La mujer del árbitro: "No sé cómo puede pitar una final si no es capaz de controlar a sus hijos"
Kay, esposa del colegiado Howard Webb, que dirigirá mañana la final del Mundial de Sudáfrica , hizo unas declaraciones al 'Daily Star' en las que se muestra sorprendida de "cómo puede manejar el encuentro, cuando no puede controlar a sus propios hijos", Helly, Jack y Lucy.
Webb, sargento de la Policía de South Yorkshire en excedencia, tiene 38 años y será el primer colegiado en pitar una final de la Champions League y de un Mundial el mismo año.
Webb dirigió su primer partido a los 19 años y su padre, Billy, reveló que intentó que dejara el arbitraje después de verle pitar ese día. Billy Webb, que fue colegiado durante 35 años, dijo: "Estaba en mi sangre. Primero le animé a que pitara y tras acudir a su primer encuentro, le animé a que lo dejara. Pero un hermano mío, que también era árbitro, me dijo: "Ese muchacho tiene algo". La historia ha demostrado que él tenía razón y yo estaba equivocado".
"Ahora estoy boquiabierto. No puedo imaginarme a mi hijo pitando la final de la Copa del Mundo", añadió.
Su madre, Sylvia, confesó que sufre cuando su hijo salta a un campo de fútbol: "No me gusta que nadie le insulte. Como madre, me resulta desagradable oír lo que le dicen".
El máximo responsable de los árbitros ingleses, Mike Riley, en cambio, dijo que su designación "es un reconocimiento para el fantástico arbitraje de este país y debe servir de inspiración para todos los colegiados jóvenes".
Webb, sargento de la Policía de South Yorkshire en excedencia, tiene 38 años y será el primer colegiado en pitar una final de la Champions League y de un Mundial el mismo año.
Webb dirigió su primer partido a los 19 años y su padre, Billy, reveló que intentó que dejara el arbitraje después de verle pitar ese día. Billy Webb, que fue colegiado durante 35 años, dijo: "Estaba en mi sangre. Primero le animé a que pitara y tras acudir a su primer encuentro, le animé a que lo dejara. Pero un hermano mío, que también era árbitro, me dijo: "Ese muchacho tiene algo". La historia ha demostrado que él tenía razón y yo estaba equivocado".
"Ahora estoy boquiabierto. No puedo imaginarme a mi hijo pitando la final de la Copa del Mundo", añadió.
Su madre, Sylvia, confesó que sufre cuando su hijo salta a un campo de fútbol: "No me gusta que nadie le insulte. Como madre, me resulta desagradable oír lo que le dicen".
El máximo responsable de los árbitros ingleses, Mike Riley, en cambio, dijo que su designación "es un reconocimiento para el fantástico arbitraje de este país y debe servir de inspiración para todos los colegiados jóvenes".