Pavone: "A cumplir mi sueño"

Buenos Aires, Olé
Pavone dejó, en Twitter, sus primeras sensaciones como delantero de River. "Estoy feliz y ansioso", escribió el refuerzo top que llegará hoy al país.

Su última aparición en el ciberespacio había sido el 20 de julio, bien tempranito, para desear un “¡Feliz Día del Amigo para todos, en especial a mis amigos!”. Días antes, en plena fiebre mundialista, casi que le salieron ampollas en los dedos... Compartió su alegría por el gol de Palermo a Grecia, flasheó con el penal del “fenómeno del Loco Abreu”, contó que estuvo “almorzando con Marquitos Angeleri en una parrilla”, la eliminación de Argentina fue “un bajón y qué largo va a ser hasta Brasil 2014” y se despidió con un “enhorabuena al pueblo español y, sobre todo, a mis amigos y compañeros del Betis”.

Mariano Pavone es la flamante adquisición de River y, también, uno de los tantos deportistas que comparten ciertas intimidades a través de Twitter. A diferencia de tipos como Ginóbili o el Kun Agüero, él no tiene una pila de seguidores, pero son constantes los mensajes de Juan Pablo Caffa, ahora ex compañero bético al que se le fue su compinche de habitación. Sin embargo, después del Día del Amigo, el espacio del Tanque sufrió un vacío, claro, porque eran momentos de negociaciones y el delantero se aguantó de subir comentarios que pudieran dar la vuelta al mundo en apenas segundos. Pero anoche, cuando ya se sintió seguro de su futuro, en el aeropuerto de Barajas, Madrid, cuando se encontró a sólo pasos del avión que hoy bien tempranito lo dejará aún más cerca de su anhelo Monumental, el ex Estudiantes al fin decidió compartir sus sensaciones. “Rumbo a la Argentina. ¡Voy a cumplir mi sueño de jugar en River! ¡Estoy feliz y ansioso por lucir la banda roja en mi pecho!”.

Fueron las primeras palabras públicas de Pavone como jugador de River. No se escucharon pero sí se dejan leer. Ya habrá tiempo para que el Tanque profundice este deseo que ya había confesado cuando era Marianito y no tenía más de diez años, cuando ni siquiera se sabía de lo que sería capaz la Internet. Hoy todo es realidad. Su préstamo por un año a cambio de 500.000 euros, un domingo en familia y un lunes de revisión médica y papelerío, a la espera de una presentación oficial en Núñez y la incorporación al plantel de Cappa. Ahí sí, con todos sus compañeros ya regresados de Salta, Pavone empezará su puesta a punto y sentirá en carne y hueso lo que significa “lucir la banda roja en el pecho”, como él dice (o escribió). Porque ya se puede despertar tranquilo y pellizcarse sin miedos. Lo suyo no es apenas un sueño virtual.

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