Mundial Sudáfrica 2010: Los jugadores "malditos"

Vladimir Hernández
Enviado especial a Sudáfrica

Italia, Inglaterra, Portugal, Costa de Marfil, Brasil y ahora Argentina. Todos fuera del Mundial de Sudáfrica 2010. ¿Víctimas de una "maldición del mercadeo"?
En cada uno de estos equipos hay un jugador emblema, que ha sido imagen recurrente de los principales anuncios publicitarios antes del torneo. Nos referimos a Lionel Messi, Cristiano Ronaldo, Wayne Rooney, Didier Drogba, Kaká o Fabio Cannavaro.

Ahora corre una teoría de la conspiración en la red sobre si esto les trajo mala suerte. No hay nada científico que compruebe esto, pero sin duda que las principales empresas deportivas han tenido mala suerte y le apostaron al perdedor.
Messi, aunque no anotó en este Mundial, quizás es la excepción, sobre todo cuando se compara el rendimiento de todos los futbolistas que fueron imagen de Nike, Pepsi o Adidas, por mencionar algunos.

"La Pulga" ha sido el líder entre los participantes en el Mundial en cuanto a tiros a puertas y jugadas hacia el arco. No marcó, pero no jugó mal hasta que Argentina fue eliminada contundentemente por Alemania.
Caso contrario el de los jugadores que participaron en un comercial de Nike, quienes ahora sufren lo que en algunas redes sociales se ha llamado la "maldición del comercial de Nike".

Drogba y Cannavaro son dos de ellos. Ambos formaron parte de equipos eliminados en primera ronda. Peor aún el caso del italiano, cuya selección nunca había había sido la última de su grupo.

En este comercial, realizado por el mexicano Alejandro González Iñárritu (el director de Amores Perros y Babel, entre otras), también aparecen Ronaldo y Rooney, otros llamados fracasos de este Mundial.
Ronaldo salió por la puerta de atrás escupiéndole a un cámara cuando Portugal fue eliminada y Rooney, la esperanza de los ingleses, no fue ni la sombra del jugador que es con el Manchester United.

El aviso se llama "escribe tu futuro" e irónicamente presenta el futuro del jugador cuando triunfa o fracasa.
Es decir, que cada uno de los participantes ya debe saber lo que le espera ahora que quedó atrás un Mundial para el olvido.

Cambio generacional


El futbolista de alto nivel, ese por el cual el público quiere pagar por ver, ya debe tener una enorme presión por demostrar lo que puede hacer dentro del campo.
Tratemos de imaginarnos lo que pasa por la cabeza de Messi mientras se amarra los botines en el vestuario, se pone la camiseta, y trata probablemente de abstraerse de los gritos de motivación de Maradona.
O lo que piensa Kaká, mientras espera en fila con sus compañeros de equipo, para salir al campo.

En esos instantes en donde de repente el ruido alrededor se calla, comienza la abstracción personal del futbolista y se trata de contener los latidos del corazón que se van acelerando a medida que el cerebro racionaliza lo que está por suceder dentro del campo de fútbol.
Pero en un mundo donde reina el dinero, a esta presión hay que sumar el hecho de que probablemente cada uno sabe que no sólo juega por su país o club sino por corresponder a ese patrocinante que acaba de desembolsar una figura millonaria por una sesión de fotos.

Es la presión de ser imagen mundial, algo que quizás no existía antes.
"Mi generación era diferente a la de ahora", afirma Eusebio, el ícono del fútbol portugués que esta semana fue invitado por una empresa de artículos deportivos a hablar sobre quién sería el goleador del Mundial.
"Nosotros sólo nos preocupábamos por jugar. Pero ahora el fútbol es una empresa comercial", aseveró el portugués dejando perplejos a los representantes de Adidas que lo invitaron.

Kaká no brilló en Sudáfrica 2010.


La mayoría de las selecciones en Sudáfrica cuentan con patrocinio de alguna de las principales marcas deportivas, que las consideran "sus selecciones".
Mientras mejor lo haga el equipo más posibilidad tiene de aumentar su cotización. Claro, no es lo mismo una marca extremadamente popular como Brasil que, digamos, Honduras. Y no sólo por su nivel futbolístico sino por lo que vende.
No sería descabellado afirmar que se venden más camisetas de Brasil en el mundo que de Honduras.

Y en Sudáfrica esto no ha sido la excepción, pues en partidos de la canarinha, de Argentina o de España, ha sido numerosa la cantidad de locales con los colores de estos países.
Así que quizás aún cuando pierden, jugadores y equipos, aún la industria del fútbol global sigue en movimiento.

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