“La AFA inventó las barras porque así hace negocios con la violencia”
Buenos Aires, Olé
Un BMW nuevito, con las ventanas bajas y sin ocupantes adentro, es testigo de lo que ocurre en la calle. Más de 200 barras de Hinchadas Unidas Argentinas le dan al bombo y al grito pelado en Junín 156, con la Policía cortando la calle en hora pico. Nadie sustrae nada del BMW, por lo que su dueño está loco, o es uno de los que integra el heterogéneo grupo de los capos del tablón.
Adentro, en el petit hotel que funciona como sede de HUA, toma la palabra Débora Hambo, abogada de Pablo Bebote Alvarez, el líder de la barra de Independiente y miembro fundador de la ONG. A su lado está Marcelo Mallo, dirigente kirchnerista y sostén político del proyecto. Hambo lee una carta escrita por Bebote. Y lo que comienza como una denuncia por los maltratos en Sudáfrica (el barra fue uno de los 29 deportados) pasa a una acusación contra Grondona y la AFA dando datos de alguien que, se ve, tiene mucho para contar.
“Hace 30 años empezaron los problemas y Grondona ya era presidente de AFA. Ellos inventaron las barras y las siguen inventando. No les alcanza una por club que en las Eliminatorias inventaron una que no tiene club y hasta hoy no hicieron nada para cambiar, sólo negocios con la violencia en el fútbol. Me estoy metiendo con gente pesada y responsabilizo a Grondona padre e hijo junto a un personaje nazi que está en el gobierno (por el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández), de lo que me pase. La AFA y el Estado no solucionan la violencia porque tienen intereses económicos. Sin ella, no podrían armar operativos de 1.200 policías ni habría subsidios millonarios para los entes de seguridad deportiva. No se venderían cámaras o molinetes con huellas dactilares, vaya uno a saber quiénes integran esas empresas que le brindan servicios a la AFA en negocios millonarios, entre otras como Santa Bárbara S.A., Construcciones Prieto y Rotamund. Y si no hay violencia quizá se empiece a hablar de los 700 millones que se recibe por la TV, que son administrados por Grondona, que a los clubes les llegan en cheques a seis meses que deben cambiar en financieras y en ese lapso alguien se hace con 6,5 millones en intereses. O los jugadores, que venden en euros y los hacen figurar en dólares. No somos los únicos malos de la película, hay gente que es peor para nuestro fútbol y es hora de que se vayan”.
Después de la catarsis discursiva, hablaron los barras Andrés Torres, de Platense, y Mariano González, de Lanús, ambos deportados, contando los maltratos recibidos en el Mundial y diciendo que le iniciarán juicio en la Corte Internacional de la Haya al presidente de Sudáfrica por violación a los derechos humanos. También pidieron que Maradona vuelva a la Selección, “por todo lo que nos dio”, y que se permita 150 hinchas visitantes en el Ascenso, que no es otra cosa que los barras. Ah, y dijeron que HUA está mejor que nunca. Igual que el lujoso BMW, estacionado en la puerta.
Un BMW nuevito, con las ventanas bajas y sin ocupantes adentro, es testigo de lo que ocurre en la calle. Más de 200 barras de Hinchadas Unidas Argentinas le dan al bombo y al grito pelado en Junín 156, con la Policía cortando la calle en hora pico. Nadie sustrae nada del BMW, por lo que su dueño está loco, o es uno de los que integra el heterogéneo grupo de los capos del tablón.
Adentro, en el petit hotel que funciona como sede de HUA, toma la palabra Débora Hambo, abogada de Pablo Bebote Alvarez, el líder de la barra de Independiente y miembro fundador de la ONG. A su lado está Marcelo Mallo, dirigente kirchnerista y sostén político del proyecto. Hambo lee una carta escrita por Bebote. Y lo que comienza como una denuncia por los maltratos en Sudáfrica (el barra fue uno de los 29 deportados) pasa a una acusación contra Grondona y la AFA dando datos de alguien que, se ve, tiene mucho para contar.
“Hace 30 años empezaron los problemas y Grondona ya era presidente de AFA. Ellos inventaron las barras y las siguen inventando. No les alcanza una por club que en las Eliminatorias inventaron una que no tiene club y hasta hoy no hicieron nada para cambiar, sólo negocios con la violencia en el fútbol. Me estoy metiendo con gente pesada y responsabilizo a Grondona padre e hijo junto a un personaje nazi que está en el gobierno (por el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández), de lo que me pase. La AFA y el Estado no solucionan la violencia porque tienen intereses económicos. Sin ella, no podrían armar operativos de 1.200 policías ni habría subsidios millonarios para los entes de seguridad deportiva. No se venderían cámaras o molinetes con huellas dactilares, vaya uno a saber quiénes integran esas empresas que le brindan servicios a la AFA en negocios millonarios, entre otras como Santa Bárbara S.A., Construcciones Prieto y Rotamund. Y si no hay violencia quizá se empiece a hablar de los 700 millones que se recibe por la TV, que son administrados por Grondona, que a los clubes les llegan en cheques a seis meses que deben cambiar en financieras y en ese lapso alguien se hace con 6,5 millones en intereses. O los jugadores, que venden en euros y los hacen figurar en dólares. No somos los únicos malos de la película, hay gente que es peor para nuestro fútbol y es hora de que se vayan”.
Después de la catarsis discursiva, hablaron los barras Andrés Torres, de Platense, y Mariano González, de Lanús, ambos deportados, contando los maltratos recibidos en el Mundial y diciendo que le iniciarán juicio en la Corte Internacional de la Haya al presidente de Sudáfrica por violación a los derechos humanos. También pidieron que Maradona vuelva a la Selección, “por todo lo que nos dio”, y que se permita 150 hinchas visitantes en el Ascenso, que no es otra cosa que los barras. Ah, y dijeron que HUA está mejor que nunca. Igual que el lujoso BMW, estacionado en la puerta.