La dirigencia de Boca apoya a Borghi
Buenos Aires, Agencias
Claudio Borghi decidió llevar a su plantel a un virtual retiro espiritual a un country de Pilar para el miércoles como aditivo moral tras un comienzo tan poco alentador que lo llevó a lanzar un cuasi ultimátum de una salida prematura como conductor de Boca, una cuestión aún el martes siguió dejando en la incertidumbre a los dirigentes que se acercaron al entrenamiento.
El vicepresidente José Beraldi, el secretario general Rómulo Zemborain y el vocal Marcelo London fueron a verlo a Borghi y los dos primeros tuvieron una larga charla en el vestuario cuando los futbolistas ya habían salido al campo. Luego London se sumó al grupo en uno de los bancos junto a la cancha.
Ninguno de los tres pudo confirmar la continuidad de Borghi más allá de lo que ocurra ante Vélez, aunque le dieron apoyo para seguir trabajando.
Desde afuera del predio Pedro Pompilio, el vice segundo, Juan Carlos Crespi, dijo que Borghi "salvo una catástrofe".
Según supo DyN de una fuente del club, los directivos no escarbaron demasiado pero sí le hicieron saber que a veces es preferible llamarse a silencio. Es que ese ultimátum que se autoimpuso Borghi para el partido del domingo descolocó a los directivos.
"La honestidad lo va a matar a Bichi, es un tipo muy transparente y sincero y no tiene un discurso armado", sostuvo Zemborain.
Y Borghi se recluyó en el silencio, con lo cual pareció sostener sus dichos frontales del domingo por la noche tras la derrota ante All Boys.
Zemborain, uno de los dirigentes que suele estar alejados de los micrófonos abiertos, dijo haberlo visto "bien" pero no habló sobre esos tiempos con los que sorprendió el entrenador.
No obstante los augurios de Zemborain de "revertir" la situación y asumir la "preocupación" de entrenador y el mundo Boca, admitió que si bien no hay plan B y que no hubo gestión con ningún otro entrenador, sí la sorpresiva advertencia de Borghi llevó a "pensar" en algún técnico por si hay que tenerlo en gateras.
"No hemos hecho ninguna gestión. Obviamente que podemos pensar y eso no está mal, porque fue un disparador de sus propias declaraciones", sostuvo el secretario general ante los dichos de Borghi.
En Boca transitan con mucho cuidado ese inicio de camino pedregoso que encontró Boca en la nueva temporada. Al punto que ante sus presencias en el entrenamiento y charlas con Borghi se cuidan en rechazar haber ido para ratificar al técnico, por lo que significa hacerlo tres fechas después del inicio del campeonato.
Qué dijo Borghi sobre lo que puede ocurrir el domingo? "No mencionó nada y en ningún momento lo hablamos", contó Zemborain regando el enigma que abrió el técnico.
La dirigencia mira "con optimismo" lo que se viene pero nadie tiene en claro lo que Borghi puede llegar a definir.
Por lo pronto Borghi comenzó la semana con la mejora en el estado físico de Christian Cellay y Clemente Rodríguez, imaginando a Cristian Chavez como reemplazante del lesionado Marcelo Cañete y meter a todos en un retiro espiritual para aceitar la maquinaria sicológica de los jugadores.
Claudio Borghi decidió llevar a su plantel a un virtual retiro espiritual a un country de Pilar para el miércoles como aditivo moral tras un comienzo tan poco alentador que lo llevó a lanzar un cuasi ultimátum de una salida prematura como conductor de Boca, una cuestión aún el martes siguió dejando en la incertidumbre a los dirigentes que se acercaron al entrenamiento.
El vicepresidente José Beraldi, el secretario general Rómulo Zemborain y el vocal Marcelo London fueron a verlo a Borghi y los dos primeros tuvieron una larga charla en el vestuario cuando los futbolistas ya habían salido al campo. Luego London se sumó al grupo en uno de los bancos junto a la cancha.
Ninguno de los tres pudo confirmar la continuidad de Borghi más allá de lo que ocurra ante Vélez, aunque le dieron apoyo para seguir trabajando.
Desde afuera del predio Pedro Pompilio, el vice segundo, Juan Carlos Crespi, dijo que Borghi "salvo una catástrofe".
Según supo DyN de una fuente del club, los directivos no escarbaron demasiado pero sí le hicieron saber que a veces es preferible llamarse a silencio. Es que ese ultimátum que se autoimpuso Borghi para el partido del domingo descolocó a los directivos.
"La honestidad lo va a matar a Bichi, es un tipo muy transparente y sincero y no tiene un discurso armado", sostuvo Zemborain.
Y Borghi se recluyó en el silencio, con lo cual pareció sostener sus dichos frontales del domingo por la noche tras la derrota ante All Boys.
Zemborain, uno de los dirigentes que suele estar alejados de los micrófonos abiertos, dijo haberlo visto "bien" pero no habló sobre esos tiempos con los que sorprendió el entrenador.
No obstante los augurios de Zemborain de "revertir" la situación y asumir la "preocupación" de entrenador y el mundo Boca, admitió que si bien no hay plan B y que no hubo gestión con ningún otro entrenador, sí la sorpresiva advertencia de Borghi llevó a "pensar" en algún técnico por si hay que tenerlo en gateras.
"No hemos hecho ninguna gestión. Obviamente que podemos pensar y eso no está mal, porque fue un disparador de sus propias declaraciones", sostuvo el secretario general ante los dichos de Borghi.
En Boca transitan con mucho cuidado ese inicio de camino pedregoso que encontró Boca en la nueva temporada. Al punto que ante sus presencias en el entrenamiento y charlas con Borghi se cuidan en rechazar haber ido para ratificar al técnico, por lo que significa hacerlo tres fechas después del inicio del campeonato.
Qué dijo Borghi sobre lo que puede ocurrir el domingo? "No mencionó nada y en ningún momento lo hablamos", contó Zemborain regando el enigma que abrió el técnico.
La dirigencia mira "con optimismo" lo que se viene pero nadie tiene en claro lo que Borghi puede llegar a definir.
Por lo pronto Borghi comenzó la semana con la mejora en el estado físico de Christian Cellay y Clemente Rodríguez, imaginando a Cristian Chavez como reemplazante del lesionado Marcelo Cañete y meter a todos en un retiro espiritual para aceitar la maquinaria sicológica de los jugadores.