Recaudan 100.000 euros con las botas del gol de Iniesta al Chelsea pero no aparece ganador
Barcelona, Agencias
La familia de un niño de 6 años con parálisis cerebral ha recaudado 100.000 euros con la venta de cupones para el sorteo de las botas con las que Andrés Iniesta marcó su hasta, el pasado domingo, gol más importante, al Chelsea inglés, aunque el comprador del boleto no ha reclamado el premio.
Así lo ha explicado hoy a EFE Encarna Pérez Martínez, tía de Javier, un niño de Caravaca de la Cruz (Murcia) a cuya familia el último héroe de la "Roja" donó hace un año las botas que calzó en el estadio londinense Stamford Bridge, para ayudar a pagar la costosa terapia médica personalizada.
Ésta incluye dos viajes al año a un hospital de Filadelfia (Estados Unidos), cada uno de ellos con un coste de unos 10.000 euros, ya que, además del menor, viajan sus padres y otra tía. Hasta el pasado verano, Pérez Martínez organizaba pequeños sorteos con papeletas a dos euros en la ciudad donde ella vive y trabaja, Almoradí (Alicante), para ayudar al tratamiento de su sobrino murciano.
Sin embargo, tras aquel gol de Iniesta, que sirvió para que el FC Barcelona se clasificara para la final de la Liga de Campeones, que luego ganó, se le ocurrió otra idea a sugerencia de un amigo. Decidió enviar a la familia del futbolista en Fuentealbilla (Albacete) un póster que retrataba ese celebrado tanto y una camiseta con su dorsal, con la idea de que se la devolvieran firmada para incentivar la venta de boletos.
Entonces, la familia de Iniesta telefoneó a esta mujer para confirmarle que atendían su petición y anunciándole que le enviaban una "sorpresa", y cuando ésta abrió el paquete postal se dio cuenta de que contenía las codiciadas botas contra el Chelsea.
La familia de Javier organizó un sorteo en toda España a beneficio del poseedor de la papeleta cuyos dígitos coincidieran con la ONCE del 18 de noviembre y, por los talonarios repartidos, están convencidos de que el boleto se vendió en Hellín (Albacete).
Al observar que el ganador no se ponía en contacto con la familia, incluso fueron a esta localidad albaceteña para tratar de hallar al ganador y entregarle las botas coincidiendo con un partido del FC Barcelona en el Camp Nou, pero no hubo éxito.
Agradecidos por que las botas permitieron recaudar unos 100.000 euros, casi el doble de lo previsto y que supone el coste de la terapia durante cinco años, la familia de Javier contactó de nuevo en contacto con la familia de Iniesta para devolverle las botas, pero los de Fuentealbilla contestaron que continuaran con ellas hasta darles salida.
Desde entonces las deseadas zapatillas, amarillas y con el nombre y firma de Iniesta, se encuentran bien guardadas en una caja de seguridad de la Caja Rural Central de Cox (Alicante), a la espera de que decidan qué hacer.
Pérez Martínez ha explicado que, una vez que el primer sorteo ya ha caducado, barajan organizar una subasta para recaudar más dinero a favor de su sobrino, aunque aún no han decidido cómo llevarla a efecto.
Mientras tanto, como cada seis meses Javier y sus padres volverán a viajar el próximo 14 de agosto al hospital de Filadelfia para continuar con el tratamiento, que está dando por ahora buenos resultados.
La familia de un niño de 6 años con parálisis cerebral ha recaudado 100.000 euros con la venta de cupones para el sorteo de las botas con las que Andrés Iniesta marcó su hasta, el pasado domingo, gol más importante, al Chelsea inglés, aunque el comprador del boleto no ha reclamado el premio.
Así lo ha explicado hoy a EFE Encarna Pérez Martínez, tía de Javier, un niño de Caravaca de la Cruz (Murcia) a cuya familia el último héroe de la "Roja" donó hace un año las botas que calzó en el estadio londinense Stamford Bridge, para ayudar a pagar la costosa terapia médica personalizada.
Ésta incluye dos viajes al año a un hospital de Filadelfia (Estados Unidos), cada uno de ellos con un coste de unos 10.000 euros, ya que, además del menor, viajan sus padres y otra tía. Hasta el pasado verano, Pérez Martínez organizaba pequeños sorteos con papeletas a dos euros en la ciudad donde ella vive y trabaja, Almoradí (Alicante), para ayudar al tratamiento de su sobrino murciano.
Sin embargo, tras aquel gol de Iniesta, que sirvió para que el FC Barcelona se clasificara para la final de la Liga de Campeones, que luego ganó, se le ocurrió otra idea a sugerencia de un amigo. Decidió enviar a la familia del futbolista en Fuentealbilla (Albacete) un póster que retrataba ese celebrado tanto y una camiseta con su dorsal, con la idea de que se la devolvieran firmada para incentivar la venta de boletos.
Entonces, la familia de Iniesta telefoneó a esta mujer para confirmarle que atendían su petición y anunciándole que le enviaban una "sorpresa", y cuando ésta abrió el paquete postal se dio cuenta de que contenía las codiciadas botas contra el Chelsea.
La familia de Javier organizó un sorteo en toda España a beneficio del poseedor de la papeleta cuyos dígitos coincidieran con la ONCE del 18 de noviembre y, por los talonarios repartidos, están convencidos de que el boleto se vendió en Hellín (Albacete).
Al observar que el ganador no se ponía en contacto con la familia, incluso fueron a esta localidad albaceteña para tratar de hallar al ganador y entregarle las botas coincidiendo con un partido del FC Barcelona en el Camp Nou, pero no hubo éxito.
Agradecidos por que las botas permitieron recaudar unos 100.000 euros, casi el doble de lo previsto y que supone el coste de la terapia durante cinco años, la familia de Javier contactó de nuevo en contacto con la familia de Iniesta para devolverle las botas, pero los de Fuentealbilla contestaron que continuaran con ellas hasta darles salida.
Desde entonces las deseadas zapatillas, amarillas y con el nombre y firma de Iniesta, se encuentran bien guardadas en una caja de seguridad de la Caja Rural Central de Cox (Alicante), a la espera de que decidan qué hacer.
Pérez Martínez ha explicado que, una vez que el primer sorteo ya ha caducado, barajan organizar una subasta para recaudar más dinero a favor de su sobrino, aunque aún no han decidido cómo llevarla a efecto.
Mientras tanto, como cada seis meses Javier y sus padres volverán a viajar el próximo 14 de agosto al hospital de Filadelfia para continuar con el tratamiento, que está dando por ahora buenos resultados.