La Prensa brasileña carga contra Dunga y los jugadores: "Hundidos"
La prensa brasileña criticó la eliminación de Brasil del Mundial de Sudáfrica y culpó al seleccionador, Carlos Caetano Bledón Verri 'Dunga', del mal estado de la selección, que dejó la Copa del Mundo en cuartos de final, como hace cuatro años en Alemania.
"El brasileño (Dunga) ha tenido problemas para adoptar una filosofía diferente de la de 2006. Irónicamente, el resultado fue el mismo: la derrota ante una selección europea y la eliminación en cuartos de final", afirma el periódico 'O' Globo', que señala que unos 18.000 aficionados quedaron decepcionados por el resultado (2-1).
La 'Gazeta Esportiva', que titula como "La Naranja exprime a Brasil y la deja fuera de la Copa del Mundo", señala que "dos errores defensivos y poca inspiración en el ataque determinó el fin del sueño de la candidatura de Brasil para el hexacampeonato. Después de un buen primer tiempo, la selección canarinha sufrió un accidente y cayó por 2-1 ante Holanda en el día inspirado Sneijder".
El periódico afirma que Brasil "sufre" por el resultado inesperado del partido de cuartos de final y señala que el resultado debería haber sido "al revés".
'Globo Esporte', por su parte, indica que la canarinha se "hundió" y no tuvo "un rumbo fijo" en el encuentro contra los neerlandeses. "La selección tuvo una actuación insegura en el segundo tiempo y fue derrotada".
Los internautas holandeses empezaron a hacer burla de su triunfo sobre Brasil al dibujar un comecocos comiendose la bandera de Brasil.
'Folha do Sao Paulo', que abre su edición digital con las palabras de Julio Cesar ("Fue mejor Holanda"), sostiene que "el equipo de Dunga empezó bien, se puso 1-0 y podría haber marcado más goles en la primera mitad. Pero la entró el pánico, cayó en picado y perdió la cabeza cuando Felipe Melo fue expulsado".
"La selección brasileña sufrió un cortocircuito en la etapa final, entregó un partido que comenzó ganando y se despidió de Sudáfrica", afirmó la edición digital del diario O Estado de Sao Paulo.
Para la Agencia Estado, Brasil se perdió en el segundo tiempo, principalmente Michel Bastos y Felipe Melo, mientras que Holanda supo aprovechar el nerviosismo de los brasileños.
"El brasileño (Dunga) ha tenido problemas para adoptar una filosofía diferente de la de 2006. Irónicamente, el resultado fue el mismo: la derrota ante una selección europea y la eliminación en cuartos de final", afirma el periódico 'O' Globo', que señala que unos 18.000 aficionados quedaron decepcionados por el resultado (2-1).
La 'Gazeta Esportiva', que titula como "La Naranja exprime a Brasil y la deja fuera de la Copa del Mundo", señala que "dos errores defensivos y poca inspiración en el ataque determinó el fin del sueño de la candidatura de Brasil para el hexacampeonato. Después de un buen primer tiempo, la selección canarinha sufrió un accidente y cayó por 2-1 ante Holanda en el día inspirado Sneijder".
El periódico afirma que Brasil "sufre" por el resultado inesperado del partido de cuartos de final y señala que el resultado debería haber sido "al revés".
'Globo Esporte', por su parte, indica que la canarinha se "hundió" y no tuvo "un rumbo fijo" en el encuentro contra los neerlandeses. "La selección tuvo una actuación insegura en el segundo tiempo y fue derrotada".
Los internautas holandeses empezaron a hacer burla de su triunfo sobre Brasil al dibujar un comecocos comiendose la bandera de Brasil.
'Folha do Sao Paulo', que abre su edición digital con las palabras de Julio Cesar ("Fue mejor Holanda"), sostiene que "el equipo de Dunga empezó bien, se puso 1-0 y podría haber marcado más goles en la primera mitad. Pero la entró el pánico, cayó en picado y perdió la cabeza cuando Felipe Melo fue expulsado".
"La selección brasileña sufrió un cortocircuito en la etapa final, entregó un partido que comenzó ganando y se despidió de Sudáfrica", afirmó la edición digital del diario O Estado de Sao Paulo.
Para la Agencia Estado, Brasil se perdió en el segundo tiempo, principalmente Michel Bastos y Felipe Melo, mientras que Holanda supo aprovechar el nerviosismo de los brasileños.