Argentina: continúa la polémica por el control del papel de diario
Veronica Smink, BBC Mundo, Argentina
El gobierno de Argentina envió este viernes al Congreso un proyecto de ley para declarar "cuestión de interés público" la producción de pasta de celulosa y papel de diario en el país, así como su distribución y comercialización.
La propuesta había sido adelantada el martes por la mandataria Cristina Fernández de Kirchner durante un acto trasmitido por cadena nacional en el que la presidenta acusó a los diarios Clarín y La Nación de apropiarse ilegítimamente de la compañía Papel Prensa, única empresa productora de papel para diarios del país.
Según el gobierno, que informó que iniciará una denuncia penal para investigar el proceso de compra de Papel Prensa, los diarios –los dos principales matutinos del país- asumieron junto con el periódico La Razón el control de la compañía mediante un "pacto secreto" con el gobierno militar, que secuestró y torturó a varios miembros del Grupo Graiver, dueño de Papel Prensa.
Las acusaciones oficiales, que fueron detalladas en un largo informe llamado "Papel Prensa: La verdad", se basan en declaraciones realizadas por Lidia Papaleo, la viuda del fundador de la firma, David Graiver, quien aseguró haber sido forzada a deshacerse de sus acciones en 1976 bajo torturas y amenazas de muerte por parte del régimen militar argentino.
Diferencias familiares
Sin embargo, el miércoles el hermano de David Graiver, Isidoro Graiver, publicó una solicitada en los principales diarios del país, negando la versión de su cuñada.
Según Graiver, la venta por parte de su familia de Papel Prensa se hizo "en las mejores condiciones que pudimos obtener, sin amenazas ni extorsiones, y en libertad".
Isidoro, uno de los negociadores del Grupo Graiver, también señaló que la venta de esa empresa se concretó el 2 de noviembre de 1976, varios meses antes de que los miembros de su familia fueran secuestrados por las autoridades militares, lo que ocurrió en marzo de 1977.
Algunos allegados a la familia señalaron que los vejámenes a los que fueron sometidos los parientes de David Graiver durante el régimen militar (1976-1983) tuvieron que ver con los contactos que mantuvo el fallecido empresario con el grupo guerrillero Montoneros, para el que habría realizado inversiones.
La hija de David Graiver, Maria Sol, también tomó distancia de las declaraciones de su madre, afirmando a través de otra solicitada que desde hace tres años no mantiene "vínculo alguno con ningún miembro de la familia Papaleo".
"No tengo intenciones de involucrarme en el tema Papel Prensa", señala la joven, que era menor de edad cuando se concretó la venta de la compañía.
Muchos analistas y la mayor parte de la oposición considera que las acusaciones del gobierno se enmarcan en la llamada "guerra" que el gobierno mantiene con el Grupo Clarín, el principal multimedios del país y uno de sus principales oponentes durante los últimos dos años.
Con el 49% de las acciones, Clarín es el principal dueño de Papel Prensa, que también tiene una participación del 22% de La Nación y del 27% del Estado nacional.
Hace meses que los diarios denuncian intentos por parte del gobierno de adueñarse de la empresa y de esa forma "manejar la producción de papel nacional para (…) someter así al periodismo independiente hasta llevarlo a una convivencia dócil con el poder", como señaló Clarín en un reciente editorial.
Según ese grupo mediático, la reciente decisión del gobierno de quitarle la licencia a su principal empresa de servicios de internet, Fibertel, también hace parte de la campaña oficialista en su contra.
Defensa del gobierno
En tanto, este viernes la presidenta Fernández defendió el proyecto de ley que envió al Congreso.
"Necesitamos que todos los medios cuenten con las mismas condiciones para acceder al papel, su insumo básico. Por eso estamos enviando este proyecto", señaló durante un acto público en la provincia de Santa Fe.
En su alocución del martes, la mandataria había acusado a Clarín de "controlar la palabra impresa" al ser la principal dueña de "la única empresa que produce en el país pasta de celulosa para producir el papel de diario".
"La democracia fue primero tutelada por grupos que pretendían impunidad y luego por los que, intentando manejar el pensamiento de los argentinos, también quieren tutelarla", sostuvo por su parte este viernes, en lo que se consideró una crítica velada a los grandes medios.
