El nerviosismo aflora de nuevo en Wall Street
Nueva York, Agencias
El nerviosismo que suscita la marcha de la economía en Estados Unidos volvió a notarse hoy en el parqué neoyorquino, al comienzo de una semana en que se conocerán cálculos oficiales de empleo en agosto que se prevén desfavorables.
Esos y otros datos relativos a la actividad manufacturera y en el sector de los servicios, a la confianza de los consumidores y a la construcción, entre otros, concitarán la atención de los inversores de la bolsa neoyorquina, que este lunes decidieron recoger beneficios después de las sólidas ganancias del viernes.
La euforia que se percibió en Wall Street ese día, impulsada en gran parte por las palabras alentadoras del presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, respecto de las perspectivas de crecimiento para 2011, se disipó como el humo este lunes y el índice Dow Jones de Industriales aguantó a duras penas por encima de la cota de 10.000 puntos que había recuperado en la sesión previa.
Ese indicador bursátil cerró con un descenso del 1,39% (-140,92 puntos), a 10.009,73 unidades, en tanto que el selectivo S&P 500 cedió el 1,47% (-15,67 puntos) y finalizó en 1.048,92 puntos.
El índice compuesto del mercado Nasdaq retrocedió el 1,56% (-33,66 puntos) y concluyó la jornada en 2.119,97 puntos.
Durante la primera semana de cada mes, en la que se difunde datos relacionados con el mercado laboral en EE.UU., los inversores suelen adoptar una actitud muy cautelosa hasta comprobar la tendencia en la contratación y en el desempleo, que se calcula habrá subido en agosto una décima, al 9,6%.
Una mejora del empleo se considera clave para estimular el consumo de bienes y servicios e impulsar el crecimiento de la economía y hasta ahora no se han percibido signos claros de progreso en la ocupación.
Los datos de gastos y de ingresos personales que se difundieron este lunes reflejaron de nuevo el debilitamiento de la actividad y de los ingresos personales, así como las cautelas en el consumo.
El gasto de los consumidores en EE.UU. subió el 0,4% en julio, una décima más de lo que se preveía, en tanto que los ingresos personales aumentaron el 0,2%, una décima menos de lo esperado.
La creciente actividad en compras y propuestas de adquisiciones empresariales, a veces no solicitadas, que suelen considerarse como un síntoma de confianza en la evolución de la economía, tampoco han logrado en las últimas semanas estimular el optimismo en el mercado bursátil, frente a la dureza de unos datos económicos desfavorables.
Home Depot (-2,61%), Bank of America (-2,53%), American Express (-2,49%), Cisco Systems (-2,35%), Caterpillar (-2,17%), JPMorgan Chase (-2,05%) e Intel (-2,23%), registraron los descensos más agudos entre las treinta empresas que conforman el Dow Jones.
La depreciación de Intel coincidió con el anuncio de que esa empresa ha acordado con la alemana Infineon la compra de su división de telefonía móvil, por 1.400 millones de dólares.
También se anotaron descensos agudos Travelers (-1,84%), United Technologies (-1,77%), DuPont y Boeing que perdieron el -1,68% en cada caso y 3M (-1,67%), que ha llegado a un acuerdo para adquirir la empresa Cogent (24,4%) por 943 millones de dólares.
Hewlett-Packard (1,47%) fue el único componente del Dow Jones que cerró en positivo, después de anunciar planes de aumentar la recompra de acciones en próximos meses.
Los títulos de la biotecnológica Genzyme subieron el 3,39%, tras rechazar de nuevo la propuesta de compra recibida de la farmacéutica Sanofi-Aventis, que le ofrece 69 dólares por acción y que aquella considera un precio inadecuado.
Los títulos de la francesa Sanofi-Aventis que se negocian en Nueva York se desvalorizaron el 1%, a 28,63 dólares.
El dólar se fortaleció ante el euro y por esa divisa se pagaban 1,2665 dólares al cierre bursátil, frente a 1,2733 dólares el viernes, al tiempo que la deuda pública estadounidense a diez años subía de precio, para ofrecer una rentabilidad del 2,53%.
