos sin receta expedida por un médico autorizado.
Se trata de combatir un grave problema sanitario. De acuerdo con el Ministerio de Salud, cerca de 60% de los mexicanos han desarrollado resistencia al efecto de antibióticos, lo cual los hace vulnerables a padecimientos gastrointestinales y respiratorios.
Y en algunos casos, como las enfermedades causadas por neumococo, el índice puede ser mayor, aseguró Guillermo Ruiz, jefe de Infectología del Instituto Nacional de Ciencias Médicas.
Los mexicanos con una enfermedad causada por esta bacteria tienen 80% de probabilidades de haber desarrollado algún tipo de resistencia a la penicilina, explicó el especialista.
"La información es actual. Es altísimo, nos paró los pelos", reconoció.
Además de México, la restricción para la venta de medicamentos existe en Chile, Costa Rica, Perú y Venezuela.
Jugoso mercado
Se trata de combatir un grave problema sanitario. De acuerdo con el Ministerio de Salud, cerca del 60% de los mexicanos han desarrollado resistencia al efecto de antibióticos, lo cual los hace vulnerables a padecimientos gastrointestinales y respiratorios.
Cada año, en México se consumen 700 millones de tabletas de antibióticos diversos, según datos de la gubernamental Comisión Federal de Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).
El Instituto Nacional de Salud Pública ha dicho que 40% de estos medicamentos –unos 280 millones de tabletas- se compran sin prescripción médica.
La decisión de controlar su venta ha sido criticada por los propietarios de farmacias, quienes esperan una fuerte caída en sus ingresos.
"Vamos a vender menos, pero la prioridad es el riesgo para la salud, hay que anteponerlo a las razones económicas", le dijo a BBC Mundo Antonio Pascual Feria, presidente de la Asociación Nacional de Farmacias de México.
El mercado de medicinas en México supera los US$6.500 millones al año, de acuerdo con estimaciones de la Cámara de la Industria Farmacéutica.
La medida del Ministerio de Salud implicará pérdidas por unos US$100 millones, reconoció el presidente de la Cámara, Efrén Ocampo.
Pero las autoridades tienen un objetivo más ambicioso: reducir el mercado de antibióticos en farmacias por lo menos a la mitad de las ventas actuales, dijo el comisionado de Cofepris, Miguel Toscano.
Eso significaría, añadió, que los medicamentos se venderán exclusivamente con una prescripción médica.
Sólo antibióticos
El abuso de antibióticos hace que su efecto sea menor cuando se necesita.
Con las nuevas reglas, que entran en vigor esta semana, para comprar un antibiótico será necesario presentar la receta firmada por un médico que lo prescriba.
En las farmacias deberán verificar la autenticidad de la receta, a través de un sistema de cómputo que se distribuirá entre los afiliados a la Asociación, o bien en el sistema de internet del Ministerio de Educación donde existe el Registro Nacional de Profesionistas con los datos de todos los médicos.
La restricción se limita a unos 2.000 antibióticos y no incluye a los anti virales porque su consumo en México es más limitado.
En México no hay resistencia a estos medicamentos, reconocen las autoridades sanitarias.
Círculo vicioso
La resistencia a antibióticos entre los mexicanos requiere más que restringir su venta en las farmacias.
Investigadores han detectado que en las aguas residuales de las ciudades hay bacterias inmunes a estos medicamentos y que antes estuvieron dentro de los seres humanos.
Las bacterias transmiten la resistencia a otros microbios con los que entran en contacto y con ello se extiende la cadena, explicó a BBC Mundo Irma Rosa Pérez, del Centro de Ciencias Ambientales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
En algunos casos se trata de microbios que normalmente no son patógenos para los seres humanos, pero que al adquirir un cierto nivel de resistencia pueden volverse un riesgo sanitario.
"Cuando alguien los toma o los inhala ya traen resistencia y cuesta más trabajo erradicarlos que si nunca hubieran contactado el antibiótico", dijo.
BBC Mundo, México
En México, como en otros países, ingerir antibióticos sin prescripción médica es una costumbre muy arraigada. Pero a partir de ahora, este hábito debe cambiar.
