Mourinho: "Vamos a por Khedira por su margen de mejora"
Madrd, Agencias
La Champions es una ambición lógica para el Madrid, que puede no tener en este momento un gran equipo, pero en cuya plantilla tiene a algunos de los mejores del mundo. A ellos les gusta ganar y se frustran si no lo hacen: tal vez por ahí encuentre una motivación.
¿Le afecta la presión de la directiva?
Cuando fiché sólo me pidieron que fuera el encargado de llevar un área donde ellos no son especialistas y apostaron por un perfil diferente al de los últimos entrenadores.
¿Qué papel desempeñará en el nuevo proyecto blanco?
A excepción de Capello, el resto de entrenadores que han estado aquí querían empezar a hacer un currículum. Cuando llegaron se tuvieron que poner a experimentar y acusaron su falta de nivel respecto a los jugadores. Por eso el club eligió un entrenador que tuviese tantas o más victorias que sus jugadores y más estatus que estos.
¿Cuál es su labor principal como entrenador del Madrid?
Tengo la responsabilidad de estructurar el club en la dirección del éxito. Porque el mayor club del mundo no puede estar dos, tres temporadas, sin ganar nada; ni estar 10 ó 20 años sin ganar una Champions porque por algo tiene nueve. Que el Madrid compita con el Barcelona es una motivación extra por mí.
¿Cómo ve al Barça?
Es el mejor del mundo. Es un equipo ya construido que juega con los ojos cerrados. Tiene una filosofía que ha mantenido inalterada y peleará contra otro equipo en construcción. Van por delante, pero lo que quiero es que seamos nosotros los que estemos por delante.
¿Está obsesionado con el éxito inmediato?
El primer año no es el más indicado para llegar al éxito. Pero me gusta meterme ese tipo de presión. El largo plazo conlleva una cierta relajación. Me gusta decir que es necesario ganar ya.
¿Necesita fichar mucho?
No vamos a ser los reyes del mercado. Voy a apostar por la filosofía de siempre del Madrid, fichando jugadores con proyección, con un mayor margen de aprendizaje. Fichamos a Di María, que es cierto que fue caro, pero tiene un gran potencial, y vamos a por Khedira, con un enorme margen de mejora. Es una dirección de mercado que me encanta.
¿Qué posiciones se deben reforzar?
Necesitamos un defensa y un centrocampista, pero con equilibrio y sin dramatismos. Hay una gran base de la temporada pasada y los que vengan serán para darle competitividad al grupo. Es complicado, porque cuando el Madrid se interesa por un jugador los precios se disparan de manera astronómica.
¿Qué espera de Cristiano?
Espero que sea el de siempre, el de las asistencias, el de los goles decisivos, el que resuelve títulos. No puedo esperar otra cosa, porque su nivel de motivación es intocable.
¿Qué visión tiene la gente de usted?
Creo que la gente está un poco harta de verme ganar. Dicen que soy defensivo, pero primero, no es verdad, segundo, no me preocupa y, tercero, un entrenador defensivo gana una vez, no dos, tres o 17 veces. Los títulos hablan por mí. Por ejemplo, contra el Barça el Inter hizo un partido ultradefensivo en la vuelta pero primero le metimos tres con un juego ultraofensivo. Pero de ese partido no se habla.
La Champions es una ambición lógica para el Madrid, que puede no tener en este momento un gran equipo, pero en cuya plantilla tiene a algunos de los mejores del mundo. A ellos les gusta ganar y se frustran si no lo hacen: tal vez por ahí encuentre una motivación.
¿Le afecta la presión de la directiva?
Cuando fiché sólo me pidieron que fuera el encargado de llevar un área donde ellos no son especialistas y apostaron por un perfil diferente al de los últimos entrenadores.
¿Qué papel desempeñará en el nuevo proyecto blanco?
A excepción de Capello, el resto de entrenadores que han estado aquí querían empezar a hacer un currículum. Cuando llegaron se tuvieron que poner a experimentar y acusaron su falta de nivel respecto a los jugadores. Por eso el club eligió un entrenador que tuviese tantas o más victorias que sus jugadores y más estatus que estos.
¿Cuál es su labor principal como entrenador del Madrid?
Tengo la responsabilidad de estructurar el club en la dirección del éxito. Porque el mayor club del mundo no puede estar dos, tres temporadas, sin ganar nada; ni estar 10 ó 20 años sin ganar una Champions porque por algo tiene nueve. Que el Madrid compita con el Barcelona es una motivación extra por mí.
¿Cómo ve al Barça?
Es el mejor del mundo. Es un equipo ya construido que juega con los ojos cerrados. Tiene una filosofía que ha mantenido inalterada y peleará contra otro equipo en construcción. Van por delante, pero lo que quiero es que seamos nosotros los que estemos por delante.
¿Está obsesionado con el éxito inmediato?
El primer año no es el más indicado para llegar al éxito. Pero me gusta meterme ese tipo de presión. El largo plazo conlleva una cierta relajación. Me gusta decir que es necesario ganar ya.
¿Necesita fichar mucho?
No vamos a ser los reyes del mercado. Voy a apostar por la filosofía de siempre del Madrid, fichando jugadores con proyección, con un mayor margen de aprendizaje. Fichamos a Di María, que es cierto que fue caro, pero tiene un gran potencial, y vamos a por Khedira, con un enorme margen de mejora. Es una dirección de mercado que me encanta.
¿Qué posiciones se deben reforzar?
Necesitamos un defensa y un centrocampista, pero con equilibrio y sin dramatismos. Hay una gran base de la temporada pasada y los que vengan serán para darle competitividad al grupo. Es complicado, porque cuando el Madrid se interesa por un jugador los precios se disparan de manera astronómica.
¿Qué espera de Cristiano?
Espero que sea el de siempre, el de las asistencias, el de los goles decisivos, el que resuelve títulos. No puedo esperar otra cosa, porque su nivel de motivación es intocable.
¿Qué visión tiene la gente de usted?
Creo que la gente está un poco harta de verme ganar. Dicen que soy defensivo, pero primero, no es verdad, segundo, no me preocupa y, tercero, un entrenador defensivo gana una vez, no dos, tres o 17 veces. Los títulos hablan por mí. Por ejemplo, contra el Barça el Inter hizo un partido ultradefensivo en la vuelta pero primero le metimos tres con un juego ultraofensivo. Pero de ese partido no se habla.