Los fuegos devastan grandes áreas de parques de Portugal

Francesc Ralea, El País
El fuego ataca en diversos frentes en Portugal y está devastando grandes áreas de parques naturales. Ayer seguían activos 23 incendios en todo el país, 13 de ellos de grandes dimensiones. El parque nacional de Peneda-Gerês, en la frontera con Galicia; el parque de Montesinho (distrito de Braga) y el parque de Serra da Estrela son pasto de las llamas. En los primeros 11 días de agosto se han quemado más hectáreas de bosque que en lo que va de año. Un cálculo a partir de los datos del Ministerio de Agricultura y del Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales indica que desde el comienzo de 2010 han ardido en Portugal unas 37.000 hectáreas, lo que equivale a una superficie cuatro veces superior a la de Lisboa. Es un balance mejor que el de los años 2003 y 2005, calificados como catástrofes naturales por la magnitud de los daños.

El ministro de Administración Interna, Rui Pereira, señaló ayer que la situación en los bosques del norte del país "es comparable a un verdadero escenario de guerra" y que Portugal vive "un año particularmente adverso", refiriéndose a las condiciones climatológicas y a las altas temperaturas. Pereira explicó que el Ejecutivo de Lisboa ha activado el Mecanismo de Protección Civil de la Unión Europea para obtener equipamiento adicional en la lucha contra el fuego. El incendio del parque de Peneda-Gerês forzó ayer la evacuación de unas 100 personas.

El miércoles fue el día más negro de este verano caliente, con 54 fuegos de grandes dimensiones. Dos bomberos han muerto esta semana durante las labores de extinción. La región del Miño, en el norte, es la más afectada, especialmente los distritos de Viana do Castelo y Braga (más de 14.500 hectáreas calcinadas).

No solo el recalentamiento de la tierra explica la dimensión del desastre. La ausencia de una política de prevención y la poca eficacia operativa de los medios antiincendios son causas de la mayor importancia en este verano de fuego portugués. Ante la falta de medios de los bomberos voluntarios, efectivos del Ejército han sido desplazados a los puntos más calientes, aunque también en este caso han llovido las críticas de pasividad. Un portavoz castrense replicó ayer que los militares esperan órdenes claras y concretas de las autoridades de protección civil para intervenir.

Pedro Ramos, presidente de la Asociación Nacional de Empresas Forestales, criticaba ayer en una entrevista al Jornal de Negócios la parálisis en la distribución de los fondos comunitarios del Programa de Desarrollo Regional (Proder), destinados a financiar el sector forestal portugués. De los 442 millones de euros previstos para el periodo 2007-2013, apenas ha llegado a los beneficiarios un millón y medio. El Proder podría ser el principal medio para combatir los incendios, según Ramos. "La gente no tiene idea de cuánto cuesta limpiar una hectárea de bosque [entre 500 y 1.000 euros]". Ante la falta de fondos, las empresas del sector están paradas, y no se han llevado a cabo las labores necesarias de protección contra incendios y de reforestación de áreas afectadas.

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