Bolivia: pleito por recursos genera protestas
Mery Vaca, Bolivia
Potosí, una de las regiones más ricas en recursos naturales de Bolivia pero a la vez donde hoy vive la población con los mayores índices de pobreza, ha experimentado un creciente número de protestas en los últimos días.
Un duro bloqueo de caminos, una huelga general e indefinida, marchas, un multitudinario cabildo y algunos hechos de violencia marcan los siete días de manifestaciones en ese departamento minero del sur del país.
El conflicto empezó con la demanda al gobierno del presidente Evo Morales de que resuelva un diferendo de límites con el departamento de Oruro para poder quedarse con un cerro proveedor de piedra caliza, la materia prima del cemento.
A esa exigencia inicial se sumaron otras que tienen que ver con la construcción de un aeropuerto, la preservación del Cerro Rico de Potosí, la legendaria montaña de plata y la reactivación de un proyecto minero.
"Demandas postergadas"
El dirigente cívico del departamento, Juan Carlos Fuertes, dijo a BBC Mundo que "las demandas del departamento de Potosí se vienen arrastrando desde hace muchos años atrás y también han sido postergadas por el gobierno de Evo Morales Ayma".
El periodista Juan José Toro, director del diario El Potosí, el único que se edita en esa región, en entrevista con BBC Mundo señala que la razón de esta movilización es "la inveterada pobreza potosina que no fue resuelta por ninguno de los gobiernos de la historia de Bolivia".
Agrega que "paradójicamente, Potosí fue la ciudad que sustentó primero a la corona española, luego a la república de Bolivia y ahora al Estado Plurinacional de Bolivia".
Bolivia, antes de tener gas para exportar, era considerado básicamente un país minero y la fuente principal de esa riqueza era Potosí.
Estadísticas reveladoras
La abundancia de recursos naturales de Potosí contrasta con los altos índices de pobreza de su población.
Según cifras del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Potosí es el departamento boliviano con el mayor índice de ciudadanos en extrema pobreza. El 66,7 por ciento de sus habitantes vive en esa condición.
Potosí también encabeza la estadística de la mortalidad infantil, pues registra una tasa de 101 muertos por cada 1.000 nacidos vivos, frente a Santa Cruz, donde 31 niños mueren por cada 1.000 nacidos vivos.
Ese es el contexto en el que se desarrolla el conflicto más importante de la historia reciente de Potosí y que ha puesto en apuros al gobierno de Morales.
El vicepresidente Álvaro García Linera ha replicado que "Potosí no está olvidado" y que las demandas planteadas ya se han resuelto o están a punto de resolverse.
"Potosí no está abandonado. El gobierno, al margen de las regalías, está entregando dinero para desarrollar un departamento abandonado por mucho tiempo, pero no por nuestro gobierno", dijo García Linera, quien resumió su intervención diciendo que "Potosí es el alma de Bolivia".
¿Federalismo?
El gobierno ofreció diálogo en cualquier departamento que no sea Potosí, pero los dirigentes no aceptaron y, por el contrario, radicalizaron las protestas.
Incluso, protagonizaron una marcha de protesta que derivó en un cabildo en el que algunos potosinos pidieron la instauración del federalismo, alegando que la autonomía recientemente aprobada no resolvía sus problemas.
Las demandas de federalismo quedaron en la efervescencia del momento, puesto que, tras el cabildo, no hubo dirigentes que las avalaran. El ministro de la Presidencia, Oscar Coca, minimizó esa demanda y pidió dialogar sobre los pedidos que tienen que ver con la economía de la región.
Esta movilización, a decir de Juan José Toro, fue "histórica" porque congregó a una cantidad de gente nunca antes vista. La protesta derivó en agresiones en contra del gobernador y los inmuebles de otros dirigentes del oficialismo.
Potosí está entre las regiones que más apoyo electoral le dieron a Evo Morales. De hecho, en los últimos comicios, Morales sacó el 78,32 por ciento de la votación en esa departamento.
Por eso, los dirigentes creen que es hora de recibir la retribución, primero por haber sostenido económicamente al país y, segundo, por haberle dado un respaldo tan contundente al Presidente.
