Boca consiguió el desahogo necesario al vencer a Vélez


Buenos Aires, Agencias
Con fuerza anímica y la decisión de la que había carecido en las fechas anteriores, Boca Juniors logró en La Bombonera un triunfo inobjetable frente a Vélez Sarsfield por 2-1, marcador que no expresa la diferencia que hubo entre un equipo y otro.

El cuadro de Claudio Borghi sintió que había llegado a una situación límite y jugó en consecuencia con una gran disposición de todos sus hombres para luchar por cada balón en todos los sectores de la cancha. Si Boca no amplió el marcador fue porque su propio apuro no le permitió tener la suficiente precisión.

Dentro de un rendimiento sin falencias notorias, el enorme despliegue de Sebastián Battaglia en el medio y la presión ofensiva de Lucas Viatri marcaron rendimientos que se destacaron por sobre el resto.

Vélez dejó el invicto y la punta en una producción deslucida, ya que en ningún momento se pareció al equipo solvente y seguro de presentaciones anteriores. Sólo se puede rescatar la lucha constante del uruguayo Santiago Silva, quien anotó el descuento.

Dentro de un primer tiempo sumamente desordenado y cargado de fricciones, Boca hizo prevalecer su mayor determinación y ambición con una actitud marcadamente diferente de los partidos anteriores, aunque su aceleración de mitad de cancha hacia adelante lo privó de tener un buen juego.

Vélez tuvo una buena oportunidad antes de cumplirse el primer minuto, cuando Fernando Tobio bajó una pelota en el área y Silva remató alto. Pero después el conjunto visitante fracasó en su intento de hacer el desarrollo más pausado, inmerso en el vertigo que propuso Boca.

Sobre los 6, hubo un claro penal de Augusto Fernández a Matías Giménez no sancionado por el árbitro Gabriel Favale. Dos minutos más tarde, el arquero Germán Montoya desvió con esfuerzo un cabezazo de Martín Palermo y, a los 19, fue Giménez quien remató al arco, luego de una llegada al fondo de Cristian Chávez.

Pasado los 20 minutos, pareció que Vélez comenzaba a acomodarse y a encontrar una mejor salida por el lado de Maximiliano Moralez, por la izquierda. Pero, en el último cuarto de hora, Boca aumentó la presión y volvió a prevalecer.

A los 34, Viatri remató desviado, luego de que se la bajara muy bien Palermo. Un minuto después, volvió a lucirse Montoya frente a un disparo de Battaglia y, a los 36, llegó la apertura del marcador. Juan Manuel Insaurralde cabeceó dentro del área un tiro libre de Giménez y entre Montoya y el palo devolvieron el balón para el medio. Allí estaba Battaglia, quien tocó al gol.

En la segunda etapa, Vélez siguió sin aparecer y Boca fue ganando en confianza, dando la sensación de que tenía el partido bajo control. El segundo gol llegó en el minuto 21, y de nuevo, nació por tiro libre de la izquierda por Giménez. En el centro, Matías Caruzzo desvió la pelota y Viatri arrojándose en el piso venció a Montoya.

Vélez recién avisó sobre a los 33 minutos, con un remate apenas desviado de Silva, tras una media vuelta. A los 40, Emiliano Papa tiró un centro desde la izquierda y de nuevo apareció Silva para ganarle la posición a Insaurralde y cabecear al gol.

Era demasiado premio para lo poco que habia hecho Vélez, que de todos modos estuvo cerca de llegar a lo que hubiese sido un injusto empate en la ultima jugada del partido, cuando Viatri desvió un centro de Iván Bella que iba para Jonathan Cristaldo y Cristian Lucchetti contuvo angustiosamente.

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