Mundial Sudáfrica 2010: ¿Fracasó Sudamérica?
Sudáfrica, Agencias
En octavos de final del Mundial de Sudáfrica 2010 Sudamérica celebró. A fin de cuentas era la primera vez en la historia del fútbol moderno que cuatro equipos de la región se metían entre los mejores ocho del planeta.
Las derrotas de Paraguay, Argentina y Brasil eliminaron fuertes a contrincantes sudamericanos.
Ahora, que terminaron los cuartos de final, Sudamérica está recogiendo los vidrios rotos.
Eliminados quedaron Brasil, Argentina y Paraguay. Sólo sobrevivió Uruguay, que con un poco de suerte está en semifinales.
El análisis prematuro del declive europeo quedó desechado, ya que son tres los conjuntos de esta región que ocupan las plazas restantes en la penúltima instancia del torneo.
Holanda, Alemania y España tienen la oportunidad de ser el primer país europeo que conquista un Mundial cuando no se juega en el llamado viejo continente.
¿Pero es válido hablar de fracaso sudamericano?
Sobreviviente
En Alemania 2006 fueron cuatro los europeos que acapararon los últimos cuatro lugares en el Mundial. Alemania, Italia, Francia y Portugal. Todos forman parte de la aristocracia del balompié.
El hecho de que en esta ocasión Uruguay haya roto esta hegemonía puede ser considerado ya un avance.
Las principales ligas de fútbol del planeta están en Europa. Es ahí donde los jugadores ganan más, las ligas mueven más dinero y hay más exposición televisiva internacional.
Por ende, cuando un país no europeo irrumpe en un torneo multinacional se desata regularmente el debate sobre el deterioro de los equipos tradicionales y cómo se fortalecen otras regiones.
En esta edición sudafricana, sin embargo, seguramente sorprendió a muchos que fuera Uruguay, y no Argentina o Brasil, la que llegase más lejos. Sobre todo porque las figuras de la albiceleste como de la canarinha juegan en Europa.
Para Uruguay influyó que sus dos principales atacantes -Diego Forlán y Luis Suárez- se encuentran entre los mejores del mundo actualmente. Y no sólo en el papel, sino que lo demostraron en este Mundial.
A diferencia de, por ejemplo, el portugués Cristiano Ronaldo, el francés Franck Ribery o el italiano Antonio Di Natale, todos ya de vuelta en casa.
Pero el avance uruguayo también revela la calidad que hay en Sudamérica en cuanto a fútbol. De hecho cuatro de las cinco clasificadas por la Conmebol (la federación de fútbol sudamericano) se encuentran entre las 20 mejores selecciones del mundo, según la FIFA.
Además entre las 20 primeras están México y Estados Unidos, también del continente americano.
La inyección de recursos de la televisión en las ligas regionales, como por ejemplo la Copa Libertadores, también influyó para que muchos clubes pudiesen financiar más el desarrollo de jugadores que en otros momentos suelen ser vendidos prematuramente a clubes europeos (donde está la plata) para sanar los estados financieros.
Diferencias
Sin embargo, en un torneo corto como el Mundial, donde al ganar siete juegos es suficiente para ser campeón, también es difícil establecer tendencias de cómo se mueve el poder del fútbol global.
Porque Paraguay, 31 en el ranking mundial, llegó más lejos que Inglaterra (octava), Francia (novena) o Croacia (décima, pero ni se clasificó), revalida que los paraguayos son un buen equipo, pero no mucho más.
Europa seguirá siendo donde estén los recursos y a donde los jugadores aspirarán a ir por los elevados salarios.
Quizás sólo en la liga mexicana pueden existir honorarios que sean algo competitivos con los que pague un equipo medio europeo, aunque difícilmente cerca de lo que puede ganar una súper estrella de la liga inglesa. Uno de los mejores pagados en la Liga Premier puede percibir casi US$1 millón mensual, mientras que en México un futbolista que gane mucho recibiría unos US$2,5 millones al año.
Ahora que sólo quedan cuatro equipos en el Mundial de Sudáfrica hay elevadas probabilidades de que sea un europeo el que se lleve el título.
Pero el desenvolvimiento de los equipos latinoamericanos -además de Argentina y Brasil- fue motivo de comentarios bastante favorables en la prensa internacional.
Chile recibió halagos por su fútbol ofensivo, México por su posesión de balón, Paraguay por su defensa y Uruguay por su fortaleza.
No es lo mismo alabanzas que un título Mundial, pero por lo menos América Latina ha destacado como no lo hacía en décadas en el balompié global. Y quizás eso evita hablar de fracasos.
