Despidieron los restos de Varallo
La Plata, Agencias
El capitán y máximo goleador de Boca Juniors, Martín Palermo, despidió el martes a la mañana a Francisco Varallo, legendario delantero y uno de los tres grandes artilleros de la historia xeneize, fallecido el lunes a los 100 años.
Palermo concurrió junto a su compañero Sebastián Battaglia y el presidente de Boca, Jorge Amor Ameal, hasta el velatorio de la calle 57 de La Plata y estuvo hasta minutos antes de que el cortejo fúnebre llevara los restos de don Pancho, o "Cañoncito" hasta el cementerio de esta ciudad, donde en una ceremonia íntima fue depositado el ataúd en la bóveda familiar.
La presencia de Palermo encerró un particular simbolismo, ya que Varallo fue durante casi setenta años el máximo goleador de Boca en la era profesional hasta que, en 2008, Palermo lo desalojó de ese lugar para, en el curso del corriente año, superar también a Roberto Cherro, que era el mayor artillero boquense en toda la historia.
Otro dato que une a Palermo y a Varallo es la condición de platenses, aunque Varallo es, además de Boca, un símbolo de Gimnasia y Esgrima en tanto que Palermo lo es del otro club de la capital bonaerense, Estudiantes.
Palermo, que llegó una hora más tarde al entrenamiento en Casa Amarilla, lleva convertidos 222 goles en Boca, mientras que Cherro (1926/38) fue autor de 218 y Varallo quedó tercero con 194. Alguna vez el recién fallecido goleador comentó: "La verdad es que a mí Palermo no me gustaba, pero me tapó la boca".
El capitán y máximo goleador de Boca Juniors, Martín Palermo, despidió el martes a la mañana a Francisco Varallo, legendario delantero y uno de los tres grandes artilleros de la historia xeneize, fallecido el lunes a los 100 años.
Palermo concurrió junto a su compañero Sebastián Battaglia y el presidente de Boca, Jorge Amor Ameal, hasta el velatorio de la calle 57 de La Plata y estuvo hasta minutos antes de que el cortejo fúnebre llevara los restos de don Pancho, o "Cañoncito" hasta el cementerio de esta ciudad, donde en una ceremonia íntima fue depositado el ataúd en la bóveda familiar.
La presencia de Palermo encerró un particular simbolismo, ya que Varallo fue durante casi setenta años el máximo goleador de Boca en la era profesional hasta que, en 2008, Palermo lo desalojó de ese lugar para, en el curso del corriente año, superar también a Roberto Cherro, que era el mayor artillero boquense en toda la historia.
Otro dato que une a Palermo y a Varallo es la condición de platenses, aunque Varallo es, además de Boca, un símbolo de Gimnasia y Esgrima en tanto que Palermo lo es del otro club de la capital bonaerense, Estudiantes.
Palermo, que llegó una hora más tarde al entrenamiento en Casa Amarilla, lleva convertidos 222 goles en Boca, mientras que Cherro (1926/38) fue autor de 218 y Varallo quedó tercero con 194. Alguna vez el recién fallecido goleador comentó: "La verdad es que a mí Palermo no me gustaba, pero me tapó la boca".