El nerviosismo que suscita la marcha de la economía en Estados Unidos volvió a notarse hoy en el parqué neoyorquino, al comienzo de una semana en que se conocerán cálculos oficiales de empleo en agosto que se prevén desfavorables.
Esos y otros datos relativos a la actividad manufacturera y en el sector de los servicios, a la confianza de los consumidores y a la construcción, entre otros, concitarán la atención de los inversores de la bolsa neoyorquina, que este lunes decidieron recoger beneficios después de las sólidas ganancias del viernes.
La euforia que se percibió en Wall Street ese día, impulsada en gran parte por las palabras alentadoras del presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, respecto de las perspectivas de crecimiento para 2011, se disipó como el humo este lunes y el índice Dow Jones de Industriales aguantó a duras penas por encima de la cota de 10.000 puntos que había recuperado en la sesión previa.
Ese indicador bursátil cerró con un descenso del 1,39% (-140,92 puntos), a 10.009,73 unidades, en tanto que el selectivo S&P 500 cedió el 1,47% (-15,67 puntos) y finalizó en 1.048,92 puntos.
El índice compuesto del mercado Nasdaq retrocedió el 1,56% (-33,66 puntos) y concluyó la jornada en 2.119,97 puntos.
Durante la primera semana de cada mes, en la que se difunde datos relacionados con el mercado laboral en EE.UU., los inversores suelen adoptar una actitud muy cautelosa hasta comprobar la tendencia en la contratación y en el desempleo, que se calcula habrá subido en agosto una décima, al 9,6%.
Una mejora del empleo se considera clave para estimular el consumo de bienes y servicios e impulsar el crecimiento de la economía y hasta ahora no se han percibido signos claros de progreso en la ocupación.
Los datos de gastos y de ingresos personales que se difundieron este lunes reflejaron de nuevo el debilitamiento de la actividad y de los ingresos personales, así como las cautelas en el consumo.
El gasto de los consumidores en EE.UU. subió el 0,4% en julio, una décima más de lo que se preveía, en tanto que los ingresos personales aumentaron el 0,2%, una décima menos de lo esperado.
La creciente actividad en compras y propuestas de adquisiciones empresariales, a veces no solicitadas, que suelen considerarse como un síntoma de confianza en la evolución de la economía, tampoco han logrado en las últimas semanas estimular el optimismo en el mercado bursátil, frente a la dureza de unos datos económicos desfavorables.
Home Depot (-2,61%), Bank of America (-2,53%), American Express (-2,49%), Cisco Systems (-2,35%), Caterpillar (-2,17%), JPMorgan Chase (-2,05%) e Intel (-2,23%), registraron los descensos más agudos entre las treinta empresas que conforman el Dow Jones.
La depreciación de Intel coincidió con el anuncio de que esa empresa ha acordado con la alemana Infineon la compra de su división de telefonía móvil, por 1.400 millones de dólares.
También se anotaron descensos agudos Travelers (-1,84%), United Technologies (-1,77%), DuPont y Boeing que perdieron el -1,68% en cada caso y 3M (-1,67%), que ha llegado a un acuerdo para adquirir la empresa Cogent (24,4%) por 943 millones de dólares.
Hewlett-Packard (1,47%) fue el único componente del Dow Jones que cerró en positivo, después de anunciar planes de aumentar la recompra de acciones en próximos meses.
Los títulos de la biotecnológica Genzyme subieron el 3,39%, tras rechazar de nuevo la propuesta de compra recibida de la farmacéutica Sanofi-Aventis, que le ofrece 69 dólares por acción y que aquella considera un precio inadecuado.
Los títulos de la francesa Sanofi-Aventis que se negocian en Nueva York se desvalorizaron el 1%, a 28,63 dólares.
El dólar se fortaleció ante el euro y por esa divisa se pagaban 1,2665 dólares al cierre bursátil, frente a 1,2733 dólares el viernes, al tiempo que la deuda pública estadounidense a diez años subía de precio, para ofrecer una rentabilidad del 2,53%.