Filipinas: admiten que el equipo de asalto estaba mal entrenado
Filipinas, Agencias
La Policía de Filipinas reconoció hoy que el equipo de asalto que intentó rescatar a los 15 rehenes que se encontraban en el micro secuestrado ayer por un ex miembro de esa fuerza, estaba mal armado y entrenado.
En un comunicado, la Policía Nacional reconoció que detectó "algunas observaciones y defectos", incluido "el inadecuado entrenamiento y la competencia del responsable del equipo de asalto", así como "la inadecuada capacidad, cualidades, material y planificación del equipo de asalto", informó la agencia DPA.
Asimismo, en el comunicado la Policía admite que tampoco se llevó a cabo una buena negociación con el secuestrador ni se gestionaron bien cuestiones que pudieron haber afectado al ex agente, así como un mal control de la multitud de curiosos que se congregó en el lugar de los hechos y la falta de comunicación con la prensa.
Un ex agente policial identificado como Rolando Mendoza que luego fue ultimado por un francotirador, secuestró ayer por más de diez horas un ómnibus con 25 rehenes en su mayoría turistas.
Nueve de ellos fueron dejados en libertad y del resto, ocho resultaron muertos en un baño de sangre seguido por la televisión local.
Hoy, el ministro del Interior filipino, Jesse Robredo, reconoció también que tanto la Policía como la prensa cometieron errores en la gestión y cobertura del trágico secuestro.
"Creo que la Policía podría haberlo hecho mejor; que debió haber una acción coordinada y que el comandante sobre el terreno debería haber reunido a todos los periodistas que cubrían la información y haberles dicho que los rehenes eran la prioridad", señaló el funcionario en una entrevista con la emisora dzMM.
En opinión del ministro, los medios se equivocaron al hacer una cobertura en directo del secuestro que el propio secuestrador pudo seguir mediante la televisión y la radio que había en el interior del autobús.
Además, la Policía "debería haber pedido a los medios que limitaran su cobertura" para facilitar su actuación, pero "el secuestrador pudo ver lo que estaba ocurriendo en la televisión".
"Quizá deberíamos revisar el protocolo no sólo de la Policía sino también de los medios", consideró. Por otra parte, Robredo indicó que su Ministerio junto con el de Justicia crearon un equipo de trabajo para investigar el secuestro. "El primer paso en la investigación -dijo- será la autopsia que se realizará al secuestrador, abatido por un disparo en la cabeza hecho por un francotirador del Ejército".
En opinión del ministro, la intervención del hermano del secuestrador, un policía en activo, cambió el curso de los hechos. "Estaba en el lugar de los hechos e incluso intentó acercarse al autobús con una pistola. Creo que le deberían haber detenido o que le deberían haber permitido hablar con su hermano por teléfono", consideró Robredo.
Según el ministro, "el tiroteo comenzó" cuando el secuestrador vio por televisión que los policías se estaban llevando a su hermano. En este sentido, dijo que todavía no consiguió aclarar quién dio la orden de que éste fuera trasladado a una comisaría.
Sin embargo, según el teniente alcalde de Manila, Isko Moreno, la Policía decidió el traslado para evitar que éste siguiera agitando la situación.
Precisamente, esta mañana la Policía de Distrito de Manila presentó cargos contra el hermano del secuestrador por conspiración para cometer detención ilegal, según informa la emisora.
La Policía de Filipinas reconoció hoy que el equipo de asalto que intentó rescatar a los 15 rehenes que se encontraban en el micro secuestrado ayer por un ex miembro de esa fuerza, estaba mal armado y entrenado.
En un comunicado, la Policía Nacional reconoció que detectó "algunas observaciones y defectos", incluido "el inadecuado entrenamiento y la competencia del responsable del equipo de asalto", así como "la inadecuada capacidad, cualidades, material y planificación del equipo de asalto", informó la agencia DPA.
Asimismo, en el comunicado la Policía admite que tampoco se llevó a cabo una buena negociación con el secuestrador ni se gestionaron bien cuestiones que pudieron haber afectado al ex agente, así como un mal control de la multitud de curiosos que se congregó en el lugar de los hechos y la falta de comunicación con la prensa.
Un ex agente policial identificado como Rolando Mendoza que luego fue ultimado por un francotirador, secuestró ayer por más de diez horas un ómnibus con 25 rehenes en su mayoría turistas.
Nueve de ellos fueron dejados en libertad y del resto, ocho resultaron muertos en un baño de sangre seguido por la televisión local.
Hoy, el ministro del Interior filipino, Jesse Robredo, reconoció también que tanto la Policía como la prensa cometieron errores en la gestión y cobertura del trágico secuestro.
"Creo que la Policía podría haberlo hecho mejor; que debió haber una acción coordinada y que el comandante sobre el terreno debería haber reunido a todos los periodistas que cubrían la información y haberles dicho que los rehenes eran la prioridad", señaló el funcionario en una entrevista con la emisora dzMM.
En opinión del ministro, los medios se equivocaron al hacer una cobertura en directo del secuestro que el propio secuestrador pudo seguir mediante la televisión y la radio que había en el interior del autobús.
Además, la Policía "debería haber pedido a los medios que limitaran su cobertura" para facilitar su actuación, pero "el secuestrador pudo ver lo que estaba ocurriendo en la televisión".
"Quizá deberíamos revisar el protocolo no sólo de la Policía sino también de los medios", consideró. Por otra parte, Robredo indicó que su Ministerio junto con el de Justicia crearon un equipo de trabajo para investigar el secuestro. "El primer paso en la investigación -dijo- será la autopsia que se realizará al secuestrador, abatido por un disparo en la cabeza hecho por un francotirador del Ejército".
En opinión del ministro, la intervención del hermano del secuestrador, un policía en activo, cambió el curso de los hechos. "Estaba en el lugar de los hechos e incluso intentó acercarse al autobús con una pistola. Creo que le deberían haber detenido o que le deberían haber permitido hablar con su hermano por teléfono", consideró Robredo.
Según el ministro, "el tiroteo comenzó" cuando el secuestrador vio por televisión que los policías se estaban llevando a su hermano. En este sentido, dijo que todavía no consiguió aclarar quién dio la orden de que éste fuera trasladado a una comisaría.
Sin embargo, según el teniente alcalde de Manila, Isko Moreno, la Policía decidió el traslado para evitar que éste siguiera agitando la situación.
Precisamente, esta mañana la Policía de Distrito de Manila presentó cargos contra el hermano del secuestrador por conspiración para cometer detención ilegal, según informa la emisora.