Las autoridades sanitarias prohibieron la venta de estos medicamentos sin receta expedida por un médico autorizado.
Se trata de combatir un grave problema sanitario. De acuerdo con el Ministerio de Salud, cerca de 60% de los mexicanos han desarrollado resistencia al efecto de antibióticos, lo cual los hace vulnerables a padecimientos gastrointestinales y respiratorios.
Y en algunos casos, como las enfermedades causadas por neumococo, el índice puede ser mayor, aseguró Guillermo Ruiz, jefe de Infectología del Instituto Nacional de Ciencias Médicas.
Los mexicanos con una enfermedad causada por esta bacteria tienen 80% de probabilidades de haber desarrollado algún tipo de resistencia a la penicilina, explicó el especialista.
"La información es actual. Es altísimo, nos paró los pelos", reconoció.
Además de México, la restricción para la venta de medicamentos existe en Chile, Costa Rica, Perú y Venezuela.
Jugoso mercado
Se trata de combatir un grave problema sanitario. De acuerdo con el Ministerio de Salud, cerca del 60% de los mexicanos han desarrollado resistencia al efecto de antibióticos, lo cual los hace vulnerables a padecimientos gastrointestinales y respiratorios.
Cada año, en México se consumen 700 millones de tabletas de antibióticos diversos, según datos de la gubernamental Comisión Federal de Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).
El Instituto Nacional de Salud Pública ha dicho que 40% de estos medicamentos –unos 280 millones de tabletas- se compran sin prescripción médica.
La decisión de controlar su venta ha sido criticada por los propietarios de farmacias, quienes esperan una fuerte caída en sus ingresos.
"Vamos a vender menos, pero la prioridad es el riesgo para la salud, hay que anteponerlo a las razones económicas", le dijo a BBC Mundo Antonio Pascual Feria, presidente de la Asociación Nacional de Farmacias de México.
El mercado de medicinas en México supera los US$6.500 millones al año, de acuerdo con estimaciones de la Cámara de la Industria Farmacéutica.
La medida del Ministerio de Salud implicará pérdidas por unos US$100 millones, reconoció el presidente de la Cámara, Efrén Ocampo.
Pero las autoridades tienen un objetivo más ambicioso: reducir el mercado de antibióticos en farmacias por lo menos a la mitad de las ventas actuales, dijo el comisionado de Cofepris, Miguel Toscano.
Eso significaría, añadió, que los medicamentos se venderán exclusivamente con una prescripción médica.
Sólo antibióticos
El abuso de antibióticos hace que su efecto sea menor cuando se necesita.
Con las nuevas reglas, que entran en vigor esta semana, para comprar un antibiótico será necesario presentar la receta firmada por un médico que lo prescriba.
En las farmacias deberán verificar la autenticidad de la receta, a través de un sistema de cómputo que se distribuirá entre los afiliados a la Asociación, o bien en el sistema de internet del Ministerio de Educación donde existe el Registro Nacional de Profesionistas con los datos de todos los médicos.
La restricción se limita a unos 2.000 antibióticos y no incluye a los anti virales porque su consumo en México es más limitado.
En México no hay resistencia a estos medicamentos, reconocen las autoridades sanitarias.
Círculo vicioso
La resistencia a antibióticos entre los mexicanos requiere más que restringir su venta en las farmacias.
Investigadores han detectado que en las aguas residuales de las ciudades hay bacterias inmunes a estos medicamentos y que antes estuvieron dentro de los seres humanos.
Las bacterias transmiten la resistencia a otros microbios con los que entran en contacto y con ello se extiende la cadena, explicó a BBC Mundo Irma Rosa Pérez, del Centro de Ciencias Ambientales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
En algunos casos se trata de microbios que normalmente no son patógenos para los seres humanos, pero que al adquirir un cierto nivel de resistencia pueden volverse un riesgo sanitario.
"Cuando alguien los toma o los inhala ya traen resistencia y cuesta más trabajo erradicarlos que si nunca hubieran contactado el antibiótico", dijo.