El gobierno de Argentina envió este viernes al Congreso un proyecto de ley para declarar "cuestión de interés público" la producción de pasta de celulosa y papel de diario en el país, así como su distribución y comercialización.
La propuesta había sido adelantada el martes por la mandataria Cristina Fernández de Kirchner durante un acto trasmitido por cadena nacional en el que la presidenta acusó a los diarios Clarín y La Nación de apropiarse ilegítimamente de la compañía Papel Prensa, única empresa productora de papel para diarios del país.
Según el gobierno, que informó que iniciará una denuncia penal para investigar el proceso de compra de Papel Prensa, los diarios –los dos principales matutinos del país- asumieron junto con el periódico La Razón el control de la compañía mediante un "pacto secreto" con el gobierno militar, que secuestró y torturó a varios miembros del Grupo Graiver, dueño de Papel Prensa.
Las acusaciones oficiales, que fueron detalladas en un largo informe llamado "Papel Prensa: La verdad", se basan en declaraciones realizadas por Lidia Papaleo, la viuda del fundador de la firma, David Graiver, quien aseguró haber sido forzada a deshacerse de sus acciones en 1976 bajo torturas y amenazas de muerte por parte del régimen militar argentino.
Diferencias familiares
Sin embargo, el miércoles el hermano de David Graiver, Isidoro Graiver, publicó una solicitada en los principales diarios del país, negando la versión de su cuñada.
Según Graiver, la venta por parte de su familia de Papel Prensa se hizo "en las mejores condiciones que pudimos obtener, sin amenazas ni extorsiones, y en libertad".
Isidoro, uno de los negociadores del Grupo Graiver, también señaló que la venta de esa empresa se concretó el 2 de noviembre de 1976, varios meses antes de que los miembros de su familia fueran secuestrados por las autoridades militares, lo que ocurrió en marzo de 1977.
Algunos allegados a la familia señalaron que los vejámenes a los que fueron sometidos los parientes de David Graiver durante el régimen militar (1976-1983) tuvieron que ver con los contactos que mantuvo el fallecido empresario con el grupo guerrillero Montoneros, para el que habría realizado inversiones.
La hija de David Graiver, Maria Sol, también tomó distancia de las declaraciones de su madre, afirmando a través de otra solicitada que desde hace tres años no mantiene "vínculo alguno con ningún miembro de la familia Papaleo".
"No tengo intenciones de involucrarme en el tema Papel Prensa", señala la joven, que era menor de edad cuando se concretó la venta de la compañía.
Muchos analistas y la mayor parte de la oposición considera que las acusaciones del gobierno se enmarcan en la llamada "guerra" que el gobierno mantiene con el Grupo Clarín, el principal multimedios del país y uno de sus principales oponentes durante los últimos dos años.
Con el 49% de las acciones, Clarín es el principal dueño de Papel Prensa, que también tiene una participación del 22% de La Nación y del 27% del Estado nacional.
Hace meses que los diarios denuncian intentos por parte del gobierno de adueñarse de la empresa y de esa forma "manejar la producción de papel nacional para (…) someter así al periodismo independiente hasta llevarlo a una convivencia dócil con el poder", como señaló Clarín en un reciente editorial.
Según ese grupo mediático, la reciente decisión del gobierno de quitarle la licencia a su principal empresa de servicios de internet, Fibertel, también hace parte de la campaña oficialista en su contra.
Defensa del gobierno
En tanto, este viernes la presidenta Fernández defendió el proyecto de ley que envió al Congreso.
"Necesitamos que todos los medios cuenten con las mismas condiciones para acceder al papel, su insumo básico. Por eso estamos enviando este proyecto", señaló durante un acto público en la provincia de Santa Fe.
En su alocución del martes, la mandataria había acusado a Clarín de "controlar la palabra impresa" al ser la principal dueña de "la única empresa que produce en el país pasta de celulosa para producir el papel de diario".
"La democracia fue primero tutelada por grupos que pretendían impunidad y luego por los que, intentando manejar el pensamiento de los argentinos, también quieren tutelarla", sostuvo por su parte este viernes, en lo que se consideró una crítica velada a los grandes medios.