Chávez y Santos se reunirán para arreglar sus relaciones
Mayé Primera, Cartagena, El País
Los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez, y Colombia, Juan Manuel Santos, se reunirán el martes en Bogotá, ha anunciado el ministro de Exteriores venezolano, Nicolás Maduro, tras reunirse con su homóloga colombiana, María Angela Holguín, para reparar la relación entre los dos países, rotas desde el 22 de julio por iniciativa de Chávez.
Hugo Chávez ya ha asegurado que le ha producido mucha "alegría" el resultado de la reunión y que desde ahora podrá "dormir tranquilo". El mandatario interrumpió su programa dominical Aló Presidente! para conectar con Bogotá y transmitir la conclusión del encuentro diplomático.
La fecha del encuentro se ha cerrado en una reunión de tres horas supervisada por el secretario general de Unasur, Néstor Kirchner, después de una fase de acercamiento abierta por Santos. El sábado, durante su discurso de toma de posesión, Santos dijo que uno de sus propósitos será recuperar el vínculo con Caracas. La ruptura se produjo después de que Colombia denunciara ante la Organización de Estados Americanos la presencia de guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y del Ejército de Liberación Nacional en territorio venezolano. A esa denuncia se ha unido otra ante la Corte Penal Internacional.
Santos dijo en su discurso que está dispuesto a dialogar, pero sin mediadores y con la condición de que sus interlocutores sean firmes contra la criminalidad. "Dadas las circunstancias y mi forma de ser, prefiero el diálogo franco y directo y ojalá sea lo más pronto posible. Eso sí: un diálogo dentro de un marco de respeto mutuo, de cooperación recíproca, de firmeza contra la criminalidad y de comunicación sincera y abierta", dijo el nuevo presidente colombiano. Poco antes había descartado los escenarios de guerra planteados por la cancillería de Venezuela durante los días siguientes a la ruptura: "Así como no reconozco enemigos en la política nacional, tampoco lo hago en ningún Gobierno extranjero. La palabra guerra no está en mi diccionario cuando pienso en las relaciones de Colombia con sus vecinos o con cualquier nación".
Las palabras del presidente colombiano tuvieron eco inmediato en Caracas. Pocas horas después, en un mitin en Maracaibo, Hugo Chávez anunció estar dispuesto a viajar a Bogotá para conversar: "Si él [Santos] no puede venir en los próximos tres o cuatro días, yo estoy dispuesto a ir a una reunión con el presidente colombiano".
Chávez dijo tener toda la voluntad de "voltear la página completa y mirar al futuro", pero siempre y cuando Colombia no vuelva a referirse a la presencia de guerrilleros en su país. "Al primer señalamiento irrespetuoso de que aquí apoyamos el terrorismo, que permitimos campamentos guerrilleros, que les damos entrenamiento, dinero y armamento, todo acabaría", dijo el presidente venezolano, que a modo de desmarque pidió a las FARC que liberen a todos los secuestrados como "demostración contundente de que quiere la paz". Y como si Juan Manuel Santos no militara en el mismo partido del presidente saliente de Colombia, como si Santos no hubiese sido su ministro de Defensa y uno de los que denunciaron con más vigor la presencia de las FARC en Venezuela, Chávez calificó a Álvaro Uribe de "lacayo del imperio" y lo mandó "al carajo".
Los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez, y Colombia, Juan Manuel Santos, se reunirán el martes en Bogotá, ha anunciado el ministro de Exteriores venezolano, Nicolás Maduro, tras reunirse con su homóloga colombiana, María Angela Holguín, para reparar la relación entre los dos países, rotas desde el 22 de julio por iniciativa de Chávez.
Hugo Chávez ya ha asegurado que le ha producido mucha "alegría" el resultado de la reunión y que desde ahora podrá "dormir tranquilo". El mandatario interrumpió su programa dominical Aló Presidente! para conectar con Bogotá y transmitir la conclusión del encuentro diplomático.
La fecha del encuentro se ha cerrado en una reunión de tres horas supervisada por el secretario general de Unasur, Néstor Kirchner, después de una fase de acercamiento abierta por Santos. El sábado, durante su discurso de toma de posesión, Santos dijo que uno de sus propósitos será recuperar el vínculo con Caracas. La ruptura se produjo después de que Colombia denunciara ante la Organización de Estados Americanos la presencia de guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y del Ejército de Liberación Nacional en territorio venezolano. A esa denuncia se ha unido otra ante la Corte Penal Internacional.
Santos dijo en su discurso que está dispuesto a dialogar, pero sin mediadores y con la condición de que sus interlocutores sean firmes contra la criminalidad. "Dadas las circunstancias y mi forma de ser, prefiero el diálogo franco y directo y ojalá sea lo más pronto posible. Eso sí: un diálogo dentro de un marco de respeto mutuo, de cooperación recíproca, de firmeza contra la criminalidad y de comunicación sincera y abierta", dijo el nuevo presidente colombiano. Poco antes había descartado los escenarios de guerra planteados por la cancillería de Venezuela durante los días siguientes a la ruptura: "Así como no reconozco enemigos en la política nacional, tampoco lo hago en ningún Gobierno extranjero. La palabra guerra no está en mi diccionario cuando pienso en las relaciones de Colombia con sus vecinos o con cualquier nación".
Las palabras del presidente colombiano tuvieron eco inmediato en Caracas. Pocas horas después, en un mitin en Maracaibo, Hugo Chávez anunció estar dispuesto a viajar a Bogotá para conversar: "Si él [Santos] no puede venir en los próximos tres o cuatro días, yo estoy dispuesto a ir a una reunión con el presidente colombiano".
Chávez dijo tener toda la voluntad de "voltear la página completa y mirar al futuro", pero siempre y cuando Colombia no vuelva a referirse a la presencia de guerrilleros en su país. "Al primer señalamiento irrespetuoso de que aquí apoyamos el terrorismo, que permitimos campamentos guerrilleros, que les damos entrenamiento, dinero y armamento, todo acabaría", dijo el presidente venezolano, que a modo de desmarque pidió a las FARC que liberen a todos los secuestrados como "demostración contundente de que quiere la paz". Y como si Juan Manuel Santos no militara en el mismo partido del presidente saliente de Colombia, como si Santos no hubiese sido su ministro de Defensa y uno de los que denunciaron con más vigor la presencia de las FARC en Venezuela, Chávez calificó a Álvaro Uribe de "lacayo del imperio" y lo mandó "al carajo".