Potosí, una de las regiones más ricas en recursos naturales de Bolivia pero a la vez donde hoy vive la población con los mayores índices de pobreza, ha experimentado un creciente número de protestas en los últimos días.
Un duro bloqueo de caminos, una huelga general e indefinida, marchas, un multitudinario cabildo y algunos hechos de violencia marcan los siete días de manifestaciones en ese departamento minero del sur del país.
El conflicto empezó con la demanda al gobierno del presidente Evo Morales de que resuelva un diferendo de límites con el departamento de Oruro para poder quedarse con un cerro proveedor de piedra caliza, la materia prima del cemento.
A esa exigencia inicial se sumaron otras que tienen que ver con la construcción de un aeropuerto, la preservación del Cerro Rico de Potosí, la legendaria montaña de plata y la reactivación de un proyecto minero.
"Demandas postergadas"
El dirigente cívico del departamento, Juan Carlos Fuertes, dijo a BBC Mundo que "las demandas del departamento de Potosí se vienen arrastrando desde hace muchos años atrás y también han sido postergadas por el gobierno de Evo Morales Ayma".
El periodista Juan José Toro, director del diario El Potosí, el único que se edita en esa región, en entrevista con BBC Mundo señala que la razón de esta movilización es "la inveterada pobreza potosina que no fue resuelta por ninguno de los gobiernos de la historia de Bolivia".
Agrega que "paradójicamente, Potosí fue la ciudad que sustentó primero a la corona española, luego a la república de Bolivia y ahora al Estado Plurinacional de Bolivia".
Bolivia, antes de tener gas para exportar, era considerado básicamente un país minero y la fuente principal de esa riqueza era Potosí.
Estadísticas reveladoras
La abundancia de recursos naturales de Potosí contrasta con los altos índices de pobreza de su población.
Según cifras del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Potosí es el departamento boliviano con el mayor índice de ciudadanos en extrema pobreza. El 66,7 por ciento de sus habitantes vive en esa condición.
Potosí también encabeza la estadística de la mortalidad infantil, pues registra una tasa de 101 muertos por cada 1.000 nacidos vivos, frente a Santa Cruz, donde 31 niños mueren por cada 1.000 nacidos vivos.
Ese es el contexto en el que se desarrolla el conflicto más importante de la historia reciente de Potosí y que ha puesto en apuros al gobierno de Morales.
El vicepresidente Álvaro García Linera ha replicado que "Potosí no está olvidado" y que las demandas planteadas ya se han resuelto o están a punto de resolverse.
"Potosí no está abandonado. El gobierno, al margen de las regalías, está entregando dinero para desarrollar un departamento abandonado por mucho tiempo, pero no por nuestro gobierno", dijo García Linera, quien resumió su intervención diciendo que "Potosí es el alma de Bolivia".
¿Federalismo?
El gobierno ofreció diálogo en cualquier departamento que no sea Potosí, pero los dirigentes no aceptaron y, por el contrario, radicalizaron las protestas.
Incluso, protagonizaron una marcha de protesta que derivó en un cabildo en el que algunos potosinos pidieron la instauración del federalismo, alegando que la autonomía recientemente aprobada no resolvía sus problemas.
Las demandas de federalismo quedaron en la efervescencia del momento, puesto que, tras el cabildo, no hubo dirigentes que las avalaran. El ministro de la Presidencia, Oscar Coca, minimizó esa demanda y pidió dialogar sobre los pedidos que tienen que ver con la economía de la región.
Esta movilización, a decir de Juan José Toro, fue "histórica" porque congregó a una cantidad de gente nunca antes vista. La protesta derivó en agresiones en contra del gobernador y los inmuebles de otros dirigentes del oficialismo.
Potosí está entre las regiones que más apoyo electoral le dieron a Evo Morales. De hecho, en los últimos comicios, Morales sacó el 78,32 por ciento de la votación en esa departamento.
Por eso, los dirigentes creen que es hora de recibir la retribución, primero por haber sostenido económicamente al país y, segundo, por haberle dado un respaldo tan contundente al Presidente.