Morales llama a mantener en pie lucha de emancipación imperial
La Paz, Abi
El presidente Evo Morales llamó a indígenas y mestizos de Bolivia a mantener en pie la lucha de emancipación imperial, al inaugurar los festejos cívicos por el aniversario 201 de la revolución independentista de La Paz, que abrió fuegos entrada la noche del jueves con el tradicional encendido de la tea del protomártir Pedro Domingo Murillo.
"La lucha de nuestros antepasados, una lucha permanente contra los distintos imperios, y esa lucha ahora nos toca, una lucha permanente con los nuevos imperios, nuevos sistemas económicos vigentes que hacen mucho daño no solamente al ser humano, sino también a la Madre Tierra", enfatizó el mandatario indígena al tiempo de encender el 'fuego libertario', en presencia del alcalde de La Paz, Luis Revilla y el gobernador del departamento, César Cocarico.
La Paz celebró en unidad el aniversario de la instauración del primer gobierno independiente de América, en 1809.
La revolución de La Paz, protagonizada por abogados criollos, y que sucedió a una insurrección civil de similares características, movida por los mismos motivos, tres meses antes en la ciudad de Charcas, hoy Sucre, se extendió como reguero de pólvora y encendió una guerra de 16 años contra el poder de Madrid en el actual territorio de Bolivia.
"Son nuevos tiempos, por tanto tenemos la obligación de tener una orientación cultural, ideológica, programática para, como siempre, como en nuestros próceres de la liberación, seguir luchando por la igualdad, por la dignidad, por la unidad de nuestros pueblos empezando desde Bolivia y acabando en toda América y el mundo", proclamó Morales durante un acto en la casa de Murillo, enclavada en casco antiguo de La Paz, donde se organizó la rebelión de criollos.
Morales estimó que la revolución boliviana en democracia se hará realidad en tanto y cuanto se imponga la unión de los bolivianos en defensa de la soberanía y dignidad nacionales.
"Entre mestizos, criollos, indígenas se juntaron, y culminaron esas grandes luchas de aquellos tiempos, desde el primer momento que soportaron y soportaron nuestros antepasados una invasión que no es colonización, que no es descubrimiento de América, sino invasión, con una invasión tratar de acabar con nuestra identidad, con nuestra cultura", afirmó.
Morales resaltó la extracción indígena del gobernador Cocarico, muestra del proceso de cambios que propulsa en Bolivia desde su llegada al gobierno en 2006.
"Es histórico ahora que un gobernador del departamento de La Paz sea un hermano aymara, democráticamente elegido por el pueblo paceño, estas son profundas transformaciones democráticas, es la integración de las distintas capas sociales, todo por el departamento, todo por nuestra querida Bolivia", subrayó.
El vicepresidente Alvaro García Linera y el alcalde de la ciudad de El Alto, además de los titulares del Senado y la Cámara de Diputados, René Martínez y Héctor Arce respectivamente, realzaron la ceremonia.
Cumplido el protocolo, el mandatario, sus ministros, Revilla, Cocarico y sus respectivos gabinetes, autoridades militares y policiales formaron una columna que se desplazó por la antigua Calle Jaen, hasta desembocar en el Plaza de Murillo, a cuyos costados se alzan los palacios de la democracia boliviana.
La fiesta se formó entonces y siguió el tradicional desfile de teas en que se involucraron varios miles de funcionarios públicos.
El Jefe de Estado, que saludó al "pueblo siempre unido, revolucionario desde la colonia", suscribió la alocución de Revilla que insistió en que la efeméride de La Paz tiene trascendencia de "fiesta nacional", antes de expectar desde un poltrona, el desfile cívico.
?"Debiera ser la celebración de Bolivia. Sea el mejor homenaje que podemos rendir a los protomártires de la independencia latinoamericana", significó el burgomaestre de La Paz.
Por su parte, Cocarico rindió homenaje a hombres y mujeres que "dejaron de lado la esclavitud y el yugo español"
Fuegos de artificio, una serenata, a cargos de grupos musicales y una verbena popular marcan el preámbulo de la fiesta que alcanzará su apogeo el viernes con oficios multirreligiosos, ofrendas florales, ágapes y una sesión de honor en el teatro Municipal.
