China cerrará 2.087 fábricas para ahorrar energía y reducir emisiones
Rafael Méndez, El País
"Estoy muy preocupado. Algunos países se han alejado de los compromisos de Copenhague". La alusión a China que el viernes lanzó el negociador de la Casa Blanca para el Cambio Climático, Jonathan Pershing, retumbó de despacho en despacho y llegó a Pekín. Menos de 48 horas después, el Gobierno chino anunció que antes del 30 de septiembre cerrará 2.087 industrias pesadas -cementeras, papeleras...- para cumplir sus objetivos de eficiencia energética y emisiones de gases de efecto invernadero.
Li Yizhong, ministro de Industria chino, declaró que estas plantas "obsoletas consumen mucha energía, contaminan el medio ambiente y tienen riesgos de seguridad", según el diario China Daily. "También son la causa de la baja calidad, la ineficiencia y la baja competitividad de nuestra economía", añadió. Li justificó que solo con estas medidas China, el mayor emisor mundial de CO2, mejorará su estructura industrial y su productividad. El listado de firmas obligadas a cerrar incluye 762 cementeras, 279 papeleras, 175 de acero y 84 de cuero.
El Gobierno chino se ha comprometido a mejorar su eficiencia energética un 20% a final de 2010 respecto al nivel de 2005 y aún está a casi cinco puntos del objetivo. El viernes, Pekín ordenó a 22 provincias que dejaran de vender electricidad barata a grandes fábricas.
En noviembre pasado, antes de la fallida Cumbre del Clima de Copenhague, el país asiático anunció que reducirá sus emisiones de CO2 por unidad de PIB entre un 40% y un 45% en 2020 respecto a 2005 y que en esa fecha el 20% de su energía será de origen renovable. Pekín nunca cuantifica su reducción de CO2, al considerar que puede limitar su crecimiento económico. A cambio, promete que cada vez producirá más emitiendo menos, algo que es la tendencia natural de la economía. "Cuando China promete algo lo cumple. Pueden tomar este tipo de medidas", afirmó entonces el economista jefe de la Agencia Internacional de la Energía, Fatih Birol, gran defensor del esfuerzo de Pekín en la lucha contra el calentamiento global.
Pekín ve algunas ventajas en la lucha contra el cambio climático. Además de reducir su dependencia de combustibles del exterior, ya está inundando el mercado con paneles solares producidos allí. Buena parte de la burbuja fotovoltaica vivida en España en 2007 y 2008 se debe a que la producción china desplomó el precio de los módulos solares. "No deben verlo como una importación de paneles, sino como una importación de electricidad", explicó a este diario en una visita a Madrid Li Junfeng, presidente de la patronal china de renovables y subdirector de renovables.
El anuncio chino puede animar la mortecina lucha contra el cambio climático. El viernes concluyó sin avances significativos en Bonn la penúltima reunión antes de la Cumbre del Clima de Cancún, prevista para final de año. Las posiciones siguen enquistadas y cada reunión que pasa se aleja la posibilidad de que a final de 2012 haya un tratado que sustituya al Protocolo de Kioto, cuyo primer periodo de cumplimiento expira entonces.
Animados por los episodios extremos que viven estas semanas, algunos países llaman a retomar la lucha contra el calentamiento global. Es el caso del presidente ruso, Dimitri Medvédev, que ha declarado que el calor, la sequía y los incendios sin precedente en Rusia son pruebas del cambio global del clima. Pakistán sufre unas graves inundaciones y los corrimientos de tierra en China por las fuertes lluvias han causado cientos de muertos. Aunque es imposible achacar un episodio concreto al calentamiento global -siempre ha habido sequías e inundaciones- estos fenómenos coinciden con lo predicho por los científicos debido a la acumulación en la atmósfera de gases de efecto invernadero, principalmente CO2,, por la quema de combustibles fósiles. No es aislado. El primer semestre de 2010 fue el más cálido desde que hay registros, según la NASA.
