La despedida de Álvaro Uribe

Hernando Salazar
BBC Mundo, Colombia
El último de los 306 consejos comunales de gobierno que hizo este fin de semana Álvaro Uribe como presidente de Colombia rompió los esquemas.
No fue la típica reunión con gente del común de apartados pueblos de Colombia, "algunos que jamás había visitado un jefe del Estado", según la Presidencia, y donde Uribe asumía el doble rol de jefe que daba órdenes y al mismo tipo se ponía el traje de ciudadano y reclamaba la acción del Estado.

El sábado, como lo hizo varias veces en sus dos períodos de gobierno, Uribe volvió a decir que en lugar de las presentaciones a puerta cerrada con Power Point en los salones de la Presidencia, él prefiere "el 'power people' en la reunión con los colombianos".
Sólo que esta fue una reunión mucho más formal, en un elegante centro de convenciones de Bogotá y el auditorio, de más de un millar de personas, no era de ciudadanos que pedían, se quejaban y reclamaban, sino de altos funcionarios, congresistas y amigos, elegantemente vestidos, que agradecían.

Uno de ellos, el ministro de Defensa, Gabriel Silva, dijo que la política de Seguridad Democrática promovida por Uribe fue una especie de "segunda independencia" de Colombia y comparó a Uribe con el libertador Simón Bolívar.
Los únicos ciudadanos del común que estaban presentes eran un grupo de indígenas y de nativos de San Andrés y Providencia, en el Caribe, que cantaron el himno nacional en lenguas nativas y en inglés.

Tiempo de balances


Homenajes, regalos y abrazos para el presidente saliente.
Fue una de las muchas despedidas que le están haciendo por estos días a Uribe, quien dejará el poder el 7 de agosto, tras ocho años de gobierno. El presidente se ha reunido con los equipos de cada ministerio y ha asistido a homenajes de agradecimiento en algunas ciudades del país.

El consejo comunal empezó hora y media después de lo planeado –porque Uribe estaba encabezando una rendición de cuentas del Ministerio de Defensa- y terminó 5 horas y media más tarde, cuando una tercera parte de los asistentes ya se habían marchado.
A diferencia de los demás consejos comunales, que duraban hasta doce horas, y estaban salpicados por intervenciones inesperadas del público, aquí no hubo muchas sorpresas.
La oficina de prensa de la Presidencia calcula que el presidente Uribe estuvo más de 3.600 horas en contacto con las comunidades durante todos sus consejos comunales, que se convirtieron en un programa de casi todos los fines de semana.
En el último de ellos cada ministerio y consejería presidencial presentó un video con sus resultados, y Uribe hizo comentarios y preguntas a sus funcionarios.

¿Alusiones a Chávez?


También hubo tiempo para los homenajes -como un largo aplauso a las Fuerzas Militares- y para la entrega de regalos a las familias del presidente y del vicepresidente.
Pocos minutos después de empezar el acto Uribe dijo, en tono irónico, que en los otros consejos comunales, a las 6 de la tarde, la gente estaba mucho más animada. Entonces, el auditorio rio.

Luego hubo otras risas, cuando el mandatario hizo un comentario que algunos asistentes interpretaron como una alusión a Venezuela, después del rompimiento de relaciones diplomáticas por parte de Caracas, a raíz de la denuncia de la presencia de guerrilleros colombianos en ese país.
Uribe comentó que en una ocasión él le sugirió al presidente chileno Ricardo Lagos que un guerrillero de las FARC, que estaba en Chile, se desmovilizara, en vista de que ese gobierno no podía extraditarlo a Colombia. "Y así se hizo. ¿Por qué no se puede hacer eso en otras partes?", se preguntó Uribe con sorna. Y buena parte del auditorio se rio.
Antes, Uribe había hecho otro comentario que algunos asistentes no dudaron en vincularlo con las tensiones con Hugo Chávez.

"La Fuerza Aérea Colombiana es una maravilla. En otras partes tienen aviones muy caros, y los tienen que sacar rodando. Lo que vimos aquí el 20 de Julio (durante el desfile de la Independencia) muestra la pericia de la Fuerza Aérea".
Al igual que lo había hecho en la rendición de cuentas del Ministerio de Defensa, volvió a elogiar la "puntería" de los pilotos de la Fuerza Aérea Colombiana que manejan los aviones brasileños Tucano y Supertucano, utilizados en la lucha contra las guerrillas.

Pese a que la reunión terminó casi a la medianoche, Uribe quiere aprovechar todas las horas que le quedan en el cargo para seguirse despidiendo. Y este domingo viajó temprano a un fuerte militar en La Macarena, una alejada zona de los llanos orientales, donde años atrás mandaban las guerrillas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC.

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