El presidente Evo Morales llamó a indígenas y mestizos de Bolivia a mantener en pie la lucha de emancipación imperial, al inaugurar los festejos cívicos por el aniversario 201 de la revolución independentista de La Paz, que abrió fuegos entrada la noche del jueves con el tradicional encendido de la tea del protomártir Pedro Domingo Murillo.
"La lucha de nuestros antepasados, una lucha permanente contra los distintos imperios, y esa lucha ahora nos toca, una lucha permanente con los nuevos imperios, nuevos sistemas económicos vigentes que hacen mucho daño no solamente al ser humano, sino también a la Madre Tierra", enfatizó el mandatario indígena al tiempo de encender el 'fuego libertario', en presencia del alcalde de La Paz, Luis Revilla y el gobernador del departamento, César Cocarico.
La Paz celebró en unidad el aniversario de la instauración del primer gobierno independiente de América, en 1809.
La revolución de La Paz, protagonizada por abogados criollos, y que sucedió a una insurrección civil de similares características, movida por los mismos motivos, tres meses antes en la ciudad de Charcas, hoy Sucre, se extendió como reguero de pólvora y encendió una guerra de 16 años contra el poder de Madrid en el actual territorio de Bolivia.
"Son nuevos tiempos, por tanto tenemos la obligación de tener una orientación cultural, ideológica, programática para, como siempre, como en nuestros próceres de la liberación, seguir luchando por la igualdad, por la dignidad, por la unidad de nuestros pueblos empezando desde Bolivia y acabando en toda América y el mundo", proclamó Morales durante un acto en la casa de Murillo, enclavada en casco antiguo de La Paz, donde se organizó la rebelión de criollos.
Morales estimó que la revolución boliviana en democracia se hará realidad en tanto y cuanto se imponga la unión de los bolivianos en defensa de la soberanía y dignidad nacionales.
"Entre mestizos, criollos, indígenas se juntaron, y culminaron esas grandes luchas de aquellos tiempos, desde el primer momento que soportaron y soportaron nuestros antepasados una invasión que no es colonización, que no es descubrimiento de América, sino invasión, con una invasión tratar de acabar con nuestra identidad, con nuestra cultura", afirmó.
Morales resaltó la extracción indígena del gobernador Cocarico, muestra del proceso de cambios que propulsa en Bolivia desde su llegada al gobierno en 2006.
"Es histórico ahora que un gobernador del departamento de La Paz sea un hermano aymara, democráticamente elegido por el pueblo paceño, estas son profundas transformaciones democráticas, es la integración de las distintas capas sociales, todo por el departamento, todo por nuestra querida Bolivia", subrayó.
El vicepresidente Alvaro García Linera y el alcalde de la ciudad de El Alto, además de los titulares del Senado y la Cámara de Diputados, René Martínez y Héctor Arce respectivamente, realzaron la ceremonia.
Cumplido el protocolo, el mandatario, sus ministros, Revilla, Cocarico y sus respectivos gabinetes, autoridades militares y policiales formaron una columna que se desplazó por la antigua Calle Jaen, hasta desembocar en el Plaza de Murillo, a cuyos costados se alzan los palacios de la democracia boliviana.
La fiesta se formó entonces y siguió el tradicional desfile de teas en que se involucraron varios miles de funcionarios públicos.
El Jefe de Estado, que saludó al "pueblo siempre unido, revolucionario desde la colonia", suscribió la alocución de Revilla que insistió en que la efeméride de La Paz tiene trascendencia de "fiesta nacional", antes de expectar desde un poltrona, el desfile cívico.
?"Debiera ser la celebración de Bolivia. Sea el mejor homenaje que podemos rendir a los protomártires de la independencia latinoamericana", significó el burgomaestre de La Paz.
Por su parte, Cocarico rindió homenaje a hombres y mujeres que "dejaron de lado la esclavitud y el yugo español"
Fuegos de artificio, una serenata, a cargos de grupos musicales y una verbena popular marcan el preámbulo de la fiesta que alcanzará su apogeo el viernes con oficios multirreligiosos, ofrendas florales, ágapes y una sesión de honor en el teatro Municipal.