Inter empató en el debut en la Serie A
Roma, Agencias
Inter, de visita a Bologna en el estadio Dall'Ara, no pudo ir más allá de un empate que los deja a ambos en el medio de la tabla con un único punto.
El resultado no fue muy justo con los nerazzurri, quienes disputaron un buen complemento y hubieran podido anotar por lo menos un gol.
Sin embargo, hay que reconocerle su propio mérito a Bologna, que supo jugarle de par a par por un tiempo a los campeones de Europa y que aguantó como pudo en el segundo. Al fin, los locales hicieron lo suyo para merecerse ese pequeño premio.
Los primeros 45 minutos fueron muy parejos y, en realidad, los locales hicieron algo más respecto a la creación de ocasiones: en efecto, Inter llegó sólo con alguna jugada de pelota parada, mientras que Bologna, entre otras cosas, tuvo dos buenas chances con Giménez, quien desperdició ambas con dos remates altos.
La clave de la inteligente gestión del encuentro por parte de los rojoazules estuvo en la "jaula" que supieron crear alrededor de Sneijder: efectivamente, entre los centrales de la media cancha, los de la defensa y el regreso de uno entre Di Vaio y Giménez, Bologna no le dejó nunca espacio al holandés para recibir y razonar con calma, esterilizando más del cincuenta por ciento del ataque interista. En ese marco, fue fundamental el partidazo que jugó Mudingayi, quien quitó una enorme cantidad de balones y, a menudo, los distribuyó con sabiduría.
El complemento fue otra historia, porque con el pasar de los minutos los locales se cansaron, bajaron la intensidad del juego y no pudieron mantener las posiciones con el orden táctico de los primeros 45 minutos. Sneijder, retrocediendo un poco, pudo liberarse del corral de Bologna (ya muy bajo en la cancha) y empezó a jugar como sabe.
Eto'o inventó algunas grandes jugadas por izquierda y Milito pareció finalmente despertarse: así, Inter creó muchas ocasiones, especialmente con remates de afuera pero también con algún buen centro por parte de los delanteros, que ya lograban liberarse bien sobre las franjas.
Sin embargo, en el mejor momento de su equipo Benítez lo sacó a Pandev para ponerlo a Coutinho: el cambio creó un cortocircuito que los nerazzurri no lograron nunca recomponer. En efecto, si bien siguieron sumando ocasiones para anotar, tras la sustitución no se vieron más el buen ritmo y la facilidad con la que los pentacampeones de Italia llegaban al área rival.
De todas maneras, Viviano y su defensa debieron cumplir con una labor dura para lograr aguantar el resultado y para quedarse con este puntito, que le da satisfacción al recién echado Colomba (quien preparó muy bien al equipo) y lo pone seguramente contento al nuevo técnico del equipo, quienquiera que será.
Inter, por su parte, no logró borrar la desilusión de la derrota en Supercopa Europea y, en cambio, ahora sumó a esa tristeza la conciencia de empezar este nuevo campeonato debiendo ya recuperar dos puntos sobre Milan, el candidato número uno para descoserle el Scudetto.