"Estoy muy preocupado. Algunos países se han alejado de los compromisos de Copenhague". La alusión a China que el viernes lanzó el negociador de la Casa Blanca para el Cambio Climático, Jonathan Pershing, retumbó de despacho en despacho y llegó a Pekín. Menos de 48 horas después, el Gobierno chino anunció que antes del 30 de septiembre cerrará 2.087 industrias pesadas -cementeras, papeleras...- para cumplir sus objetivos de eficiencia energética y emisiones de gases de efecto invernadero.
Li Yizhong, ministro de Industria chino, declaró que estas plantas "obsoletas consumen mucha energía, contaminan el medio ambiente y tienen riesgos de seguridad", según el diario China Daily. "También son la causa de la baja calidad, la ineficiencia y la baja competitividad de nuestra economía", añadió. Li justificó que solo con estas medidas China, el mayor emisor mundial de CO2, mejorará su estructura industrial y su productividad. El listado de firmas obligadas a cerrar incluye 762 cementeras, 279 papeleras, 175 de acero y 84 de cuero.
El Gobierno chino se ha comprometido a mejorar su eficiencia energética un 20% a final de 2010 respecto al nivel de 2005 y aún está a casi cinco puntos del objetivo. El viernes, Pekín ordenó a 22 provincias que dejaran de vender electricidad barata a grandes fábricas.
En noviembre pasado, antes de la fallida Cumbre del Clima de Copenhague, el país asiático anunció que reducirá sus emisiones de CO2 por unidad de PIB entre un 40% y un 45% en 2020 respecto a 2005 y que en esa fecha el 20% de su energía será de origen renovable. Pekín nunca cuantifica su reducción de CO2, al considerar que puede limitar su crecimiento económico. A cambio, promete que cada vez producirá más emitiendo menos, algo que es la tendencia natural de la economía. "Cuando China promete algo lo cumple. Pueden tomar este tipo de medidas", afirmó entonces el economista jefe de la Agencia Internacional de la Energía, Fatih Birol, gran defensor del esfuerzo de Pekín en la lucha contra el calentamiento global.
Pekín ve algunas ventajas en la lucha contra el cambio climático. Además de reducir su dependencia de combustibles del exterior, ya está inundando el mercado con paneles solares producidos allí. Buena parte de la burbuja fotovoltaica vivida en España en 2007 y 2008 se debe a que la producción china desplomó el precio de los módulos solares. "No deben verlo como una importación de paneles, sino como una importación de electricidad", explicó a este diario en una visita a Madrid Li Junfeng, presidente de la patronal china de renovables y subdirector de renovables.
El anuncio chino puede animar la mortecina lucha contra el cambio climático. El viernes concluyó sin avances significativos en Bonn la penúltima reunión antes de la Cumbre del Clima de Cancún, prevista para final de año. Las posiciones siguen enquistadas y cada reunión que pasa se aleja la posibilidad de que a final de 2012 haya un tratado que sustituya al Protocolo de Kioto, cuyo primer periodo de cumplimiento expira entonces.
Animados por los episodios extremos que viven estas semanas, algunos países llaman a retomar la lucha contra el calentamiento global. Es el caso del presidente ruso, Dimitri Medvédev, que ha declarado que el calor, la sequía y los incendios sin precedente en Rusia son pruebas del cambio global del clima. Pakistán sufre unas graves inundaciones y los corrimientos de tierra en China por las fuertes lluvias han causado cientos de muertos. Aunque es imposible achacar un episodio concreto al calentamiento global -siempre ha habido sequías e inundaciones- estos fenómenos coinciden con lo predicho por los científicos debido a la acumulación en la atmósfera de gases de efecto invernadero, principalmente CO2,, por la quema de combustibles fósiles. No es aislado. El primer semestre de 2010 fue el más cálido desde que hay registros, según la NASA.