Jesuscristo va al burdel
Portugal, EP
La edición más reciente de Playboy en portugués rinde tributo al fallecido escritor José Saramago con una versión gráfica de su obra El evangelio según Jesucristo, que ha encendido la polémica.
Una polémica envuelve a un país en extremo católico como Portugal. El más reciente número de la revista Playbboy de ese país exhibe en su portada al mismo Jesucristo en un prostíbulo junto a una mujer desnuda.
La idea, al parecer, consiste en rendir un homenaje al escritor fallecido José Saramago, aunque con una versión gráfica de la famosa obra El evangelio según Jesucristo.
Pero no todo quedó en la portada. Dentro de la revistas aparecen imágenes de Jesucristo dentro de un burdel, en la calle junto a una prostituta o incluso, 'encendido' mientras contempla una escena lésbica.
Para evitar que la controversia lo salpique, el grupo editor norteamericano Playboy Enterprises prefirió desligarse totalmente del escándalo, y advirtió que no aprobaban la difusión de la edición de Playboy de julio.
"Es un golpe duro a nuestras reglas y nosotros no lo hubiéramos permitido de haberlo visto antes. Ante esta situación, estamos en proceso de acabar nuestros contratos”, indicó Theresa Hennessy, relacionista pública de la compañía.
La edición más reciente de Playboy en portugués rinde tributo al fallecido escritor José Saramago con una versión gráfica de su obra El evangelio según Jesucristo, que ha encendido la polémica.
Una polémica envuelve a un país en extremo católico como Portugal. El más reciente número de la revista Playbboy de ese país exhibe en su portada al mismo Jesucristo en un prostíbulo junto a una mujer desnuda.
La idea, al parecer, consiste en rendir un homenaje al escritor fallecido José Saramago, aunque con una versión gráfica de la famosa obra El evangelio según Jesucristo.
Pero no todo quedó en la portada. Dentro de la revistas aparecen imágenes de Jesucristo dentro de un burdel, en la calle junto a una prostituta o incluso, 'encendido' mientras contempla una escena lésbica.
Para evitar que la controversia lo salpique, el grupo editor norteamericano Playboy Enterprises prefirió desligarse totalmente del escándalo, y advirtió que no aprobaban la difusión de la edición de Playboy de julio.
"Es un golpe duro a nuestras reglas y nosotros no lo hubiéramos permitido de haberlo visto antes. Ante esta situación, estamos en proceso de acabar nuestros contratos”, indicó Theresa Hennessy, relacionista pública de la compañía.