En octavos de final del Mundial de Sudáfrica 2010 Sudamérica celebró. A fin de cuentas era la primera vez en la historia del fútbol moderno que cuatro equipos de la región se metían entre los mejores ocho del planeta.
Las derrotas de Paraguay, Argentina y Brasil eliminaron fuertes a contrincantes sudamericanos.
Ahora, que terminaron los cuartos de final, Sudamérica está recogiendo los vidrios rotos.
Eliminados quedaron Brasil, Argentina y Paraguay. Sólo sobrevivió Uruguay, que con un poco de suerte está en semifinales.
El análisis prematuro del declive europeo quedó desechado, ya que son tres los conjuntos de esta región que ocupan las plazas restantes en la penúltima instancia del torneo.
Holanda, Alemania y España tienen la oportunidad de ser el primer país europeo que conquista un Mundial cuando no se juega en el llamado viejo continente.
¿Pero es válido hablar de fracaso sudamericano?
Sobreviviente
En Alemania 2006 fueron cuatro los europeos que acapararon los últimos cuatro lugares en el Mundial. Alemania, Italia, Francia y Portugal. Todos forman parte de la aristocracia del balompié.
El hecho de que en esta ocasión Uruguay haya roto esta hegemonía puede ser considerado ya un avance.
Las principales ligas de fútbol del planeta están en Europa. Es ahí donde los jugadores ganan más, las ligas mueven más dinero y hay más exposición televisiva internacional.
Por ende, cuando un país no europeo irrumpe en un torneo multinacional se desata regularmente el debate sobre el deterioro de los equipos tradicionales y cómo se fortalecen otras regiones.
En esta edición sudafricana, sin embargo, seguramente sorprendió a muchos que fuera Uruguay, y no Argentina o Brasil, la que llegase más lejos. Sobre todo porque las figuras de la albiceleste como de la canarinha juegan en Europa.
Para Uruguay influyó que sus dos principales atacantes -Diego Forlán y Luis Suárez- se encuentran entre los mejores del mundo actualmente. Y no sólo en el papel, sino que lo demostraron en este Mundial.
A diferencia de, por ejemplo, el portugués Cristiano Ronaldo, el francés Franck Ribery o el italiano Antonio Di Natale, todos ya de vuelta en casa.
Pero el avance uruguayo también revela la calidad que hay en Sudamérica en cuanto a fútbol. De hecho cuatro de las cinco clasificadas por la Conmebol (la federación de fútbol sudamericano) se encuentran entre las 20 mejores selecciones del mundo, según la FIFA.
Además entre las 20 primeras están México y Estados Unidos, también del continente americano.
La inyección de recursos de la televisión en las ligas regionales, como por ejemplo la Copa Libertadores, también influyó para que muchos clubes pudiesen financiar más el desarrollo de jugadores que en otros momentos suelen ser vendidos prematuramente a clubes europeos (donde está la plata) para sanar los estados financieros.
Diferencias
Sin embargo, en un torneo corto como el Mundial, donde al ganar siete juegos es suficiente para ser campeón, también es difícil establecer tendencias de cómo se mueve el poder del fútbol global.
Porque Paraguay, 31 en el ranking mundial, llegó más lejos que Inglaterra (octava), Francia (novena) o Croacia (décima, pero ni se clasificó), revalida que los paraguayos son un buen equipo, pero no mucho más.
Europa seguirá siendo donde estén los recursos y a donde los jugadores aspirarán a ir por los elevados salarios.
Quizás sólo en la liga mexicana pueden existir honorarios que sean algo competitivos con los que pague un equipo medio europeo, aunque difícilmente cerca de lo que puede ganar una súper estrella de la liga inglesa. Uno de los mejores pagados en la Liga Premier puede percibir casi US$1 millón mensual, mientras que en México un futbolista que gane mucho recibiría unos US$2,5 millones al año.
Ahora que sólo quedan cuatro equipos en el Mundial de Sudáfrica hay elevadas probabilidades de que sea un europeo el que se lleve el título.
Pero el desenvolvimiento de los equipos latinoamericanos -además de Argentina y Brasil- fue motivo de comentarios bastante favorables en la prensa internacional.
Chile recibió halagos por su fútbol ofensivo, México por su posesión de balón, Paraguay por su defensa y Uruguay por su fortaleza.
No es lo mismo alabanzas que un título Mundial, pero por lo menos América Latina ha destacado como no lo hacía en décadas en el balompié global. Y quizás eso evita hablar de fracasos.